Todo cae, pero…

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En el mundo del fútbol también ocurre aquello que canta Drexler: “todo cae, tarde o temprano/a pesar de que por un lapso de tiempo/el suelo parezca infinitamente lejano”. Pero así como todo cae, todo (a veces) tiene posibilidades de volverse a levantar. Y con “todo” me refiero especialmente a deportistas, directores técnicos o deportivos que en algún momento están en el pico de su fama y luego, por razones incluso extradeportivas, pierden su prestigio hasta el lejano día en que vuelven a ver la luz al final del túnel.

LOPETEGUI CAE

Los hechos fueron más o menos de la manera siguiente:

  1. Zinedine Zidane, luego de ganar tres Champions en dos años y medio, renuncia de manera sorpresiva a su cargo de director técnico en el club merengue.
  2. Florentino Pérez le echa las garras a Julen Lopetegui, a la sazón técnico de la selección española: “El anuncio ha supuesto un verdadero golpe de efecto desde el Real Madrid, puesto que Lopetegui acaba de renovar con la selección española durante dos años más. Sin embargo, la llamada del Madrid ha cambiado los planes de Lopetegui, que asumirá el cargo una vez finalizada la participación de España en el Mundial”, asegura Marca.
  3. Luis Rubiales, recién electo presidente de la Real Federación Española de Fútbol, decide destituir a Julen Lopetegui a solo dos días del debut de la selección en el Mundial de Rusia. Según Rubiales, todo fue una cuestión de “forma”. El acuerdo bien pudo hacerse tras bambalinas, sin necesidad de anunciarlo con tanto bombo y platillo. Por ese motivo, y en contra incluso de algunos jugadores de la selección, quienes se opusieron a la locura de destituir al DT del equipo a casi nada del primer partido, Julen Lopetegui tuvo que cederle el puesto a un Fernando Hierro que no pudo hacer mucho más que perder con Rusia en la primera eliminatoria del Mundial.
  4. Julen Lopetegui empieza como entrenador del Real Madrid en la temporada 2018-2019, pero entre lesiones de jugadores y falta de gol, además de una paliza que le dio el Barcelona en la ida del clásico, tuvo que recoger los tiliches e irse por donde mismo había llegado. Salvo que ahora, se iba sin Selección, sin Madrid, sin prestigio.

En resumen, Lopetegui tocó la gloria con la punta de los dedos, justo antes de estrellarse contra el piso de la manera menos poética y más estrepitosa que podamos imaginar.

Así es la vida señores. De repente eres el bien amado, y luego eres el mal mirado. Y entonces, nadie te quiere, todos te odian. Lo que te queda es andar por la ciudad con una barba de años, unos guantes descocidos y un saco donde echar las migajas del fracaso que recolectas de basurero en basurero, de miseria en miseria. Pero, en realidad, eso no fue lo que pasó con Lopetegui. O al menos no pasó durante mucho tiempo.

MONCHI CAE (Y SE LEVANTA ACOMPAÑADO)

Resulta que en el Sevilla FC hay un señor muy inteligente, llamado Ramón Rodríguez Verdejo, a quien todo el mundo conoce como “Monchi”. Este señor“durante las últimas dos décadas ha ganado la reputación de ser uno de los cazatalentos más rápidos y uno de los negociadores más astutos en el fútbol”. Monchi, director deportivo del Club, también es, además de todo lo anterior, uno de los máximos responsables del crecimiento del Sevilla desde que Roberto Alés asumió el cargo de presidente en el año 2000. Estamos hablando de un crecimiento en el presupuesto anual que va, según TheNew York Times, de 18 millones de euros aproximadamentea 212 millones de euros en agosto del año pasado, además de títulos como la Copa del Rey, la Supercopa de Europa, la Supercopa Española y cinco Europa Leagues.

Bueno, resulta que Monchi en 2017 se va a trabajar a la Roma (donde, por cierto, no le fue bien en lo absoluto), y luego regresa al Sevilla en 2019. Cuando regresa, se da cuenta que es preciso hacer una renovación radical en la plantilla. Entonces, contrata a Julen Lopetegui como nuevo director técnico, porque entiende que es, sencillamente, un buen entrenador que tomó decisiones equivocadas en un momento determinado de su vida. “A ver, Lopetegui, ven para acá. Aféitate esa barba. Suelta la bolsa. Date un baño. Aquí tienes tu familia”, bien pudo haberle dicho el señor Ramón Rodríguez Verdejo, alias Monchi, a un Lopetegui que debió haberlo mirado con los ojitos brillosos de quien recupera la fe y la esperanza en el mejoramiento humano.

Al respecto, comenta Rory Smith para The New York Times en español:

Solo bastaba tener a Lopetegui para comenzar la reconstrucción. Para mediados de julio, ya era evidente la escala de los cambios de Monchi. El Sevilla había firmado a doce futbolistas, en los que invirtió casi 100 millones de euros (unos 111 millones de dólares)”.

EPÍLOGO

Bueno, para no hacerles más largo el cuento, resulta que el Sevilla Fútbol Club, de la mano de Lopetegui y Monchi, esos dos ángeles caídos, está a punto de terminar una temporada brillante con un tercer lugar en la laLiga que les da la clasificación a Champions 2020-2021, y una final de la Europa League a la vuelta de la esquina, donde tendrán que vérselas con el Inter de Antonio Conte. Sin embargo, ya por el camino dejaron al Manchester United, al Wolverhampton y a la propia Roma (imagino que para alegría de Monchi).

Nadie sabe. Tal vez el Sevilla demuestre que las segundas oportunidades, así como las segundas partes, también pueden ser muy buenas.


*Nota: Este trabajo se realizó con información de Marca, Cubadebate, The New York Times y, además, con una canción de Jorge Drexler.

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Miguel Ángel Castiñeira García

Estudiante de Periodismo de la UCLV

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