Sentir la economía

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Pudiera ser una verdad de Perogrullo la afirmación de que la economía sustenta a la sociedad. Si no llega a ella, si no se refleja en los bolsillos de la gente, en la calidad de vida y en el bienestar, se mira entonces como algo lejano, teórico, de interés solo para quienes conducen sus destinos y pueden adoptar decisiones o para investigadores y profesores y estudiantes, sobre todo de carreras afines en las universidades.

Vayamos por partes. Cuba ronda, según clasificaciones internacionales, el número 60 (más o menos) en el Producto Interno Bruto (PIB). En cuanto al Índice de Desarrollo Humano (IDH), que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país y que en definitiva muestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que nos encontramos en un puesto ligeramente superior al 80.

Como se conoce, la economía cubana está sustentada en los recursos naturales del país, que son muy variados y van desde minerales, como el níquel y el cobalto, a los paisajes tropicales que atraen a numerosos turistas todos los años. El capital humano es el otro pilar fundamental, que cuenta con algunas de las tasas más elevadas de alfabetización, esperanza de vida y cobertura sanitaria de toda la América Latina y el Caribe.

No puede dejar de tenerse en cuenta en estos momentos también los problemas con los suministros y la falta de insumos básicos.

Resulta cierto que las dificultades que aquejan a quienes residimos en este archipiélago han propiciado que muchos –no pocos por cierto- vean a la economía con recelo, porque solo la perciben con determinada certeza en la menguada canasta básica y en algunos otros pocos productos. El desabastecimiento de los mercados en Moneda Libremente Convertible (MLC) y Moneda Nacional (MN) deprime y hacen mirar y pensar con cierto escepticismo.

Con justeza se denuncia el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo cubano y sus causas, pero no es solo el responsable absoluto de todos los problemas que afrontamos. Perduran errores y desaciertos, como en muchos de los aspectos inherentes a la Tarea Ordenamiento, como la inflación, como el ejemplo más negativo.

La máxima dirección del país, con la mirada extendida, ha planteado “trabajar de una manera diferente las problemáticas de la población”. En una reunión del Consejo de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, planteó: “Todo el aprendizaje que tuvimos en los recorridos que hicimos los candidatos, todo lo que salió en ese riquísimo intercambio con la población, nos tiene que llevar a un momento diferente del trabajo en función de las problemáticas más acuciantes que tenemos en nuestro país”.

La nota informativa sobre ese y otros análisis, publicada en varios medios de comunicación, señala que las reflexiones del Jefe de Estado estuvieron motivadas por la presentación del primer punto de la agenda, referido a las orientaciones emitidas por el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) para incrementar las acciones encaminadas a regular y enfrentar los precios abusivos que en la actualidad se manifiestan, un tema que, según afirmó, “fue el más planteado por la población en estos encuentros”.

“Nosotros tenemos una inflación que no vamos a resolver solo con estas medidas, pero sí podemos acabar con el abuso, con la especulación, con el aprovechamiento de la situación por parte de un grupo de personas que actúan sin conciencia, sin compromiso hacia la población, desdeñando el esfuerzo que se hace”, significó.

Reseñó Díaz-Canel que en muchos de esos intercambios “se dijeron cosas muy dramáticas”. Y señaló que hay incluso personas ancianas que han estado aportando durante toda su vida a la construcción del país, al desarrollo, y se quejan de que cualquier vendedor, vendiendo a precios abusivos, los desprecia cuando ellos le dicen que el precio de un producto está alto”.

“Eso no se puede permitir en esta sociedad; la Revolución no se hizo para eso. No se puede permitir, y hay que ir de una manera más enérgica a resolver el problema”, subrayó.

La verdadera solución, reiteró, es que produzcamos más, y hacia ahí también nos vamos a orientar: producir más, tener más ofertas de bienes y servicios y lograr que el salario tenga mayor capacidad adquisitiva. Pero ahora, enfatizó, hay que ir a un enfrentamiento “contra los que abusan, contra los que especulan y contra los ilegales”.

¿Cuándo comenzaré ese tan esperado combate, de manera que se haga notable y eficaz?, me pregunto.

En el recién efectuado VI Pleno del Comité Central del PCC, Gladys Bejerano Portela, Contralora general de la República, reflexionó sobre la importancia de escuchar siempre a nuestro pueblo y no cansarnos en el empeño de buscar todas las soluciones posibles a los problemas que actualmente lo aquejan.

En tal sentido llamó la atención sobre temas muy agudos que afectan a la población y que con el paso del tiempo no se avanza en su solución, como es el caso de los altos precios de muchos productos y la reventa de otros tantos, también a precios exorbitantes, que gran parte de los cubanos no puede pagar para obtenerlos, aunque muchos sean de primera necesidad.

“Tenemos miles de razones para seguir insistiendo en esa resistencia creativa a la que se nos han llamado, pero tenemos que seguir buscando las mejores maneras para lograrlo”, valoró.

Esas acciones hay que hacerlas a nivel de municipio, en cada comunidad, y preparar bien a todos los que van a estar involucrados, para que sea una actuación sistemática, de rigor, a la que se vaya sin prepotencia, con argumentos, con la verdad y con el apoyo del pueblo.

En la misma medida que se actúe, la población tendrá más confianza y va a decir dónde están los lugares donde se especula y quiénes lo hacen. De ahí su énfasis en vincular las acciones con el control popular y que todas sus formas apoyen el enfrentamiento.

Los cubanos están urgidos de creer en la economía, como creen en la Revolución y sus conquistas. Pero la situación no puede seguir igual durante más meses y hasta años, haya que hacer lo que sea necesario, con respeto, pero con valentía. Si la solución total no está en las manos, hay que aplicar alternativas; no hay de otra.

En términos económicos también se debe arriesgar; adoptar decisiones sin temores ni con “el pasado de manos” y la tolerancia; priorizar; manejar los gastos sobre la base del grado de urgencia que tengan determinados productos para la población, como los medicamentos, por ejemplo, sobre cuyo suministro y manejo en las ventas hay muchas insatisfacciones y hasta riesgos para la vida y sobre los que crecen las quejas y expectativas de la población.

Nada resulta fácil cuando no hay de donde sacar, pero si la población no confía en la economía y sin la aplicación urgente del enfrentamiento y la materialización de determinadas soluciones paliativas estaremos, como decía mi abuela: “fritos y puestos al sol”. El repetido discurso debe cambiarse, porque ya no convence.

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Ramón Barreras Ferrán

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos.

Un Comentario en “Sentir la economía

  • el 28 mayo, 2023 a las 5:17 pm
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    Una medida es que no se pueda transferir de una tarjeta de MLC a otra y le vas a dar un duro golpe a esa económia sumergida.

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