Un cienfueguero de la Ciénaga

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“Mi génesis está en la Ciénaga de Zapata, en Playa Girón, allí viví mi infancia y parte de la juventud. Soy hijo de carboneros, (…) mi madre me contaba que alternaba las labores domésticas en el rancho, con el burrear leña para levantar los hornos de carbón, junto a mis hermanos mayores, que eran niños entonces, (…) me siento orgulloso de mis raíces de mangle y pantano, de haber crecido entre el humo y el olor a carbón (…)”.

Así recuerda sus primeros años Alberto Morfa Carmona, multipremiado promotor cultural y defensor de las tradiciones musicales de nuestra Isla, al conversar con Bitácora de Jagua, publicación de la Oficina del Conservador de la Ciudad.

Nacido en 1962, siente privilegio de haber disfrutado de los beneficios que la Revolución dio a ese rincón de la geografía cubana. Entonces, ¿cómo llegas a Cienfuegos?

“Mi vida profesional comenzó en Playa Girón, como instructor de Artes Dramáticas en la Casa de la Cultura 19 de Abril. Su director entonces era el cienfueguero Rubén Carballo, gran compañero y amigo. Al término de su responsabilidad, regresó a Cienfuegos, y me convenció de acompañarlo. Así comencé a relacionarme con la vida y el quehacer cultural de esta ciudad. Ciudad que imanta, atrae y se entrega hasta sentirla como propia; embriaga con esa brisa de salitre, y más cuando se te hace familiar.

“Tuve mis inicios en la Casa de la Cultura Benjamín Duarte, donde fui director artístico de eventos, festivales, sábados infantiles y carnavales. Esto me permitió compartir y nutrirme de destacadas personalidades de la cultura cienfueguera, de quienes me siento un discípulo más. He alternado simultáneamente con la radio en su programación infantil. Y por interés de la Dirección Provincial de Cultura, fui promovido al Centro Provincial de Casas de Cultura, para ocupar el cargo y la responsabilidad como especialista principal del área de comunicación y programación”.

Avalado como animador artístico de la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y los Espectáculos Rafael Lay, has estado en importantes eventos, como el Concurso Nacional de Repentismo Justo Vega en la ciudad de Las Tunas, el Festival de Música Popular Benny Moré, el Festival Boleros de Oro, el Festival de Tradiciones Campesinas, el Cubadisco y las fiestas populares en los municipios. Según tu experiencia, ¿qué significado tiene la cultura popular tradicional y cómo ves la expresión campesina dentro de ella?

“A través de las Casas de Cultura me aproximé a las tradiciones populares, lo que enriqueció y fortaleció mis raíces. Crecí escuchando a mi madre decir cuartetas y décimas; entre novelas de Chanito Isidrón y las décimas escritas por una de mis tías, donde contaba su triste historia. Al descubrir en Cienfuegos los diferentes espacios culturales dirigidos a la música campesina, comencé a relacionarme con sus organizadores, músicos, poetas y asesores literarios. Participé en varios talleres con la intención de disfrutar el espacio y conocer más sobre una expresión que forma parte de las diferentes etapas y momentos del proceso de formación de nuestra identidad nacional. Mis comienzos fueron cuando Benavides, tresero del Conjunto Campesino Cienfuegos, me vio animando una actividad con jóvenes y me invita el siguiente domingo para animar la peña campesina del parque Villuendas, la más antigua en activo de nuestro país. Donde permanezco y me permite cada mañana de domingo conversar con el laúd, cuando le digo: ‘¡Vamos laúd, no te demores que te estoy esperando!’. Desde allí defiendo los valores de lo que se ha llamado conceptualmente la cultura popular tradicional. Ese conjunto de elementos y creaciones del pueblo, condicionados históricamente, que se trasmiten y defienden de generación en generación.

“Es un privilegio para los cubanos, que tres de nuestras más auténticas tradiciones formen parte de esta lista del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad: la tumba francesa, la rumba devenida del componente africano, y el Punto Cubano, fruto de la influencia hispana y expresión que tiene hoy plena vigencia y un porvenir seguro, sustentado en el programa de desarrollo del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (CIDVI) en coordinación con las casas de la décima y las casas de cultura, que encuentra su más rica continuidad en los talleres especializados del repentismo infantil y en la vida cultural de los territorios con las peñas campesinas, guateques, parrandas, festivales y otros eventos”.

Alberto Morfa Carmona ha sido galardonado este año por la Dirección Provincial de Cultura, con el Premio Jagua, en la categoría de personalidad, así como reconocido de forma especial en el marco de las actividades del Festival Cubano de la Tonada Campesina, por sus aportes a la preservación del punto cubano como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Recientemente fue laureado con la Distinción por la Cultura Nacional, que otorga el Ministerio de Cultura de la República de Cuba. Cuando se refiere a Cienfuegos y a la huella cultural y el trabajo de conservación que realizan distintas instituciones comenta:

“Una ciudad joven pero intensa y profunda, no solo para los cubanos, sino para el mundo luego de su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Reconozco el trabajo que la Oficina del Conservador y otras instituciones realizan en bien de restaurar, y devolver el esplendor a sus edificios emblemáticos, y a todo el conjunto arquitectónico. Considero que a solo unos meses del Bicentenario, aún quedan tareas por culminar y poco tiempo. Convoco, como un cienfueguero más, a que el pueblo se una a este accionar, que tenga como objetivo rehabilitar, no demoler; para así devolver su color a la urbe. Los cienfuegueros debemos velar porque la prenda más preciada de los mares, La Perla, continúe siendo el faro de Fernandina de Jagua y la inspiración de artistas y poetas. Como diría Jorge Sosa con su acertado lirismo: Desde su pasada etapa/ ha sido la Fernandina/ una perla que ilumina/ en la sortija del mapa. / Punta Gorda le destapa/ los frascos a la ilusión/ y el mar es un acordeón/ que tocado por la brisa/ por las noches le ameniza/ el paseo al malecón”.

¿Cómo ve y vive Alberto Morfa al Cienfuegos de hoy?

“Vivir en una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, con las peculiaridades que destacan a Cienfuegos del resto de las ciudades, es un inmenso privilegio y al mismo tiempo una responsabilidad, un compromiso. Es como vestirte con la ciudad todos los días, cuidando de que a ese traje ni la menor partícula de polvo lo manche. Es vivirla, cuidarla, respetarla, reverenciarla con amor que, al decir del Señor, es el vínculo perfecto para todas las cosas. Y con ese mismo amor recibí recientemente la Distinción por la Cultura Nacional. Es difícil expresar con palabras todas las imágenes, recuerdos y personas que en ese momento aún pasan por mi mente. El agradecimiento a tantos que han aportado a mi formación personal y profesional. Para mí es doble el orgullo de recibirla en el año del Aniversario150 del inicio de las luchas por la Independencia, de haberse entonado por primera vez las notas de nuestro glorioso Himno Nacional y del Aniversario 40 del Sistema Nacional de Casas de Cultura, que me formó, me hizo crecer y al cual me debo. Permítame terminar la entrevista con una décima de Angelito Valiente que hago mía: Nunca quedo satisfecho/ cuando de un programa salgo/ siempre se me queda algo/ por decir dentro del pecho. / Ni el triunfo me da derecho/ a pensar que lo hice bien/ porque cuando tomo el tren/ del ferrocarril del arte/ pongo en el tren una parte/ y la otra en el andén”.

*Laura Brito historiadora y especialista de Fernandina Radio, Voz de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos.

**Carmen Capdevila, Editora General de la revista digital de la OCCC, Bitácora de Jagua.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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