Réquiem para la CEN de Juraguá

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 21 segundos

El 2 de septiembre se cumplen 30 años del día en que se diera a conocer la decisión del cierre de la Central Electronuclear de Juraguá, importante obra energética para el desarrollo económico y social del país. El anuncio no se hacía desde la distancia, a través de una resolución ministerial, ni se comunicaba por los noticieros como parte de una reunión a puertas cerradas a nivel de ministros. No se comunicaba por un alto funcionario ministerial ni de la empresa. Aquella tarde, después de una larga caminata desde nuestras agrupaciones constructoras hasta el campamento del Minint que se encontraba en el exterior de la obra, el Comandante en Jefe Fidel Castro venía a explicarnos (primero a los trabajadores de la Electronuclear, antes que al mundo) el porqué de una decisión que muchos no imaginábamos que pudiera ocurrir. También nos anunciaba nuestra posible solución laboral, asegurándonos que aquella fuerza de trabajo especializada iría a otras importantes obras del país; pero que ninguno quedaría desamparado.

En aquel momento, la inmensa mayoría de los presentes nos sentíamos más preocupados por no poder ver finalizar la obra de todos, que por el futuro individual de cada uno de nosotros. Era la preocupación por una industria, fruto de los acuerdos de cooperación alcanzados entre los gobiernos de Cuba y la URSS en 1972, para la introducción de la energía nuclear en Cuba. Como explicara Fidel: “El elemento fundamental para la concertación de un acuerdo de esa naturaleza era la relación de amistad y confianza establecida durante años para nuestros pueblos, y la voluntad política de apoyar un intercambio justo que comprendiera créditos razonables para una inversión de ese tipo”.

Con la desintegración de la URSS y del campo socialista, el proyecto para abastecernos de una fuente de energía exclusiva hasta ahora solo para los países más ricos del planeta,quedaría paralizado. No por gusto, posterior a la disposición de su interrupción, este sueño tuvo en la extraterritorial Ley Helms Burton de los yanquis, una sección llamada: Cesación de la asistencia a los países que apoyen la central nuclear de Juragua. Pero eso vendría después, porque hasta aquella tarde, para los trabajadores de la electronuclear también quedaba la esperanza de un día poder reiniciar los trabajos.

Atrás quedaron aquellas madrugadas de transportación de miles de constructores e inversionistas, que desde cientos de kilómetros y decenas de lugares del territorio, llegábamos diariamente muy temprano a las tres entradas que tenía la obra para comenzar nuestra jornada laboral. Veníamos en rastras o con la combinación de barcos que atravesaban la bahía hasta el muelle de la CEN, ómnibus y rastras. Años de trabajo con elevado rigor y exigencia por la parte soviética, los inversionistas de la Industria Básica y los constructores de la Empresa Constructora de Obras Industriales No. 6 quedaban atrás. También quedaban los recuerdos de compañeros que vieron mover la primera tierra para iniciar los trabajos en 1979 y los de otros miles que comenzaron la construcción civil de las obras. A su lado también quedaba la historia de los más jóvenes trabajadores de Cienfuegos y de otras provincias que habíamos creado una gran familia: ¡la familia nuclear!

Asimismo quedarían los dos reactores nucleares del modelo VVER (acrónimo ruso de Reactor Energético de Agua-Agua) ambos de 440 megawatts de potencia, similares a los del diseño occidental, en los que el agua funciona como refrigerante y moderador de neutrones. Diferentes por completo al modelo RBMK que se utilizó en Chernóbil, el que empleaba placas de grafito para el enfriamiento y considerado menos seguro. Igualmente permanecerían los canales de entrada y salida de agua de mar y la casa de bombas, la sala de máquinas, los edificios auxiliares, el cementerio radioactivo, el edificio administrativo, el nudo de cimentación, los talleres de armo bloques, los laboratorios de hormigón y de metales, el muelle de grandes pesos de Calicito, la rastra Nikola de 96 neumáticos, las grúas torres BK1000 e Imenasa, las bombas de hormigón Putzmeister, los buldóceres Komatzus D 355, los camiones fuera de camino soviéticos BELAZ, etc. Como nos explicara Fidel: “Un análisis de la actual construcción de la CEN muestra el esfuerzo serio y sostenido que Cuba, en las condiciones más difíciles ha realizado para cumplir los compromisos suscritos. Así tenemos que el Bloque 1 de la CEN presenta la  situación siguiente: se ha terminado el 90 por ciento de  la construcción civil; se han instalado unas 7 mil toneladas de equipos y cerca de 3 mil toneladas de tuberías tecnológicas; se cuenta con el 80 por ciento de los suministros para la  puesta en marcha del bloque, se han invertido hasta la fecha más de 1 100 millones de dólares, se han construido 2 000 viviendas, una base industrial de apoyo para la construcción de la CEN”.

