Un aplauso para Rafael (Felo) Bacallao: un bailarín con timbre de sonero

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Es difícil encontrar entre nuestros abuelitos, alguno que no haya querido imitar aquellos pasillos de Felo Bacallao. Era una revolución en escena, era, según la musicóloga María Teresa Linares: “El talante de la Aragón” y lo fundamenta al señalar que “una de las personas que dio a la orquesta Aragón el tono, el estilo, el talante, fue Bacallao. Porque él era cantante, no solo solista, sino también coro, y porque desarrolló un estilo de baile muy especial que tipificó y caracterizó a la orquesta. El chachachá tiene sus pasos muy propios, determinantes, pero él los hacía deslizándose. Eso no era usual, aunque luego algunos le imitaron. Fue un maestro en eso. Dio una forma peculiar de bailar el chachachá […]”.[1]

Este 13 de mayo se conmemora un aniversario más del fallecimiento del cienfueguero Rafael (Felo) Bacallao Hernández, cantante y bailarín por más de tres décadas de la “charanga eterna”. Sus inicios fueron en la orquesta de Efraín Loyola, y de vez en cuando realizaba suplencias en la orquesta Aragón, con la que participa en sus primeras grabaciones. En uno de los viajes habituales de la orquesta hacia La Habana, y luego de efectuar una grabación, Felo decide quedarse en la capital.

Como conocía el repertorio de la orquesta de Fajardo y sus Estrellas, fue integrado a ella ante la necesidad de un cantante entre 1953 y 1958. El número Caimitillo y marañón, introducía un bolero cantado, Cobarde; este fue interpretado en la orquesta de Fajardo por FeloBacallao y en la orquesta Aragón por Pepe Olmo. Los nexos, desde sus más tempranos años con la “Aragón”, lo llevaron a retornar a ella de forma definitiva en el mismo mes y año del triunfo de la Revolución cubana, enero de 1959. Desde entonces la “Aragón” completó sus voces, que pasaron del dúo Olmo-Lay al trío Olmo-Bacallao-Lay. Su voz sintetizaba el elemento sonero que se completaba en la orquesta no solo desde la base instrumental, sino desde el coro al unísono, pero que a su vez estaba lleno de matices en cuanto a variedad de timbres.

Ernesto Bacallao Serrano —hijo de Rafael—, quien años más tarde se desempeñara también como uno de los cantantes de la orquesta, planteaba que “el arquitecto de esta forma de cantar que existe en la orquesta, es el maestro Rafael Lay Apesteguía; él fue el que tomó las voces de estos dos señores (Pepe Olmo y FeloBacallao) y por decirlo de alguna forma, se la educó a su gusto, a lo que él quería que le sonara en la orquesta Aragón”.[2]

El otro aspecto que aportó Rafael Bacallao a la imagen de la agrupación, fueron sus extraordinarias actuaciones como bailarín. Los pasillos que ejecutaba eran fanáticamente seguidos por bailadores de toda Cuba e incluso, de otras partes del mundo. La extraordinaria respuesta que daba con los pies y el cuerpo a lo que le marcaba Richard Egües con la flauta, resultaban verdaderamente antológicas en la historia musical cubana. Algunas anécdotas lo demuestran. En una de las giras realizadas por Franciaun periodista registró lo siguiente: “Cuando la Aragón suena hay encantamiento en la sala del Olympia. Cada espectador sigue el ritmo y luego aplaude fuerte. Y a mediados de un número se escuchan ovaciones. Esto ocurre cuando Lay juega como el maestro que es con su violín, cuando Richard Egües saca sonidos increíbles a su flauta o en los momentos en que Bacallao se “desata” con su baile espectacular”.[3]Por otra parte en la primera presentación que realizan a la antigua Unión Soviética en el Conservatorio Chaikovski, aBacallao le hicieron quitarse un zapato para ver qué tenía en la suela.[4]Aquella actuación también fue un éxito. En África en el estadio Omnisport de Bamako de la capital de la República de Mali, fue el acabose.[5] “Una africana subió a la tarima y bailó con Bacallao y Tomás, dejándonos a todos asombrados”,[6]  le contó uno de los integrantes de la orquesta al periodista Pedro Herrera.

Sin embargo, no se puede obviar la sencillez y modestia de Bacallao. Contaba que había sido una amiga en el barrio de Arizona en la ciudad de Cienfuegos quien le enseñó principalmente los pasos especiales del chachachá.[7]

Como compositor destacan los temas Qué le pasa a Bacallao y Jugando a la pelota, ambos en coautoría con Orlando Pérez.

El cantante Felo Bacallao, con sus pasillos, no solo introdujo modos de bailar que la población imitaba, sino nuevas maneras de invitar al baile a partir de comportamientos estéticos, derivados de la fusión entre el chachachá y el son. A este último género también va dirigido nuestro aplauso, por ser el timbre de Felouno de los que más aportó a la sonoridad sonera de la “Aragón”, y por ser el pasado 8, el día al que cada año se le dedica a este género.

*Doctora en Ciencias Históricas


[1] Musicólogos recuerdan a Felo Bacallao (Tomado de la página digital La Jiribilla, Cuba).

[2] Documental Aragón. La charanga eterna, guion y dirección de Ileana Rodríguez Pelegrin, Centro Provincial de la Música Ignacio Piñeiro, Ventú Producciones, 2009.

[3] Ibídem.

[4]Juventud Rebelde, La Habana, 26 de septiembre de 1971, p. 5.

[5] Denominación utilizada por Tomas Valdés, violoncellista de la agrupación.

[6] Carta dirigida al periodista Pedro Herrera (Gabriel) Juventud Rebelde, La Habana, 29 de diciembre de 1971, p. 2. Gaspar Marrero: ob. cit., pp. 123 y 124.

[7] Ibídem.

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Alegna Jacomino Ruiz

Doctora en Ciencias Históricas

Un Comentario en “Un aplauso para Rafael (Felo) Bacallao: un bailarín con timbre de sonero

  • el 13 mayo, 2022 a las 10:50 am
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    Excelente el artículo, muy útil para recordar a uno de los cantantes de la emblemática Orquesta Aragón, merecido homenaje. Gracias amiga.

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