Sub 23 de béisbol: Más aplastantes a cada paso

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El excelente paso mostrado por los Elefantes de Cienfuegos en la actual Serie Nacional de Béisbol Sub-23 ha dejado de ser noticia, pues los discípulos del debutante mentor Dianny Guedes continúan dejando rivales en el camino, y no aparece quien ponga freno a la estampida de la manada de paquidermos.

Algunos, los escépticos, apostaban por el declive según avanzara el calendario, pero a falta de seis encuentros, sin contar el último desafío ante Matanzas que transcurría al cierre de esta edición, los sureños se reían de los peces de colores y se reafirmaban como los líderes absolutos del certamen, con impresionante balance de 23 victorias y apenas siete insatisfacciones.

No habrá que buscar mucho para descubrir las claves del desempeño, pues los cienfuegueros, contra viento y marea, han logrado mantener en equilibrio los principales órdenes de juego. Sin en determinado momento la ofensiva decayó algo, ahora los bates han vuelto por su fueros, como lo demuestran tres fuera de combate en las últimas cuatro presentaciones.

La defensa, aunque ha mostrado síntomas de debilidad, se mantiene por encima de la media del torneo, y el pitcheo, sin duda alguna la mayor alegría para el cuerpo técnico del plantel, ha sido de principio a fin un bastión inexpugnable para las tandas ofensivas rivales.

Luego de los tres primeros choques ante los yumurinos, ganados por los nuestros con pizarras de 12-2, 13-3 y 8-4, la ofensiva volvió a acomodarse entre las primeras de la competencia en varios de los renglones más importantes. Colectivamente el promedio de Cienfuegos (297), era el mejor del país, y aventajaba por mucho el 265 de la justa. También los Elefantes lideraban el slugging (439), los jonrones (20, empatados con Ciego de Ávila y Holguín), el total de bases recorridas (427) y el bateo con hombres en circulación (316).

Su artillería marchaba segunda en anotadas (197), dobles (54), carreras impulsadas (183), boletos recibidos (174) y bases intencionales (24), mientras anclaba tercera en hits (289) y triples (12).

Como dato adicional la producción era mejor frente a serpentineros derechos, a los cuales les bateaban para promedio de 311, con 211 indiscutibles, incluidos 45 tubeyes, once triples y 18 cuadrangulares.

El aspecto negativo llegaba en los ponches recibidos, todavía primeros con 189 hombres abanicando sobre el plato.

Como ya habíamos comentado la defensa lograba mantenerse en posiciones de vanguardia. Cinco puntos por encima de la media (967 por 962), ubicaba a los nuestros en la cuarta plaza general, con 38 pifias en un total de mil 148 lances. Destaca el máximo sitial en la cantidad de jugadas de doble play (43), así como que los receptores habían cometido un solo pasbol y habían capturado a 19 aspirantes a estafadores en 31 intentos.

Y llegamos al que muchos suponían sería el Talón de Aquiles de la novena, y que por el contrario ha lucido sobremanera durante todo el trayecto. Fácil es superar la media de cuatro carreras limpias que exhibe la Serie, pero, además, el promedio de 2, 49 del staff cienfueguero es el mejor del país. Sus monticulistas también comandaban en el WHIP, con 1, 25, a la vez que eran los menos pasaportes intencionales otorgaban, con siete.

Por otra parte, andaban en el segundo escaño en ponches propinados (181), anotaciones permitidas (91), limpias (71, boletos (100) y vuelacercas soportados (5), en este último acápite solo superados por los pitchers de Granma, a los que les habían bateado cuatro estacazos. En incogibles (222) y average de los contrarios (242) iban terceros, así como cuartos en pelotazos, con 25.

Sabemos de sobra que en los deportes colectivos los triunfos son fruto del aporte de todos, y este equipo ha sido muestra fehaciente de la contribución de cada uno de sus integrantes. Pero no podemos obviar individualidades que reclaman titulares, como es el caso del camarero César Prieto, de excelente desempeño a lo largo de toda la justa.

El muchacho de Abreus aparecía como líder de los bateadores con promedio de 414, además de encabezar el casillero de hits con 48. Había anotado 30 veces, exhibía siete dobles, un triple y un jonrón, con 15 carreras empujadas.

Daniel Pérez Pérez reafirma su clase con 354, gracias a 40 batazos en tierra de nadie, incluidos nueve biangulares y un tribey. También pisó la goma en 30 ocasiones y trajo hacia ella a 21 compañeros.

Sin hacer mucho ruido, el paracortos José Manuel Oramas se ha convertido en hombre importante del line up, con sus 287 de average y 23 impulsadas. Gabriel Suárez (cinco para la calle y 28 traídas), Richel López (líder en slugging con 616), Félix Javier Rodíguez, Javier Calderín y Cristian Borges, entre otros, también han tenido protagonismo desde el cajón de bateo.

Adrián Bueno ha sido el as del pitcheo sureño. Seis victorias sin la sombra de un revés, tres choques completos, 1, 33 de promedio de carreras limpias (9 en 61 entradas de labor), un WHIP de otra galaxia (1, 03), 42 ponches y apenas 17 boletos, son muestra de la soberbia forma que ha mostrado sobre la lomita.

A la causa han contribuido Hermes González (4-2 y 2, 36), Alex Pérez (4-0 y 3, 49) y Darpin González (3-0, 2, 01 y WHIP de 0, 94).

Línea aparte merece el cerrador José Antonio Córdova, autor de tres victorias y cuatro salvamentos, 22 estrucados en 19 y dos tercios de actuación, e impresionantes promedios de limpias (0, 92) y WHIP (0, 97).

¿Le quedan dudas? El paso tiene que ser aplastante, y de mantener esa forma, pudiera llegar el alegrón que desde hace varios años espera la afición cienfueguera.

José Manuel Oramas se ha sumado como hombre importante a la ofensiva. /Foto: Carlos Ernesto

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Carlos E. Chaviano Hernández

Periodista y Director de programas de televisión.

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