Tres días después (el 5 de septiembre de 1992), en el acto por el aniversario del asalto al Cuartel Moncada y el levantamiento de Cienfuegos, Fidel anunciaba al mundo la decisión; pero como nos enseñó, él era el primero que ya se había reunido con los trabajadores y con el pueblo. Después vinieron las obras del turismo en Varadero, la reparación de centrales azucareros en Ciego de Ávila, la construcción de la central termoeléctrica de Varadero y otras. Algunos quedaron laborando en la conservación de la CEN, en la construcción de otras obras o fueron reubicados en empresas dela provincia. Con orgullo considero que a todos los distinguió el alto nivel técnico y la disciplina tecnológica que asimilamos en Juraguá. Del mismo modo, una vez más se cumplió la palabra empeñada por Fidel: ¡nadie quedó desamparado!

Aquella tarde muchos lloraban, pero nadie temía. Las lágrimas de hombres y mujeres se confundieron con la torrencial lluvia que acompañó al acto, pero de la que no se trató de guarecer nadie. Ninguno se movió. Tampoco Fidel, que estuvo explicándonos las circunstancias que dieron lugar a la decisión: “¡Hasta la naturaleza llora!”, nos decía el Comandante.

Visitas: 48

Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

19 Comentarios en “Réquiem para la CEN de Juraguá

  • el 12 septiembre, 2022 a las 4:39 pm
    Permalink

    Un accidente nuclear es una conjetura, no se sabe que hubiese pasado porque nunca ocurrio y tampoco va a ocurrir (no con esa de Juragua) tal vez otra, igual una hipotesis mas. Al final accidentes nucleares han existido en el mundo entero. Se compara con Chernobyl por la cercania ideologica y tecnologica de aquel proyecto, no por hacerle el juego al imperialismo, por favor, seamos objetivos ¿con quien la comparamos?¿con una de USA?, por favor.

    Muy lamentable lo de aquellos que volcaron sus vidas en eso. Al final lo que cuenta es el resultado y con el mayor respeto, el romanticismo de las lagrimas y lo que pudo ser, no deja ver lo que realmente es. Un fracaso, por los motivos que sean o fueron, una perdida mayuscula de tiempo y recursos para un pais del 3er mundo como somos que todavia al dia de hoy creo que se esta pagando y una duda colosal del nivel de capacidad de los cubanos para lidiar de manera efectiva con proyectos de semejante envergadura.

    Antes de que ataquen por favor, no estoy diciendo que todos somos incapaces, claro que siempre hay gente capaz pero es un sector bien escogido y no abunda. Esto no es pelota que hay un diamante en bruto en cada potrero. Perdon por los acentos pero ni modo el teclado los ejecuta, sorry.

    Respuesta
  • el 3 septiembre, 2022 a las 9:43 am
    Permalink

    Muchas gracias Andresito, por este bello comentario.
    Soy de las que vive orgullosa de haber pertenecido a ese grupo de jóvenes que recién graduados llegamos a la CEN, laboré en la Ecoi # 6, una empresa que en aquellos tiempos fue una gran escuela, éramos una familia, que compartiamos cada avance de la obra.
    El sacrificio de las madrugadas, las rastras, los barcos, las horas de trabajo voluntarios, eran pura adrenalina.
    Ahí formé mi familia, tuve mis 2 hijos, y me gané amigos que nunca olvido.
    El día que se informó a los trabajadores la paralización de la obra, no estuve presente al estar enfermo mi hijo, y cuando supe la noticia, lloré y mucho, sentí un gran dolor que aún persiste. Muchos sueños truncados, esa gran obra era nuestro orgullo, esperábamos ver el arranque de esos reactores.
    La CEN fue una verdadera escuela para Ingenieros, Licenciados, técnicos y obreros. De seguro todos los que por ahí pasamos tienen bellos recuerdos de esa etapa.
    Desde aquí un saludo a todos los que tuvimos la dicha de trabajar en esa obra, tanto en la construcción como en la parte inversionista porque todos éramos una gran familia.

