Sandalio Consuegra, ídolo de Potrerillo

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Por: Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Sandalio Simeón Consuegra Costello conserva la virtud de estar entre los lanzadores derechos que más se destacaron en el ámbito nacional, desde fines de la década del cuarenta hasta los cincuenta del siglo XX, y mucho más allá. En él todo fue eficiencia.

Conocido por “Sandy” en el exterior y “Potrerillo” en la Isla, había nacido el 3 de septiembre de 1920 en la finca Potrerillo, antigua provincia de Las Villas, de allí el sobrenombre, y falleció en el exterior, el 16 de noviembre de 2005. De figura atlética, alto y con el peso deseado, su fisionomía llegó a ser de 5´11” de estatura y 165 libras de peso.

Sandalio Consuegra, que ya de por sí poseía un nombre bastante rústico que Dios sabe de dónde lo sacaron sus padres, era conocido como “Potrerillo”, en honor a su pueblo natal de la provincia de Las Villas, nombre que también designa un pequeño prado para pastar.[1]

Comenzó a jugar con el Cumanayagua a los quince años de edad. Después pasó al Regimiento 7, de las Fuerzas Armadas; también estuvo con La Salle. En 1941 actuó con el Sancti Spíritus y de ahí saltó a la Liga Nacional Amateur, de la Unión Atlética de Amateurs de Cuba, donde fue otro de los grandes, conformando un excelente trío en el Deportivo Matanzas, junto al zurdo “Catayo” González y el diestro “Limonar” Martínez. Su actuación fue clave para los títulos de 1943 y 1945.

En el béisbol amateur cubano existió un trío de lanzadores que defendieron los colores del Deportivo Matanzas dirigido por Pipo de la Noval, que le llamaron “Los Tres Mosqueteros”. Ellos fueron Sandalio “Potrerillo” Consuegra, Rogelio “Limonar” Martínez y Ángel “Catayo” González. Los brazos y el arte de lanzar de estos tres colosos de la lomita, siguieron en versión deportiva el ejemplo de Aramís, Athos y Porthos: Uno por todos y todos por uno”.[1]

Como amateur, en la temporada de 1943, Consuegra terminó líder en efectividad (0,97), además de 11 triunfos, y en 1944 llegó a la notable cifra de 24-2 y 1,39, solo superado por otro estelar, Antonio (Lindo) Suárez. En sus cuatro años acumuló un récord de 46-18 y 2,12. Además, por su bateo en aquel circuito, cuando no lanzaba patrullaba los jardines.

Sandalio Consuegra (Deportivo Matanzas). Foto: Cortesía del autor.

Estuvo en las Series Mundiales Amateurs de 1943 y 1944 en La Habana y Caracas, respectivamente. La primera fue ganada por Cuba. La victoria de Consuegra se produjo el 2 de octubre (2 x 1) contra Panamá, en un gran duelo contra el zurdo panameño Patricio (Pat) Scantlebury, quien en fechas diferentes se desempeñó sobre el montículo del Almendares y el Cienfuegos. Sandalio perdió el último día del torneo (7 x 0) ante los canaleros, cuando los locales habían asegurado el título. En la justa venezolana de 1944, la selección isleña se retiró, finalizando en tercer lugar. En su única decisión, en la segunda serie eliminatoria, blanqueó a Panamá (8 x 0), el 9 de noviembre. Internacionalmente obtuvo balance de 2-1, con efectividad de 2,69.

Participó en ocho temporadas de la Liga Profesional Cubana y en un torneo independiente (1947-1948). Su debut fue en 1945-1946, con el Marianao y estuvo hasta 1957-1958 en el circuito cubano, retirándose como integrante del Cienfuegos. Sus resultados fueron: en 1945-1946, con el Marianao (2-0); 1946-1947 (8-11); 1947-1948, alternando entre Leones y Santiago, del torneo independiente de la Liga Nacional (13-8); 1949-1950, con el Marianao (13-12); 1950-1951 (4-8); 1952-1953, alternado entre Marianao y Cienfuegos (6-9); 1955-1956, con el Cienfuegos (3-3); 1956-1957 (1-1) y 1957-1958 (2-3). Total: en 206 desafíos, de ellos 33 completos, obtuvo balance de 52-55 (486), con 270 ponches, 280 bases concedidas y efectividad de 3,64.

