AM–PM

De nuevo afincado a un guion de Amílcar Salatti con la colaboración de Senel Paz, el director Alejandro Gil ubica el contexto espacial del filme en los edificios de apartamentos. No será el que irrumpa aquí el lunático retablo humano configurado por Álex de la Iglesia en La comunidad (2000), ambientada en un sitio similar. Estos son seres de otra dimensión más racional, con olor a Cuba y realidad local –pero igualmente universales–, cargados de cuitas, soledades, deseos, esperanzas. Cercanos, identificables.

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