    Respuesta
    • el 3 septiembre, 2022 a las 7:53 pm
      Permalink

      Muchas gracias Ibet por tus valoraciones.
      La CEN Juragua nos formó como profesionales y nos hizo mejores seres humanos. Un abrazo.

      Respuesta
  • el 2 septiembre, 2022 a las 10:16 pm
    Permalink

    Interesante trabajo. Desde lo que se narra se aprecia emotividad 30 años después. Creo prudente que en otro trabajo se, explique lo referente a la Helms Burton y la CEN para que los descreídos comprendan la psicosis imperial. Felicito al autor.

    Respuesta
    • el 3 septiembre, 2022 a las 8:04 pm
      Permalink

      Amigo Lian Roque, la CEN Juragua solo era posible construirse en el marco de la colaboración económica que existía entre los países del campo socialista, muy alejadas a las desigual relación que quiere imponer al mundo el modelo capitalista neoliberal. Posteriormente a la paralización en 1992, se firmó la Ley Helms Burton en 1996 y fue el puntillazo final a las esperanzas de terminar la obra.
      Muchos de los que “lloran” por lo que pudo pasar, lo hacen por desconocimiento y otros lo hacen, repitiendo textualmente lo que dice la Helms Burton. Coincido en que esas cuestiones y otras que se manipulan siempre que se habla de nuestra CEN merecen un análisis, no solo para dejar clara nuestra historia pasada, sino que es necesario también para entender cuánta maldad se teje desde EEUU contra nuestro país. Gracias amigo.

      Respuesta
  • el 2 septiembre, 2022 a las 5:48 pm
    Permalink

    El desarrollo de la energética nuclear en cualquier país del mundo significa un salto económico sin precedentes. Tómese el ejemplo de México y lo que significó la Central Nuclear de Laguna Verde como reto para la industria nacional mexicana.
    En el caso de Cuba se formó una fuerza altamente calificada, empezando por los soldadores, avalados por certificaciones de alto rigor y la calidad de sus trabajos y terminando en el futuro personal de operación y mantenimiento, que a la par de su formación, en Centros de Entrenamiento y Centrales Nucleares de tecnología similar en la URSS y países socialistas de Europa, participaban activamente en el control del proceso inversionista. Hablar de lo avanzado del proyecto en soluciones de seguridad y sus diferencias conceptuales con la tecnología de Chernóbil, llevaría más de un comentario.
    Es evidente el impacto en el desarrollo del SEN que hubiese significado la culminación del proyecto, al que le faltaban apenas 36 meses para la culminación del primer bloque energético, según estimados.
    Hoy esa fuerza calificada contribuye exitosamente en las más diversas ramas de la economía de Cuba y de no pocos países del mundo.
    El Proyecto se cerró definitivamente en 1998, después de su inclusión en un párrafo expreso de la Ley Helm Burton y pese al interés de varias firmas importantes por continuarlo. Muchos convirtieron esos sueños truncados en nuevas oportunidades, no sin dejar de recordar la tarde triste y lluviosa del 2 de Septiembre de 1992.

    Respuesta
  • el 2 septiembre, 2022 a las 12:05 pm
    Permalink

    La decisión de cerrar la Central Electronuclear de Juraguá fue algo bueno para los cubanos, pues con solo mirar lo que acaba de pasar en la Base de Supertanqueros de Matanzas, se entiende lo que significaba una construcción de ese tipo para la isla. Mucha gente lloró en aquel momento —una pena, por cierto—, pero luego de treinta años semejante noticia fue una suerte. Incluso, mucho antes ya era una buena noticia. Edmundo Desnoes, en su novela Memorias del subdesarrollo, lo definió así: “Es posible que tenga algo que ver con el trópico, aquí todo madura y se descompone con facilidad. Nada persiste”.

    Respuesta
    • el 2 septiembre, 2022 a las 3:21 pm
      Permalink

      Qué pena de comentario. Vaya desconocimiento el suyo de lo que resulta la obtención de energía eléctrica a partir de la fisión de un átomo de uranio… Qué diría el matrimonio Curie de este comentario! Sabe por qué muchos lloraron ese día, pues por amor, porque habían estudiado carreras relativas a la obtención de beneficios a partir del tema nuclear, mentes brillantes de una generación. Por eso y más lloraron, y merecen respeto aquellas lágrimas… en fin…; conoce que no solo se usa para obtener energía, y que se usa para la medicina, contra el cáncer, para la producción de fármacos, en la agricultura… en el mundo entero… A Usted le causa penan, de dolor, las lágrimas de aquellos muchachos; a mi me causa pena su desconocimiento e ignorancia.

