Santiago de Cuba, campeón inédito del fútbol cubano

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Santiago de Cuba se aplicó a la vieja, pero sabia a máxima, de hacer hoy lo que otro hubiera dejado para mañana (en su caso para el sábado que viene), y con un gol de Eddy Gelkis Olivares cuando ya estaban recogidos los balones (minuto 90+3), decidió con marcador 2-1 el crucial duelo frente a los tiburones de Ciego de Ávila, resultado que combinado con el empate a dos entre Miuras y Marineros acá en la cancha Luis Pérez Lozano proclamó Campeón Nacional inédito al once de los Diablos faltando aún una fecha del calendario en la hexagonal final de la Liga Cubana de Fútbol.

Lo más sobresaliente del palmarés de los nuevo titulares dirigidos por el técnico italiano Lorenzo Mambrini es que lo han conseguido en condición de invictos, para proclamarse por vez primera, con este nombre, en la larga historia del más añejo de los campeonatos cubanos.

Me lo confirma una nota del buen amigo y colega Osvaldo Rojas Garay, quien en su reporte para Vanguardia lo acota: “Aunque en 1949 hubo un equipo que con el nombre de Diablos Rojos se coronó campeón, lo cierto es que este sábado 24 de junio ocurrió un suceso inédito en el fútbol cubano, con la proclamación del once de Santiago de Cuba como monarca de la 102 versión del certamen nacional”.

El técnico italiano Lorenzo Mambrini, director técnico del flamante campeón Santiago de Cuba. /Foto: Alejandro Cebreco (Jit-online)
El técnico italiano Lorenzo Mambrini, director técnico del flamante campeón Santiago de Cuba. /Foto: Alejandro Cebreco (Jit-online)

Los indómitos se adelantaron al minuto 28 de juego por intermedio del refuerzo pinero Yoandir “El Rifle” Puga, que de esta manera consiguió su tercer gol en los últimos dos partidos, llegó a nueve y se mantiene en la puja por el liderazgo de los artilleros, que encabeza el avileño Sánder “Keko” Fernández, autor de una docena de dianas.

Como era de esperar, ahí mismo comenzó la fiesta, que transitaría el resto del duelo hasta el 84′, cuando el tiburón Ángel Rodríguez igualaba las acciones para la visita a la “Antonio Maceo”. No faltaron caras largas, pero la corneta china de la conga santiaguera volvió a rasgar la tarde sabatina nueve minutos después, ya en el tercero del alargue, con el aludido gol de Olivares.

Y si el de Eddy Gelkis fue celebrado, el de Yordan Santa Cruz, conseguido casi a 700 kilómetros de La Ciudad Héroe en dirección oeste, también decursando el minuto tres de tiempo añadido, desató el carnaval santiaguero en las tribunas de la “Maceo”, pues ese gol consumaba el 2-2 definitivo entre Cienfuegos y Camagüey, este último hasta entonces el otro potencial aspirante según algoritmos al título, pero al cual sólo le servía un triunfo para mantener vivo el sueño. Y me explico.

Con este doble resultado el invicto cuadro de Santiago de Cuba sumó 21 puntos, en tanto Camagüey llegó a 15 y ya incluso podrá prescindir de jugar el choque suspendido al cierre de la primera ronda de esta hexagonal final, toda vez que aunque los agramontinos le ganasen dos veces a Las Tunas (entiéndase el de la última fecha y el que no pudo jugarse en Manatí en la aludida jornada por problemas de alojamiento), y supuestamente Santiago de Cuba cayera en la última fecha ante el decapitado rey naranja del Expreso del Centro, nada cambiaría ya, y todo porque en el pareo bilateral los de Mambrini sacaron renta de cuatro puntos sobre los Miuras merced a victoria y un empate.

Por pura cuestión de orden reseñamos lo sucedido acá en Bonneval, donde esta vez como local (la condición que más le favoreció a la depauperada selección marinera), los pupilos del técnico Frank Pérez Espinosa, in extremis como ya se ha apuntado, consiguieron conjurar una saga de cinco descalabros en fila.

A pesar de que el duelo resultaba clave para la visita, el choque tuvo la peculiaridad de que los cuatros goles llegaron en el segundo tiempo. Tal vez conservadurismo en las filas camagüeyanas, que conocedoras del nivel del rival prefirieron economizar para sorprender en el tramo del cierre.

Y lo digo porque justo eso fue lo que empezó a dibujarse en el planteamiento, cuando al minuto 63 Dagoberto Quesada puso delante a los Miuras en la grama del “Luis Pérez Lozano”. Sólo que apenas segundos más tarde llegó la paridad en los pies del más letal de los cienfuegueros este año, el incombustible veterano Reinier “Coco” Cerdeira.

Trece minutos más tarde Víctor Coloma parecía ponerle punto final al guión previsto por el alto mando agramontino. El marcador 2-1, el que mantenía soñando a los toros de las sabanas, era ya cuestión de tiempo…, pero no hay sorpresas. El desenlace ya lo saben de antemano.

Comoquiera que se habla de ese resultado que nadie espera y hace a la gente exclamar asombro o ponerle los ojos como platos, toca decir que donde sí hubo sorpresa, y nada grata, por cierto, fue en la cancha Camilo Cienfuegos, de Zulueta, donde el hasta entonces monarca exponente cayó, si no estrepitosamente, sí de manera inesperada ante el colero de la justa, Las Tunas.

Dayron Blanco se encargó de hacerle amarga por partida doble la jornada a los alumnos del profe Raúl Mederos, cuya aspiración a podio, ahora con 11 puntos, se ha tornado incluso remota, pues dependerá del partido de cierre frente al campeón. Es verdad que será en Zulueta y la adrenalina estará a flor de piel, pero pienso que por una cuestión de reafirmación, los coronados Diablos Rojos saldrán a por todas: concluir su temporada invictos, sentando cátedra acerca de su condición y además para hacer mucho más significativa la vieja máxima de que: ¡a rey muerto, rey puesto!

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Héctor Castillo Toledo

Geógrafo y pedagogo por la academia. Periodista por vocación y autodidactismo.

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