Doña Francisca y la muerte

Doña Francisca sabía lo poco que le quedaba en este convento y decidió poner sus bienes en orden. Por eso el notario y los tres testigos acudieron con puntualidad de té inglés a la cita con la propietaria, prevista para las once en punto de la mañana del miércoles 17 de abril de 1912 en la casa de la calle que entonces llevaba el nombre de su difunto marido, aunque siempre será San Carlos, esquina a Santa Isabel.

Leer más