      Respuesta
      • el 3 septiembre, 2022 a las 9:09 am
        Permalink

        Muy acertada su respuesta, directa y sin tapujos. Que pena la ignorancia de algunos y pensar que no son jóvenes!

        Respuesta
      • el 3 septiembre, 2022 a las 9:09 am
        Permalink

        Muy bonito e interesante relato. Siento orgullo de haber trabajado en la Ecoi #6 en aquella etapa de la CEN, recuerdo esos años como los más lindos de mi etapa como trabajadora.
        Mucho sacrificio, disciplina, amor al trabajo, no interesaba las madrugadas en rastras, barcos, todo eso era pura adrenalina.
        Éramos muy jóvenes, compartiamos cada avance de la obra, ahi tuve mis hijos conocí amigos inolvidables.
        El día que se informó la paralización no estuve presente, porque mi hijo estaba enfermo y cuando supe la noticia lloré inmensamente habíamos soñado con ver esa gran obra funcionar, tantos sueños truncados.
        Me queda el orgullo de haber aprendido ahi el valor del trabajo, la disciplina y constancia con la que hay que enfrentar cada tarea.
        La CEN será siempre un grato recuerdo para mí, y fue la mejor escuela de un número considerable de Ingenieros, Licenciados, técnicos y obreros.

        Respuesta
  • el 2 septiembre, 2022 a las 11:32 am
    Permalink

    Les confieso o al menos no recuerdo las causas reales que motivaron la paralización del proyecto de la CEN-Juragua de Cienfuegos. Si recuerdo lo de Chernovil, y de la tremenda propaganda que se hacia desde Estados Unidos contra el proyecto y el miedo que comenzaron a difundir de que la radioactividad podría llegar en caso de algun accidente hasta el propio territorio de EEUU. Lo único que se es que en el propio estado de la Florida hay plantas eléctricas que funcionan con energía nuclear y que yo conozca alli nunca ha habido ningun percance.Es cierto que sucedio lo de Chernovil, habría que llegar a conclusiones científicas de las causas que motivaron aquél desastre. Ahora mirando este proyecto en nuestros años actuales en que venimos padeciendo de una aguda crisis energética por la obsolecencia de nuestras termoeléctricas, la agresividad de nuestro combustible nacional, y el bloqueo que nos impide importar todo tipo de piezas de repuesto y combustible, bien vendria decir: ! Que situación tan distinta viviriamos hoy de contar con la CEN de Juraguá.

    Respuesta
    • el 2 septiembre, 2022 a las 1:19 pm
      Permalink

      Pero no acaba de decir que el bloqueo nos impide contar connpiezas de repuesto?para la nuclear no hacen falta piezas de repuesto o què?esa si no puede trabajar sin lo que lleva.

      Respuesta
      • el 2 septiembre, 2022 a las 3:10 pm
        Permalink

        Se trata de un modo diferente de obtener energía eléctrica, más limpia en un concepto técnico a pesar del peligro que representa un escape de radioactividad, con ahorro de combustible, generación que mantiene la estabilidad de los Sistemas de distribución de la energía en fin… pero al parecer Fidel Reina Ud. lo que quiere es ladrar? Por favor

        Respuesta
        • el 2 septiembre, 2022 a las 7:15 pm
          Permalink

          Ingeniero un abrazo amigo.
          Es como usted claramente explica: el desconocimiento de algunos (y yo añadiría las malas intenciones de otros), los hace emitir criterios que son realmente lamentables.
          Durante mucho tiempo cuando se habla de Juragua, siempre erróneamente la vinculan con Chernóbil. Primero porque la tecnología de Chernobil no era igual a la de Juragua y en segundo lugar porque ninguno habla del desastre nuclear en Tres Millas en yanquilandia y no lo relacionan con los 98 reactores nucleares que funcionan en los Estados Unidos, dónde además han ocurrido accidentes de los que tampoco hablan.
          También hablan erróneamente del cierre, relacionandolo con malas intenciones y mentiras inmensas, a problemas técnicos o ineficiencias por la parte cubana, algo que desmienten la OIEA como organismo rector de la energía nuclear en el mundo la que llegó a reconocer la calidad de los trabajos que se ejecutaron
          Sin embargo estos mentirosos o desconocedores no hablan de que la General Eléctrico tuvo que paralizar, por ineficiencias, una central nuclear en Fipinas, a la que solo faltó abastecer de combustible nuclear. Tampoco hablan de más de 157 reactores que ha tenido que cancelar los Estados Unidos en diferentes etapas de su construcción.
          Otros niegan la existencia del bloqueo, argumentando que entonces como era que se ejecutaba este tipo de obra, desconociendo por completo o queriendo ocultar que este tipo de obra solo era posible ejecutarla por Cuba, a partir de las res relaciones de colaboración económica de las que pudimos participar con la URSS y el resto del campo socialista, alejadas por completo de las relaciones desiguales que han impuesto el modelo capitalista.
          El que tenga dudas o no conozca las causas del cierre, puede leer el discurso de Fidel aquel 5 de septiembre de 1992 en Cienfuegos. Un abrazo amigo.

