Rinde Raúl homenaje a Fidel en Santa Ifigenia

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Amanece en el Cementerio Patrimonial de Santiago de Cuba. “Buenos días, Fidel”, diría el poeta. “Presenten armas”, ordena el alto oficial. El Himno rompe el sepulcral silencio y ahonda la solemnidad. Al cielo sube “la bandera más bella que existe”, apenas son las 7:00 de la mañana en la tierra donde reposa el Comandante en Jefe, el líder insurrecto y redentor.

Del edificio administrativo del camposanto, salen los jóvenes soldados, erguidos e impecables, por el sendero que abren las califas. Suena la Elegía a José Martí, canto de una banda que el alma se conmueve. Allí están los dirigentes de la Revolución, el General de Ejército Raúl Castro Ruz encabeza el pequeño grupo, que esta mañana rinde honores al estadista de la nación, a un año de su descanso definitivo en esta tierra cubana.

El relevo de la guardia de honor se hace a la vez en los monumentos a Fidel Castro, José Martí, Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, ilustres cubanos, jamás vencidos.

Hasta la piedra, donde un año atrás llegara a esta misma hora la urna de cedro con las cenizas del Comandante, el pueblo lleva rosas blancas, la ofrenda la custodian un combatiente, una mujer, un obrero y una estudiante, rostros de una Isla dignificada.

La corneta toca las notas que otrora llamaron al combate, las palabras del Comandante en Jefe resuenan en Santa Ifigenia como aquel 1 de mayo de 2000 en la Plaza, el día que nos legó por siempre el concepto de Revolución para hacerlo ley de vida, en que en letras doradas está escrito muy cerca de él, “porque no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”.

El Presidente cubano anda sobre sus pasos, lleva en un puño la rosa y el corazón. Raúl se cuadra frente al Jefe. Es el momento más íntimo de la ceremonia, trascurre frente al monolito que guarda toda la gloria del mundo. Después del hermano, pasan compañeros de la Sierra y el Llano, de la pelea y el porvenir.

De la Plaza Antonio Maceo han salido los peregrinos, más de 300 mil, vienen por la avenida Patria. Traen flores, consignas que gritan sentimientos, la nostalgia clavada en la mirada. Vienen a rendir honores al invicto, al guerrillero que traía el monte y el pueblo en la piel.

Raúl se dirige ahora al encuentro del Apóstol, un haz de luz ilumina la cámara funeraria, los presentes lo acompañan. Así sucede ante la tumba de Céspedes, padre del que somos deudores, y frente a Mariana, madre ceiba, madre Patria, se honra a la mujer, al misterio y la epopeya.

El cielo ya viste de amor encendido, los santiagueros se aproximan, Cuba camina en sus pies. El Comandante de Jefe los aguarda. Intactas han quedado las huellas en Santiago, las de Fidel en nosotros y las nuestras en él.

El General de Ejército Raúl Castro Ruz (tercero derecha), Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, rindió tributo al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro en el cementerio Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba, el 4 de diciembre de 2017, en el primer aniversario de su desaparición física. ACN FOTO/Marcelino VÁZQUEZ HERNÁNDEZ/ogm

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Medio de información alternativa que alerta sobre campañas de difamación contra Cuba. Agrupa a periodistas cubanos y de otras nacionalidades en torno al Círculo de Periodistas contra el Terrorismo

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