Interesante resulta que en el profesionalismo cubano haya alcanzado un balance negativo, por debajo de sus resultados en las Ligas Mayores, pues ocupó el 10mo. lugar en juegos perdidos (55). En 1946-1947 encabezó los lanzados (27) y los boletos (70). En 1946-1947 también fue quien más lanzó (31) y perdió (11), renglón que volvió a encabezar en 1949-1950 (12). En esa lid dominó las entradas lanzadas (162).

Fue campeón con el Cienfuegos en 1955-1956, y representó a Cuba en la VIII Serie del Caribe de Panamá, en febrero de 1956, donde los Elefantes se coronaron; perdió el único desafío de los campeones, frente al Caguas, de Puerto Rico.

Estuvo en Grandes Ligas durante ocho campañas: Washington Senators (1950, 1951, 1952 y 1953), Chicago White Sox (1953, 1954, 1955 y 1956), Baltimore Orioles (1956 y 1957) y New York Giants (1957). Allí, en el circuito mayor, cerró con marca de 51-31 y 3,37 de efectividad.

Había llegado en 1949 al Washington Senators, procedente del Puebla en la Liga Mexicana, y debutó el 10 de junio de 1950 con ese equipo de las Mayores. Allí su labor estuvo por encima de estelares como Pedro Ramos y Camilo Pascual.

Muy especial resultó la temporada de 1954, cuando lanzó en el Juego de las Estrellas, en representación del Chicago White Sox, plantel donde incursionó el 12 de mayo de 1953.

El principal reconocimiento de los jugadores latinos que llegaron al Washington Senators a partir de 1950, estuvo en el pitcheo sólido de Pedro Ramos (67-92 entre 1955 y 1960) y Camilo Pascual (53-77). Otro excelente pitcher en el staff de los Senadores, que se destacó en esa década: Sandy Consuegra, alcanzó 20-16 en tres temporadas antes de pasar en 1953 al Chicago White Sox.[1]

Su mejor año fue 1954, cuando se convirtió en el primer latino con el título de pitcheo en la Liga Americana, tras un récord de 16-3 (.842), también estuvo cerca de llevarse el liderato en efectividad (2,69), solo detrás de Mike García (2,64). Fue 7mo. en triunfos (16), 4to. en promedio de embasado por inning (1,149), 3ro. en boletos por entrada (2,046), además de 1ro. en promedio de carreras limpias ajustado (1,39). En 1953 y 1955 fue 8vo. en juegos lanzados (40), la misma ubicación en salvados en 1952 (5) y 1955 (7). Concluyó 7mo. en lechadas en 1950 (2).

En 1954 se destacaron en las MLB cuatro nativos: Orestes Miñoso, Camilo Pascual, Miguel (Mike) Fornieles y “Potrerillo”. Por esa razón, para “protegerlos”, no tuvieron el permiso de los dueños de sus respectivos equipos para jugar en su país. Una rémora suscrita en el Pacto de 1947 entre las Ligas Mayores y la Liga Profesional Cubana, donde esta última pasó a integrar el Béisbol Organizado de los Estados Unidos.

El bateo de Sandalio no se hizo sentir desde el amateurismo, pues en las Mayores solo compiló .170. En 1951 y 1952 lideró el fildeo de los lanzadores en la Liga Americana. Utilizó como números, el 15, 30, 21 y 49, pero el que tuvo por más tiempo fue el 20. El 24 de julio de 1956 pasó al Baltimore Orioles, el primer cubano en lanzar con ese equipo, y el 14 de mayo de 1957 se fue al New York Giants, con quienes lanzó su último desafío en ese circuito, el 28 de mayo.

Se desempeñó en nueve campañas de las Ligas Menores, en Estados Unidos, México y Canadá: Ángeles de Puebla (1946, 1947 y 1948), Havana Cubans (1949 y 1950), Cuban Sugar Kings (1956 y 1958), Vancouver Mounties (1957), Sultanes de Monterrey (1958) y Charlotte Hornets (1961). Concluyó con balance de 24-12 y efectividad de 2,46.

Su última aparición en el béisbol activo fue en 1961, con el Charlotte, a la edad de cuarenta años. En 1949 había lanzado para los Gavilanes, en la Liga Zuliana de Venezuela, donde resultó líder de los lanzadores (14-3). En 148,1 entradas y 17 juegos completos, encabezó el promedio de carreras limpias (1,58). Allí dejaría una huella imborrable:

El jueves 22 de septiembre de 1949, Sandalio Consuegra hizo historia desde el montículo desde el estadio Cerveza Caracas, de San Agustín, como autor de un encuentro sin hit ni carrera, que guio al conjunto Havana Cubans a imponerse 3-0 ante el Cervecería Caracas, en el marco de la IV Serie Interamericana de Béisbol Profesional. La joya monticular de Consuegra perdió la posibilidad de perfección cuando el campo corto Cañizares cometió error sobre batazo de Vidal López.[1]

Por esas cosas de la pelota, Sandalio quedó sin un juego perfecto, algo jamás logrado en la isla en juegos oficiales, con la excepción del espirituano Máels Rodríguez, el 22 de diciembre de 1999 contra Las Tunas, en el estadio José Antonio Huelga, de Sancti Spíritus.

Aunque la hazaña pudo lograrse en el exterior, en nada pierde méritos “Potrerillo”, quien enfrentó solo a 27 bateadores, apoyado por Pedro (Gamo) Pagés con una jugada de excepción en el jardín central y una doble matanza al corredor que había llegado a la inicial por el mencionado error.

Sandalio (Potrerillo) Consuegra está, por derecho propio, entre los grandes de la Pelota Cubana de siempre.

Conrado Marrero y Sandalio Consuegra (Havana Cubans) pitchers. Foto: Cortesía del autor.

[1] Roberto González Echevarría: La Gloria de Cuba. Historia del Béisbol en la Isla. Editorial Colibrí. Madrid, España, 2004, p. 373.

[2] Marino Martínez Peraza: Por amor a la pelota. Historia del Béisbol Amateur Cubano. Ediciones Universal. Miami, Florida, 2009, p. 101.

[3] Mark Rucker y Peter C. Bjarkman: SMOKE. The Romance and Lore of Cuban Baseball. SPORTS ILUSTRATED. 105 Abel Street. Kingston, New York, 12401, p. 155.

[4]Javier González y Carlos Figueroa Ruiz: Venezuela-Cuba. 80 años de rivalidad beisbolera (1934-2014). Gráfica Acea C. A., Caracas 2014, p. 99.

Con documentación de Enciclopedias de las Grandes Ligas, Baseball-Reference.com, Jorge Figueredo, Guías del béisbol profesional cubano y de México, Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga, Oreidis Pimentel, Severo Nieto, Marino Martínez, Javier González y Carlos Figueroa, Roberto González Echevarría, Yasel Porto Gómez, Peter Bjarkman, René Molina, Ángel Torres, Jess Losada, Juan Ealo, Tony Oliva, Asdrúbal Baró, Adonhay Villaverde Blanco, y otras fuentes).

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Cubadebate

Medio de información alternativa que alerta sobre campañas de difamación contra Cuba. Agrupa a periodistas cubanos y de otras nacionalidades en torno al Círculo de Periodistas contra el Terrorismo

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