          Respuesta
  • el 2 septiembre, 2022 a las 10:11 am
    Permalink

    Gracias Andresito por recordar ese día, 30 AÑOS YA!!! Yo estaba ahí, en primera fila, y lloré mucho, como todos, me empapé en agua por la lluvia, y el frío nos calaba los huesos cuando ya de noche regresábamos a Cienfuegos por el vial, en un Guamión (guagua-camión, invento cubano de esos años DUROS de Período Especial). Tenía 26 años y era traductora de Ruso del departamento de Automática de la Unidad Presupuestada Inversionista de la Central Electronuclear (UPI-CEN). Tal cómo reseñas, nos regamos luego por toda Cuba y el mundo, somos la Generación Nuclear, allí hicimos los amigos de toda la vida, nos enamoramos, amamos, aprendimos, estudiamos… pero sobre todo, nos PREPARAMOS para hoy demostrar que el conocimiento es el único bien que NUNCA VA A LA QUIEBRA. Y volvemos, ahora mismo, por lo cíclica que son las crisis económicas (y bien lo sabes porque eres economista), a vivir tiempos DURÍSIMOS, con crisis sanitaria y todas las que desencadena una PANDEMIA. Ya el proyecto de la CEN-Juraguá estaba condenado al fracaso desde 1986, cuando el accidente de Chernobyl nos fragmentó también en mil pedazos, un abrazo amigo y cuasi colega, querido y apreciado. Por esa causa, por el cierre de ese megaproyecto energético, es que hoy soy periodista; y sin entrar en disquisiciones filosóficas, tecnológicas, políticas y hasta psíquico-agropecuarias, por ponerle algo de humor al tristemente célebre acontecimiento de ese 2 de septiembre de 1992, con esa Central Electronuclear, que tendría cuatro reactores nucleares del tipo VVER o BBER (Bodovadenoi Energueticheski Reactor) el Sistema Electroenergético Nacional sería un TRONKO, gracias al CINCO por compartir

    Respuesta
    • el 2 septiembre, 2022 a las 6:50 pm
      Permalink

      Un abrazo amiga. No podía pasar un día más sin dedicarle unas letras a esa importante página de nuestras vidas. Yo iba a cumplir 30 años y ya había transitado por diferentes áreas de trabajo y te confieso que desde que entrabas a la CEN estabas aprendiendo. Era una tremenda escuela. Nos recibieron compañeros con experiencia en la construcción y mayores que nosotros, pero nos mostraban respeto en todo momento. Nos enseñaban y nos exigían, con cariño y con rigor. Es cierto que también amamos. Yo vine de la Habana, me enamoré e hice comoel Benny, en CIENFUEGOS me quedé. Hoy tengo el privilegio de ser cubano y el orgullo de ser cienfueguero ….ah y también habanero, gracias a la CEN. Un abrazo y también agradezco al periódico 5 de septiembre por permitirme colaborar y que estas letras se publiquen.

      Respuesta
      • el 3 septiembre, 2022 a las 9:19 am
        Permalink

        No puedo dar una opinión profesional sobre este tema; pero si me atrevo a reconocer el esfuerzo realizado por tantos hombres y mujeres de honor, que con dignidad supieron dar parte de su vida por un proyecto que apuntaba a mejorar el desarrollo del país.
        También siento la necesidad de criticar a todos los pusilánimes, que no pierden ocasión para denigrar a todo y a todos los que tuvieron el coraje de hacer algo útil por Cuba, o al menos de intentarlo.
        Con semejantes profetas no se necesitan enemigos. La historia los tiene bien identificados

        Respuesta
  • el 2 septiembre, 2022 a las 9:30 am
    Permalink

    Que momento histórico vivimos, estuve allí, soy parte de esa historia!!

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *