Rigoberto Bolaños: “El ejemplo de Fidel y sus ideas me acompañarán mientras viva”

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Antes del 1ro de Enero de 1959, Rigoberto Bolaños Díaz era un niño que a los siete años ya vendía carbón en los barrios de Aguada de Pasajeros, ante la necesidad de tener que ayudar al sustento familiar. Era un pequeño dotado de una inteligencia natural que le permitió cursar los primeros grados y alcanzar una beca en la vecina Matanzas, a la cual renunció porque era en una institución militar.

Quien iba a pensar que aquel pequeño, sería uno de los combatientes que enfrentó a los mercenarios en la batalla de Playa Girón.

Hoy, a la altura de sus 79 años, Bolaños recuerda que en las relaciones con sus vecinos siempre predominó la amistad, el respeto y la honradez, a pesar de tener que aprender a defenderse desde pequeño, y asegura que esa etapa de su niñez, fue la base para su formación patriótica, que se consolidó al conocer al hombre que con su pensamiento y acción liberó a Cuba.

He conversado mucho con Rigoberto, sobre su vida a partir del 1ro de Enero de 1959, cuando Fidel bajo de la Sierra Maestra, al frente del Ejército Rebelde y comenzó una nueva etapa para los cubanos, pues a partir de ese momento ningún niño tuvo que trabajar para comer.

Bolaños asegura que tenía mucho interés en conocer al hombre que había logrado con su pensamiento y acción liberar a Cuba; y lo logró el 22 de Mayo de 1959, cuando se produjo la caída del helicóptero del entonces jefe de la Fuerza Aérea Comandante Díaz Lans, en la Ciénaga de Zapata, coincidiendo con el recorrido de la dirección de la Revolución, encabezada por Fidel, que pensaba ya en el futuro de esa zona tan olvidada en la etapa capitalista.

Y cuando el Comandante en Jefe llegó hasta Aguada de Pasajeros y en el sitio donde radicaba el cuartel de la tiranía se dirigió a los vecinos reunidos en ese lugar, logró situarse muy cerca de Fidel. Desde ese instante, se dio cuenta que aquel era el hombre que iba a conducir al pueblo hacia un futuro mejor, pues irradiaba seguridad y optimismo.

En esos días se daban los primeros pasos en la preparación de los jóvenes, y asegura que la visita de Fidel fue la fuente catalizadora para avanzar. Entonces logró iniciar su capacitación revolucionaria.

Bolaños fue de los jóvenes que subió varias veces al Pico Turquino, en la Sierra Maestra. Al surgir las bandas de bandidos en el Escambray pidió que lo enviaran a combatirlas, y relata que para cumplir una misión llegó al campamento de Hatillo, donde estaban formando unidades para dirigirse a Playa Girón.

Entonces, por conocer el lugar, se incorporó a una de las unidades que después enfrentaron y derrotaron a los mercenarios que intentaron invadir el suelo cubano.

Después de la victoria de Playa Girón fue enviado a la Escuela de Instructores Revolucionaros “Osvaldo Sánchez”, donde era frecuente la visita de Fidel, quien sostenía encuentros con los alumnos explicando la estructura de las FAR, las amenazas del gobierno americano y a la agudización de la lucha de clases.

El ahora teniente coronel jubilado de la FAR, recuerda que el desembarco ocurrió el domingo 17 a las 2:40 de la madrugada y fue comunicado desde dos puntos importantes: el del Batallón 339, que ya se encontraba en la zona desde el 10 de abril de 1961, lo comunicó al central Australia, y el de la patrulla de campesinos de Playa Girón que lo hizo al Central Covadonga.

Precisa que el aviso fue recibido por el ayudante del Comandante Jefe del Ejército del Centro, Juan Almeida Bosque, y al llegar Fidel al puesto de mando principal, tomo todas las medidas organizativas y dirigió el enfrentamiento a los mercenarios, que fueron derrotados en menos de 72 horas.

Recuerda que la brigada mercenaria estaba formada por más de mil 500 mercenarios; entre ellos había latifundistas, grandes propietarios, casa tenientes, comerciantes, ex militares de la tiranía, algunos que vivían acomodados, industriales ,lúmpens, e increíblemente, un artista famoso de CMQ Televisión, quien casualmente fue apresado por Bolaños.

Cuenta que los fuertes enfrentamientos del primer día causaron la muerte a 130 combatientes.

Recuerda que participaron 52 batallones, dos columnas, jóvenes combatientes casi adolescentes, campesinos, los obreros del central Covadonga, que cumplieron la orden de Fidel e impidieron que los mercenarios ocuparan ese ingenio que hoy lleva el nombre del mártir Antonio Sánchez.

Bolaños, afirma que nuestras unidades estaban formadas por el Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria, obreros, campesinos, jóvenes y estudiantes, y que al llamado de Fidel, acudieron prestos a la defensa de la Patria como lo hicieron contra la tiranía batistiana protagonizado por los hombres y la mujeres tanto en el frente de batalla como en una segura retaguardia, demostró la pujanza de un pueblo que supo luchar allí por el socialismo que había sido declarado el 16 de Abril de 1961.

El entonces joven combatiente, 60 años después, reafirma que el socialismo cubano, martiano y fidelista, es un proceso irrevocable, pero debemos recordar siempre la historia de los que se sacrificaron por darnos la libertad y la felicidad que hoy tenemos en nuestra Patria, que es como la quería José Martí, con todos y para el bien de todos.

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