Reciben a Fernando Dayán en Cienfuegos (+ Fotos)

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O’Bourke, coordenada de origen, epicentro de dedicatorias: hasta aquí volvió, –por apenas horas- el canoísta Fernando Dayán Jorge Enríquez, medallista de oro y plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. El Mundial de la disciplina, donde busca el boleto a Tokio 2020, exige prontas partidas; pero era necesario el retorno, el aliento de casa de cara a nuevos compromisos. 

Jugando fútbol con los amigos del barrio, enseñando a los niños las preseas, fotografiándose con admiradores, visitando vecinos, conversando con todos: así de sosegadas transcurrían las horas del muchacho que hace apenas unos días cargó a sus espaldas la presión y pronósticos de un país, una provincia.

Así le sorprendieron también los protocolos, a los cuales asistieron las principales autoridades del Gobierno, funcionarios del Partido, el Inder, su familia –a su lado incluso en la cita peruana-  y los vecinos que le vieron crecer, en el barrio y en el deporte. Y a quienes nunca defraudó, como le hicieron saber.

“Satisfecho estoy, mas quedó la insatisfacción, conmigo mismo, de lograr algo mejor, explicaba Fernando Dayán. Era un rival complicado, medallista olímpico y mundial, y di lo mejor de mí; después de todo fue una regata muy buena.

“Volver al barrio representa todo para mí: aquí nací, y de aquí salí. La persona que pierda sus raíces deja de ser humano. La gente del barrio siempre me apoya, están pendientes de mí, por eso en cualquier lugar del mundo donde esté, les dedico mi actuación”.

Hacia Polonia partirá el próximo 7 de agosto en la previa del Mundial, punto de partida para una meta más ambiciosa: la clasificación a los Juegos Olímpicos. “Los retos no terminan, señaló. Todavía me queda la oportunidad del desquite. El Mundial es el primero, y sería bueno clasificar desde ya el bote, para después tener una preparación limpia, tranquila, y así apostar por la medalla en las Olimpiadas, mi mayor sueño como atleta”.

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