Rafael Lay Apesteguía pervive en la Aragón (I Parte: Apuntes biográficos)

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La orquesta Aragón con más de 82 años de fundada, es una institución musical cubana que exhibe, —entre muchos aspectos que la caracterizan—, una singular historia marcada por su líder histórico: Rafael Lay Apesteguía. En este año 2022, no sólo se cumple el 95 aniversario de su nacimiento (17 de agosto de 1927), sino el 40 de su fallecimiento (13 de agosto de 1982). Revisitar su legado es de los ejes fundamentales que proponemos en este ciclo de trabajos.

Rafael Felipe Lay Apesteguía nació en Cienfuegos, Las Villas, el 17 de agosto de 1927. Su familia era de procedencia muy humilde, su padre Felipe era tabaquero y su madre Esperanza, costurera. Hijo único, desde pequeño sus padres se esforzaron para que alcanzara una carrera. Sus estudios de música los inicia con unos familiares de José (Pepito) Palma. A los nueve años, su madre le regala su primer violín.

Continuó sus estudios con la profesora Sara Torres López, la que le enseñaba no sólo el instrumento (violín) sino la base teórica de la música en asignaturas como: Teoría y Solfeo. Lay se ve precisado a interrumpir sus estudios por la difícil situación económica familiar; pero la profesora había identificado las indiscutibles condiciones musicales del niño y continuó con sus clases. Aprendió también el oficio de mecánico dental, con el cual se ganó la vida durante sus años juveniles, porque “de la música no se podía vivir”.

Agustín Sánchez Planas, director de la Banda de Música de Cienfuegos, al crear su propia orquesta propuso que Rafaelito fuese su primer violín. En 1940 entra a formar parte de la orquesta Aragón, con solo 13 años de edad. Reemplaza al segundo violín José René González, quien decidió seguir su carrera como beisbolista. Poco después se gradúa de profesor de violín en 1945. Comenzó a impartir clases de este instrumento y solfeo a los 19 años. Lay pasa a primer violín en la orquesta por demostrar sus capacidades interpretativas, musicales y a su vez de líder. Con 21 años la dirige, ya que Orestes Aragón se retira en 1948, por una afección pulmonar.

En 1951, Rafael Lay inicia sus relaciones con Enrique Jorrín, quien le permite que copie varios de los números compuestos por él para enriquecer el repertorio de la orquesta Aragón. Al año siguiente selecciona las primeras piezas y dirige la orquesta en sus primeras grabaciones no comerciales con la disquera Sonovox. Un año después, al iniciar sus grabaciones comerciales con la firma discográfica RCA Victor, Lay arregla temas que compondrán los éxitos iniciales de la orquesta Aragón, además de dar a conocer para estas grabaciones sus primeros números musicales.

En 1955 se trasladó con la orquesta a La Habana y para 1962 se matriculó y se graduó en el conservatorio Alejandro García Caturla de Marianao donde recibió clases de los profesores Dolores Torres, Félix Guerrero, Alfredo Diez Nieto, entre otros. En la Aragón se destacaba por su versatilidad al asumir diferentes roles como: violinista, director, compositor,  arreglista y apoyaba también en los coros. En 1967 dirigió la Orquesta Popular de Conciertos Gonzalo Roig, presentando el concierto N. 1 para piano de Mendelhson y la Octava Sinfonía de Beethoven. Formó y dirigió la Orquesta de Cuerdas Brindis de Salas  y,  en ocasiones, asesoró grupos y orquestas, tanto de aficionados como de profesionales de distintas partes de la Isla. Impartió clases de armonía en la Escuela de Formación y Superación Profesional de Música Ignacio Cervantes por varios años, inicialmente de forma voluntaria, sin cobrar, y posteriormente por contratos.

Fue miembro del cuerpo de asesoría del Ministerio de Cultura y de la Comisión Nacional de Evaluación de Orquestas Populares. En 1981, le fue otorgada la Orden por la Cultura Nacional. Además, formó parte de la sección de música de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Lay logró poner en el raíl del éxito a la orquesta Aragón y la llevó a tener una sonoridad de orquesta de cámara, pero con un componente sonero muy peculiar. De noble personalidad, riguroso en el trabajo,  estudioso, y sobre todo disciplinado. La orquesta Aragón bajo su guía, alcanzó el sonido Aragón o sonido Lay. Conquista la popularidad por su nivel interpretativo, elegancia escénica y por sobre todas las cosas por la modestia que siempre lo caracterizó. Obtuvo innumerables reconocimientos  tanto nacionales como internacionales.

El 13 de agosto de 1982 muere en un accidente de tránsito en la carretera Trinidad-Cienfuegos. Si destacada fue la labor de Lay Apesteguía como director de la orquesta Aragón y como violinista virtuoso, no menos destacada es su obra como arreglista y compositor. Son famosos sus arreglos como el de Nosotros, de Pedro Junco, y Noche azul, de Ernesto Lecuona. Una gran parte de los éxitos musicales de la orquesta Aragón se deben a su inspiración.

(Continuará).

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Alegna Jacomino Ruiz

Doctora en Ciencias Históricas

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