Quince años donde todo el mundo ríe

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Hubiesen querido mostrar la imagen más bella, tal como una quinceañera lo hace al llegar a la edad más esperada y feliz. Pero no ha sido posible. Desde su fundación el 27 de diciembre de 2001, María Luisa Hernández Vega dirige el Delfinario de Cienfuegos, perteneciente al Grupo Empresarial Extrahotelero Palmares S.A., y ha lidiado contra viento y marea para ejecutar la inversión que deberá mejorar las gradas, plataformas y los pasillos flotadores en un primer momento, emplazar la cerca perimetral, una obra marítima; luego edificar nuevas oficinas y convertir los sitios de permanencia de los trabajadores en más agradables y decorosos.

Para empeños más complicados que construir en tierra firme, ha buscado por todo el país a los mejores ejecutores.

“Todos los recursos están. Cuatro contenedores se importaron de una fábrica en Barcelona, y debe ejecutarlo la Empresa Militar Industrial. Espero que con 2017 comience el cercado que asumirá la Empresa de Servicios Marítimos de Geocuba; para el resto de la instalación, ya tenemos las ideas conceptuales”.

MARIA LUISA

Observé que cuando llegamos, rápidamente se unió al grupo de trabajadores que junto al payaso, premiaba a los ganadores del concurso Donde vive un amigo, dibujos y poemas que reflejan el conocimiento de los niños de la cercana Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Mártires de Barbados sobre los mamíferos marinos, los problemas ambientales, la naturaleza y el mar, reflejados en la vida y obra de Fidel.

El Delfinario ha sido una etapa bella e intensa de su vida, desde la selección del estero en la playa de Rancho Luna, el inicio de las obras en 2000, año en que llegaron los primeros mamíferos marinos: las lobas Lili y Serena, los delfines de la especie Tursiops truncatus: Tritón, Luna, Perla y Benny, venidos de frías aguas de Chile.

Entre lo más difícil, los huracanes: reubicarlos en sitios seguros ante la amenaza de fenómenos como Michelle, Iván, Paloma, Gustav, toda una hazaña, por la responsabilidad de cuidarlos día y noche durante un meteoro que estresa mucho a estos “nariz de botella”, aunque con alta capacidad de adaptación, muy sensibles.

Son hitos en estos tres lustros, la visita del niño Elián González, de la doctora Rosa Elena Simeón, el nacimiento en cautiverio de su primer delfín, en 2006, la condición de Vanguardia Nacional en 2004, 2005 y 2007, obtener la Medalla 50 aniversario del Acuario Nacional, como reconocimiento a su trabajo con mamíferos marinos y en el 2010 recibir la placa de IMATA, Asociación Internacional de Entrenadores de Mamíferos Marinos. Más reciénteme el certificado de Excelencia Trip Advisor, la única instalación estatal del Turismo en Cienfuegos y el primer delfinario del país que lo posee”.

JORGE

El traslado de Wendy hacia otra instalación en Cayo Guillermo, Ciego de Ávila, lo sintió como una pérdida. Jorge Izaguirre Martínez atendió su gestación, uno de los mayores lances de su desempeño profesional, desde que llegó como médico veterinario, a sólo un año de fundada la instalación. La asistió en el alumbramiento de Oceani, hija concebida con Tritón.

El chequeo clínico trimestral, determinar hemoglobina, proteínas totales, verificar las funciones hepáticas, y la citología para identificar algún parásito; la toma de muestras de heces fecales y orina, el seguimiento de funciones respiratorias, son parte de su rutina en el cuidado de estos cetáceos, en la categoría “Preocupación Menor” de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Entre sus recuerdos dolorosos, “la muerte de Luna, como consecuencia de una septicemia, por las heridas que sufriera en una de sus peleas, “porque era tan carismática ante el público como temperamental. Luchamos mucho por su vida.

