Soplando caricias, nuevo video clip del realizador Arí Bayolo (+Video)

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Arí Bayolo es un joven realizador audiovisual de Cienfuegos, cuya carrera en el video clip este sitio ha seguido en sus espacios culturales. El más reciente trabajo del artista lleva por título Soplando caricias, y va al servicio de un tema interpretado por los también locales Xiomis y DJ Maxi.

El nombre completo de la primera es Xiomis Lidia Navarro Collado. Se trata de una vocalista cienfueguera de 23 años perteneciente a la Asociación Hermanos Saíz, núcleo artístico juvenil de vanguardia donde también milita su compañero del material audiovisual, Félix Enrique Varona Muñoz: él, miembro además del proyecto Alfa Sur DJ de Música Electrónica de Cienfuegos.

En entrevista con Arí, el también diseñador gráfico y otaku* explica que “el video representa la relación tormentosa entre una pareja. Soledad, violencia, ruptura y cadenas, pasión y odio. Inocencia y amor. Sentimientos encontrados. Sueños. Dolor. Libertad, perdón y olvido”.

Añade que “la historia transcurre en el interior de una habitación en penumbras donde la única luz existente es la intermitente de los relámpagos durante una tormenta. El rayo representa la conexión entre dos cargas: una positiva y una negativa. Dos cargas opuestas (ella y él); una en el cielo y otra en la tierra. Esta conexión crea un flujo de energía provocador de una grieta en el espacio, la cual desprende luz”.

El curso del relato evoluciona de forma ágil, mediante imágenes reiteradas de las persianas, elemento a través del cual son engarzados el mundo exterior con el interno. La tormenta ruge afuera, pero deviene reflejo de cuánto ocurre dentro. Se utiliza mucho la metáfora a través de icónicos semióticos como los cristales rotos, los gritos de Maxi… Luego, de a poco, va llegando la calma; ella (Xiomis) se hace ligera y sus pies se levantan del piso, a modo de espíritu o alma. Llueve. La joven danza y se libera.

Las persianas que se alumbran en la oscuridad también tienen la intención de hacer un símil con los display de los ecualizadores de los equipos de música. Igual se mueven al compás de la voz de Xiomis, lo cual se aprecia en su mayor parte durante la recta inicial del video. Suave cuando acompañan la voz de Xiomis y fuerte cuando acompañan el poder del background durante otras áreas del metraje”, apunta el realizador.

Afirma Bayolo que “hay una escena muy especial en el clip: la del juguete-perrito de peluche, el cual tiene un corazón rojo a modo de botón en el pecho que es activado cuando van a comenzar la canción y la tormenta. Representa la inocencia, el amor y la ternura, que entran en juego desde el momento en que toma vida: cuando le encienden el botón es un juguete que habla, canta y emite luces. El juguete es de mi hijo Caleb, la toma empleada ya estaba filmada mucho antes de decidir rodar el video clip”.

Otros signos del material también remiten al hogar de Arí (los pies que levitan, los relojes, la lluvia cayendo en los charcos…). Para las escenas de las sábanas, del mismo modo rodadas en su casa, empleó de modelo a una amiga. Filmó con luz natural y luego trabajó en postproducción la velocidad de los frames y la iluminación.

Las escenas de dibujos animados fueron dibujadas cuadro a cuadro con bolígrafo y plumón, tomando como referencia videos de otros materiales fílmicos. Luego se escanearon y editaron, de 3 a 4 frames por cada dibujo. La animación más larga y complicada fue la de la sirena en la taza de café, con alrededor de 205 dibujos de forma inicial y a la postre sellada en unos 160. La animación de la taza fue hecha en 3D y luego superpuesta a la animación manual de la sirena.

Entre los anuncios de neón y los rayos existe una relación en la forma, imagen y concepto. Ambos articulan una línea continua de luz; en el caso de los rayos esta es quebradiza y en el de los anuncios, suave y ondulada. Son dos perfiles de una misma moneda, merced a las cuales resulta alternado el hilo de sucesos en el material fílmico.

Las imágenes de los carteles de neón fueron descargadas de bancos de fotos de internet, luego trabajadas y animadas en ocasiones, en la postproducción.

A todo el video se le prestó mucha atención en los ítems del brillo y el contraste. A casi todas las escenas les fue aplicado un filtro azul. Y la edición se hizo bien dinámica, incluso caótica por trechos, con toda intención.

Los software empleados por Bayolo fueron Adobe Premier, Photoshop, Corel Draw y el 3Dmax. No utilizó nunca lo ha hecho en sus videos el after effects. Para la filmación, utilizó varias cámaras: tableta, teléfonos celulares y una semi-pro Sony. La consustancial diferencia en las características de velocidad de filmación y otros parámetros desiguales derivados de la decisión provocaron grano y ligeros desenfoques en el video matriz del editor de video, propios del cine celuloide y no del digital HD, por lo cual el creador decidió utilizar el recurso de las rasgaduras y otros que enfatizaran el referente al cine de celuloide, en pos de convertir el “defecto” en efecto.

(*) El término otaku se emplea popularmente en Japón y se ha adquirido en otros países como sinónimo de persona con aficiones apasionadas al anime o manga (Nota del editor).

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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