Superalimento llamado espinaca

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Aquello de que ingerir espinaca le proporcionaba una fuerza descomunal a Popeye el marino no estaba tan lejos de la realidad. El popular personaje de los dibujos animados norteamericanos, creado por Elzie Crisler Segar en los años de la década del 20 del pasado siglo, fue tal vez el promotor mundial más activo en consumir esa verdura.

A ciencia cierta estamos hablando de un alimento con immportantes propiedades para la salud, algo por lo que es considerado un superalimento, que debemos incorporar de forma regular en nuestra estructura nutricional, amén de que su cultivo se ha extendido por todo el mundo y se hace más fácil su adquisición.

Aliado del corazón y el cerebro

De acuerdo con el sitio web www.mendozapost.com los beneficios proporcionados al organismo humano están estrechamente relacionados a las cualidades alimenticias de lo que nos llevamos a la boca. En el caso de las espinacas destaca su bajo aporte calórico de apenas 20 calorías sin grasa. No obstante, es una importante fuente de proteínas, fibra y carbohidratos.

Es probablemente la reina de la vitamina K, precisa el artículo en cuestión. En este sentido, cabe destacar que una ración de 100 gramos de la hierba aporta el triple de la cantidad necesaria diaria recomendada de ese elemento nutricioonal, además de ser rica también en vitamina A y vitamina C.

Sin embargo, la nutricionista dietista especializada en gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO por sus siglas) Andrea Marqués resaltó en Cuídate Plus que “los pacientes que consuman anticoagulantes orales, como el sintrom, no deben abusar de su consumo, ya que podría alterarse el proceso de coagulación si hay cambios muy bruscos en los niveles de vitamina K”.

El citado medio resalta que que el superalimento aporta una buena dosis de antioxidantes que ayudan a proteger al organismo ante diferentes enfermedades y la inflamación, gracias a la presencia de kaempferol o quercetina.

Justo, las propiedades antes mencionadas suponen un favor extremo a la hora de proteger el cerebro de los daños propios de la edad. Diferentes estudios aseguran que las personas que comen espinacas diariamente gozan de una salud cerebral semejante al de un individuo diez años más joven.

Por otro lado, la hortaliza provee al cuerpo de nitratos naturales. Estos elementos nutritivos son compuestos que ayudan a la apertura de vasos sanguíneos y alivian la capacidad de trabajo del corazón, entonces,a no dudar, estamos en presencia de un excelente paladín del buen funcionamiento cardiovascular.

En tanto, otro de las valiosas contribuciones a la salud es la provocada por la luteína, otro gran antioxidante que reduce el riesgo de degeneración macular propio de la edad. Se trata de una enfermedad de la visión que puede nublar la misma y provocar dificultades a la hora de desarrollar actividades cotidianas como leer y escribir.

Muchas investigaciones sobre la espinaca coinciden en que la presencia de vitamina C representa un incondicional defensor delsistema inmune, toda vez que mejora la absorción del hierro en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico en general a la hora para proteger al cuerpo contra las enfermedades, tesis sustentada por varios de los prestigiosos institutos nacionales de Salud de Estados Unidos. Estas son ventajas a tener en cuenta en tiempos de la pandemia provocada por SARS-CoV-2.

En un estudio publicado en la revista Food & Function, los científicos destacaron el papel de los fitoquímicos naturales y compuestos bioactivos. Estas sustancias de la planta pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo, el daño del ADN y un buen número de enfermedades y afecciones. También influyen de forma positiva en la expresión de genes implicados en el metabolismo y la inflamación. Además, desencadenan la liberación de hormonas de saciedad, que pueden hacer que te sientas más lleno y satisfecho

En cuanto a aprovechar mejor las propiedades nutricionales de la verdura, Marqués recomienda que resulta preferible recurrir al vapor, microondas, rehogado o salteado frente a cocciones con más agua, como hervir, cocer o guisar.

La dietista agregó que por su contenido en vitamina C, comerlas crudas (por ejemplo, en ensalada) sería la mejor manera de preservar el nutriente. También los folatos se mantienen mejor en crudo.“Si las cocemos, argumenta, minerales como el calcio, el hierro o el magnesio se absorberán mejor. No obstante perderemos gran parte de las vitaminas. Cuando las cocinamos en agua abundante podemos aprovechar el líquido de la cocción como base para un caldo de verduras”.

La espinaca es originaria de Persia, actualmente Irán. Inicialmente, se introdujo en China y, posteriormente, alrededor del año 1000 D.C, con la expansión del pueblo musulmán, se expandió por la región europea estableciendo cultivos de explotación durante el siglo XVIII.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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