Trabajadores del campo: el otro flanco del “Ciudad Caracas”

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El proceso de fabricación de azúcar resulta una larga cadena productiva que inicia en el surco y no termina hasta que el embarque del último grano del dulce. Muchas veces, erróneamente, el cumplimiento de la zafra solo se atribuye a la eficiente molida del ingenio, sin darle el crédito merecido a los trabajadores del campo, labor realizada día a día y de sol a sol, mucho antes de comenzar la cosecha.

La Unidad Empresarial de Base (UEB) Atención al Productor Agropecuario (APA) Ciudad Caracas, en el municipio de Lajas, es un buen ejemplo de esa concatenación que debe existir en el sector azucarero entre la industria y la agricultura, toda vez que ha resultado un engranaje clave para los sostenidos resultados de las últimas contiendas en ese central.

Y dentro del complejo entramado, la mecanización resulta el soporte clave, no solo para humanizar la labor agrícola, sino también, en el afán de arrancarle a la tierra sus mejores frutos, en busca de los elevados rendimientos de caña por hectárea que necesita la economía del país.

Retaguardia segura

A pocas horas de iniciar los cortes de caña a fin de garantizar la arrancada del ingenio, recorrimos el taller integral de la entidad lajera. El ambiente de limpieza y organización de las diferentes áreas guardaba armonía con las expectativas y metas que acostumbran a prevalecer antes del inicio de cada contienda.

Desde el pasado mes de septiembre comenzaron las reparaciones de equipos e implementos, no solo los implicados en la cosecha, también aquellos que participan en lo que aquí denominamos Más caña, ceñido al programa de crecimiento en función de la siembra y los cultivos en las plantaciones, de modo que puedan asegurar a futuro mayores volúmenes de materia prima”, explica Juan Carlos Pérez Cañer, jefe de Mecanización del APA.

Detalla el directivo, que para ambas tareas cuentan con dos pelotones, dotados cada uno con de par de combinadas de esteras marca Case 8800 de tecnología brasileña, tres tractores y sus respectivas carretas autobasculantes dedicadas al tiro directo al basculador del central, además de cuatro camiones de alto porte, con capacidad de 60 toneladas.

Por su parte, en el programa “Mas caña” disponen de tres pelotones de preparación de tierras, además de dos de cultivo y fertilización con tractores marca Ito y T-150K, en óptimas condiciones técnicas, y por supuesto sus respectivos implementos.

Asegurando la logística

Yhosvany muestra las óptimas condiciones técnicas de las combinadas Case que participan en el corte mecanizado de caña. /Foto: Juan Carlos Dorado
Yhosvany muestra las óptimas condiciones técnicas de las combinadas Case que participan en el corte mecanizado de caña. /Foto: Juan Carlos Dorado

Entretanto, Yhosvany Torreira Velázquez, jefe del taller, agrega que han logrado paliar la difícil situación energética del país con mayor organización, disciplina y sobre todo creatividad.

Explica que el apoyo a los pelotones de combinadas Case que hacen zafra lo brindan con dos comedores móviles dotados de cocina y dormitorio, con su servicio completo, sumadas dos pipas de agua y el taller itinerante destinado al mantenimiento y las reparaciones en el propio campo.

Otros dos talleres móviles garantizan el aseguramiento a los pelotones de preparación de tierra, los equipos de tracción e implementos.

A propósito, quisiéramos aprovechar la oportunidad para rendir homenaje póstumo a nuestro innovador mayor, José Manuel García Herrera, Patungo, creador de los arados para el cultivo de la caña que él denominó Bayamo, y de otras muchas soluciones de piezas y agregados de la maquinaria agrícola”, apunta Torreira Velázquez.

La sazón de Cristina

“Por lo general los trabajadores siempre salen satisfechos con la calidad y el sabor de los platos”, afirma la cocinera del comedor móvil, Cristina Machado. /Foto: Juan Carlos Dorado
“Por lo general los trabajadores siempre salen satisfechos con la calidad y el sabor de los platos”, afirma la cocinera del comedor móvil, Cristina Machado. /Foto: Juan Carlos Dorado

Justo al pie del fogón en uno de esos comedores ambulantes, encontramos a Cristina Machado Álvarez, cocinera con doce años a su haber en labores de preparación de los alimentos de operadores de combinadas y demás personal de aseguramiento a la cosecha.

Este es un oficio que aprendí siendo muy niña por las enseñanzas de mi madre y el interés en aprender los secretos de la cocina, cuenta. Fuera de la casa, inicié mis labores en la Unidad Empresarial de Base de la pesca El Salto. Allí tuve la posibilidad de ampliar mis conocimientos a través de diferentes cursos de capacitación sobre la elaboración de alimentos y la culinaria en general.

¡¿Qué cómo satisfacer a los trabajadores?! Figúrese, usted: inventando y poniendo todos los días a prueba las mañas e iniciativas en la cocina, pero por lo general siempre salen satisfechos con la calidad y el sabor de los platos”, afirma, mientras su rostro refleja la confianza en sus potencialidades gastronómicas.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

2 Comentarios en “Trabajadores del campo: el otro flanco del “Ciudad Caracas”

  • el 19 febrero, 2020 a las 2:50 am
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    Reconocimiento bien merecido a un colectivo que trabaja en la excelencia en el servicio.

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  • el 2 diciembre, 2019 a las 2:22 pm
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    Oportuno recordar las palabras de nuestro insigne maestro Don Álvaro Reynoso al expresar que el azúcar se realiza en el campo y se extrae en la central.

    Respuesta

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