El Primero de Mayo en Cienfuegos (+Fotos)

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La primavera de 1886 fue convulsa en Estados Unidos de América. A principios de ese año los trabajadores explotados por largas jornadas diarias de labor, apoyados por la Federación Americana del Trabajo, se lanzaron a la huelga en Chicago, exigiendo trabajar ocho horas diarias y salarios más justos. Los cuerpos represivos atacaron a los trabajadores huelguistas. Los patrones no cedían y tampoco los trabajadores. Aumentaban los motines en muchas ciudades industrializadas, y consecuentemente la represión y la lucha. Quedó paralizado el país.

Hubo obreros y policías muertos y heridos. Se abrió un proceso judicial tan amañado y falso como desde entonces saben preparar en Estados Unidos las fuerzas gobernantes. La  prensa cumplió los fines de la propaganda pagada. El resultado fue la condena a la horca de varios obreros inocentes, muchos extranjeros, otros recibieron condenas de prisión perpetua,  pero la prensa se encargó de distorsionar lahistoria.

Un testigo excepcional de aquellos hechos fue José Martí, que en cartas periódicas a su editor, desde Nueva York informaba de los sucesos que desembocaron en la tragedia que se conmemora hoy en casi todos los países del mundo, con excepción de Estados Unidos que trata de borrarlo de su historia.

Escribió entonces José Martí:  “Poner los acontecimientos de estos días en una crónica periodística es como tratar de recoger la lava de un volcán en una taza de café…”. Y relataba en sucesivas crónicas la ejecución, después de un juicio amañado y cruel, que condenó a ser ahorcados, a  varios obreros anarquistas, una sentencia judicial que todavía abochorna a la justicia y a la humanidad.

En algunas partes de tales crónicas periodísticas, nuestro Martí decía:

El siglo tiene las paredes carcomidas, como una marmita en que han hervido mucho los metales.  Los trabajadores, martillo en mano, cuando no el Winchester  al hombro, han comenzado ya a palpar las hendidurasQuieren un Estado nuevo en que el trabajo sea remunerado a un precio suficiente para sustentar la casa sin miseria y amparar la vejez, sin esa dependencia de la avaricia o el capricho extraño en que ahora viven…” 

Fue en el año 1890 que comenzó en el mundo a conmemorarse el Día Internacional del los Trabajadores.  Y la clase obrera cubana tiene el honor de haber celebrado el primer Día Internacional de los Trabajadores el primero de mayo de  ese año 1890, cuando se estrenó internacionalmente.

En Cuba se celebró con una manifestación de obreros y vecinos que recorrió calles habaneras y culminó con un acto en el teatro que luego fue “El Alhambra”. Esa movilización se hizo tradicional en la seudo-República, en que se aprovechó para hacer reclamaciones laborales y a protestar por los abusos de patronos y gobiernos, y por eso en algunas ocasiones fueron prohibidas como manifestaciones públicas, aunque a veces se permitieron celebrarlas dentro de locales cerrados.  Durante las dictaduras de Machado y de Batista, ni siquiera eso fue permitido.

EN CIENFUEGOS

En Cienfuegos no existen evidencias de la celebración de los primeros de mayo antes de la república proclamada en 1902, pero a partir de 1919 aparece la decisión de obreros tipógrafos cienfuegueros que acordaron no acudir a trabajar el primero de mayo de aquel año.  En 1926 aparece en la prensa que habló en Cienfuegos el médico comunista Dr. Gustavo Aldereguía Lima, cuyo nombre ostenta hoy nuestro Hospital Provincial.  Al año siguiente, en 1927, habló en el teatro Terry el líder Rubén Martínez Villena, sucesor de Julio Antonio Mella en la dirección del primer Partido Comunista de Cuba, creado en 1925.

La clase obrera cienfueguera fue siempre muy combativa y clara ideológicamente, por lo cual nuestra ciudad fue escogida  para ser la sede del Segundo Congreso Obrero Nacional que acordó aquí fundar la antecesora de nuestra actual Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

Su alianza con el estudiantado secundario fue realizada por los dirigentes José Sanjurjo Gómez, primer secretario del Partido Socialista Popular en el territorio de Cienfuegos, y Carlos Rafael Rodríguez, joven dirigente estudiantil.  Por ese motivo se desarrolló en este territorio una de las huelgas más largas y mejor organizadas en la Isla que en 1933 contribuyó al derrocamiento del tirano Gerardo Machado, y años más tarde apoyó a la lucha clandestina y logró la deposición del dictador Fulgencio Batista, en 1959.

Fue el local del Frontón deportivo de  Cienfuegos, centro de organización sindical y de estudio de los trabajadores sureños en 1933, y  con la organización del M-26-7 aquí, se logró el alzamiento de la ciudad contra la dictadura batistiana el 5 de septiembre de 1957 que removió sus cimientos.

Sólo después del triunfo de la Revolución en 1959 comenzó a festejarse la fecha del Primero de Mayo con grandes desfiles obreros, de estudiantes y del pueblo, multitudinarios y felices encuentros que resulta privilegio de quienes convivimos en esta sociedad de trabajadores.  Solo este año 2020 con motivo de la pandemia del nuevo coronavirus que provoca la enfermedad Covid-19, para mantener el necesario distanciamiento social no tomamos las calles sureñas en este día memorable. Pero el amanecer con nuestro Himno Nacional vibrando en toda la ciudad, y la actitud racional y revolucionaria  serán indicadores de la próxima victoria sobre  la adversidad y de cariño inmenso hacia nuestros dirigentes y todos los integrantes de nuestro sistema de Salud que son héroes humanistas en todos los horizontes del orbe.

#MiCasaEsMiPlaza: la celebración en Cienfuegos del Primero de Mayo./ Fotos: Juan Carlos Dorado

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

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