“Así nos pasó recientemente con el viejo Tritón. Se negaba a comer y eso debilitó mucho a un animal que puede consumir hasta 10 kg de pescado al día. Tuvimos que aplicar alimentación forzada, cargarlo e introducirle por la boca hacia el estómago el pescado. Perdió entre 50 y 60 kg, que en un adulto como él, con 25 años y unos 300 kg de peso, aumenta los riesgos. Pensábamos que era una úlcera gástrica, uno de los padecimientos más frecuentes .Vino el médico del Acuario Nacional. Le practicamos una endoscopía, hasta trajimos al prestigioso especialista de nuestro Hospital Pediátrico, el doctor Armando Álvarez.

“Fueron seis meses de tensiones, también para nuestra familia que sufría junto a nosotros, pero se recuperó.

“Recientemente, ante el inminente paso del huracán Matthew, evacuamos en nuestra instalación a los animales de Ciego de Ávila, por cierto, en esa ocasión volví a ver a Wendy”.

A MERCED DEL MERCADO

Hacia 2010 el producto Delfinario de Cienfuegos estaba consolidado. ”2011 se considera nuestro año dorado; ingresos por encima de los 725 mil dólares. 2012 y 2013 resistimos. Estabilizamos en 2014 con ingresos superiores al medio millón. Desde entonces subsistimos, pero no crecemos como pide nuestra casa matriz, un 11 por ciento anual. No cumplimos”, se lamenta María Luisa.

“Hay un factor decisivo. Hace un quinquenio comenzaron a surgir otros delfinarios, como los de Cayo Santa María, Cayo Coco y Varadero. Perdimos un número inmenso de clientes. Ya no se venden nuestras excursiones ni opcionales. Nos hemos quedado a expensas del turismo de circuito, en una provincia caracterizada no por visitantes con largas estancias, sino por el tránsito.

Ya a los diez años un producto se considera envejecido. Una tesis de licenciatura en Turismo realizada a propósito lo confirmó, que el servicio cumplió su ciclo de vida. La curva gráfica muestra la caída, es un producto que necesita renovarse.

“En 2015 el promedio mensual de clientes estuvo alrededor de los 800, este 2016 sobrepasan los mil 100, según datos al cierre de noviembre. Hasta entonces los dividendos superan el medio millón en divisas, similar al 2014 y a la tendencia del último lustro.

“A la par tenemos menos animales. Las dos lobas fallecieron longevas. Quedan tres delfines, Tritón, Perla y Oceani.

“Nuestra suerte ha estado en la apertura de un área de baño y nado en Cayo Largo del Sur, que representa el 90 por ciento de nuestras entradas en divisa. También influye el estado de las instalaciones, pero no es decisivo. Somos 19 trabajadores, y aunque menos ingresos representan menos estimulación, todos aportan ideas e iniciativas. Hay un clima laboral armónico y los entrenadores son muy profesionales. Su encanto en cada espectáculo suple otras carencias del centro”.

Pero estar a merced del mercado no significa estar a la deriva, ofertar fotografía —impresas o en CD, la interacción con delfines en el agua o en plataforma opciones más económicas que el baño—, son nuevas ofertas que comercializan a través de la agencia Cubatur. Todas iniciativas para mantenerse a flote.

“Este jueves llega una nueva pareja de delfines; mediante una entidad nacional importadoras de especies, esperamos lobas marinas provenientes de Uruguay, las inversiones deberán materializarse este 2017 y haremos mejoras sustanciales en Cayo Largo del Sur.

“Las entradas en moneda nacional sí aumentan. Tenemos público de todas las provincias cercanas, numerosos grupos llegan constantemente”.

Esa aceptación es aliciente para María Luisa y Jorge; y para sortear los difíciles caminos del mercado, una inspiración cada vez que comienza el show, porque lo mejor que les ha pasado “es ver la felicidad de la gente, de aquí nadie se va con estrés, aquí todos ríen”. Y eso es suficiente compensación.

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