Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 21 segundos

El equipo de Puerto Rico venció a Holanda cuatro carreras por tres en extrainnings recurriendo a la regla IBAF en el primer partido de semifinales jugado en el Dodgers Stadium, de Los Ángeles, y aseguró en calidad de invicto su presencia mañana miércoles en la discusión del título del IV Clásico Mundial de Béisbol frente al conjunto que resulte vencedor hoy entre Japón y los Estados Unidos.

En un disputadísimo choque los boricuas sacaron ventaja de la Regla IBAF tras dejar en cero a los tulipanes en el principio del undécimo por providencial doble matanza luego que los corredores en primera y segunda (Shoop y Balentien) avanzaran una posición con toque de sacrificio del sustituto Stijn van der Meer.

En tal situación el alto mando de los antillanos decidió llenar la ruta pasando al bateador en turno, Yurendell Decaster, para a seguidas conseguir el doble play sobre rolata de Curt Smith a manos de Javier Baez que los ponía a un paso de la final dada su condición de home club.

En su turno, con hombres en la inicial y la intermedia, empuñó el máscara Yadier Molina (en la octava había fallado en intento de toque con un fly al cátcher), pero esta vez le salió su rodado de sacrificio ante el derecho Loek Van Mil, y consiguió adelantar a los corredores, Enrique Hernández y Carlos Correa. Boleto intencional al camarero Báez y línea de sacrificio al central del jardinero derecho Eddie Rosario sirvieron para que Puerto Rico dejara tendido a los holandeses, dignos rivales, y se plantara en la final sin mácula en su casillero de derrotas, en espera del próximo rival.

Puerto Rico se medirá por el título al ganador del partido entre Estados Unidos y Japón, previsto para esta noche en el mismo escenario.

BATAZOS DE LARGOMETRAJE

Los tulipanes atacaron desde el mismo capítulo inicial, y con jonrón de dos carreras de Wladimir Balentien hicieron saltar las alarmas en el alto mando boricua, acostumbrado a dar primero en todo el torneo.

El mánager Edwin Rodríguez respiró aliviado poco después, cuando su tercera base, el estelar Carlos Correa, mandó la pelota sobre las gradas del jardín izquierdo con uno en base, apenas minutos más tarde y puso el abrazo a dos carreras en el marcador.

En el cierre de la segunda entrada el inicialista T.J. Rivera también puso a volar la redonda para adelantar a los de la Isla Bonita, pero en el final del quinto, luego de doblete de Balentien y base intencional al intermedista Jonathan Schoop, el receptor Shaw Zarraga mandó la pelota contra las cercas y volvió a emparejar la marca en la pizarra.

En el lance Holanda no pudo irse delante porque el receptor Yadier Molina bloqueó con maestría el plato para impedir que Schoop anotara desde la inicial. La decisión del principal fue recusada por la dirección de los naranjas, pero las tomas del replay no dejaron margen a dudas. El out fue claro en el pentágono y desde entonces volvieron los ceros al pizarrón del Dodgers Stadium.

En el principio de la novena Holanda amenazó con romper el abrazo, pero el segunda base boricua, Javier Báez, atrapó un rodado que intentaba irse al jardín central para sacar los dos últimos outs de una entrada que parecía complicarse de pronto.

Para no dejar cabos sueltos Holanda apeló en el cierre del noveno a su cerrador estelar, Kenley Jansen -uno de los mejores del mundo e ídolo en Los Ángeles por vestir la casaca de Los Dodgers- quien retiró a dos por la vía del ponche y al tercero en rodado a segunda. Y el juego se fue a extrainnings.

Puerto Rico reservó para el principio del décimo a su taponero estrella, Edwin Díaz, quien no tuvo problemas tampoco en retirar a los tres hombre en turno, entre ellos el peligroso Wladimir Balentien, a quien le pegó un pelotazo que sacó a los dos equipos del banco, para poncharlo después.

Quedaba la escena lista para decidir por la Regla IBAF.

TANNER ROARK BUSCARÁ REIVINDICARSE CON EE.UU.

Entretanto, el derecho Tanner Roark tendrá la oportunidad de reivindicarse esta noche en el Clásico Mundial de Béisbol.

El lanzador de los Nacionales de Washington abrirá por Estados Unidos el duelo de este martes ante Japón, en busca del boleto restante a la discusión del título. La selección estadounidense busca anclar en una final del certamen por primera vez en las cuatro ediciones disputadas hasta ahora.

Japón avanzó a la semifinal al clasificarse desde el Grupo E con una foja de 3-0. Estados Unidos finalizó segundo respecto de Puerto Rico en el Grupo F, con un récord de 2-1.

El manager Jim Leyland ha encomendado a Roark el duelo frente al derecho Tomoyuki Sugano, en el Dodger Stadium.

Roark ingresó como relevista durante el juego que su equipo perdió con score 7×5 ante los dominicanos en la primera ronda, el 11 de marzo en Miami. El derecho permitió un jonrón en solitario a Manny Machado, lo que encendió la remontada. Toleró también un sencillo de dos carreras de Carlos Santana.

“Le ha faltado fortuna hasta ahora, para ser sinceros, por cómo salió todo”, comentó Leyland el lunes. “Pero merece esta apertura”.

Roark aprecia la oportunidad de lanzar en lo que considera el compromiso más importante de su carrera. Se trata de un juego de vida o muerte.

“La clave es recurrir a mi fuerza, lanzar strikes y sacar outs”, resaltó.

Por su parte Sugano supo que era el designado para abir en la semifinal cuando esperaba el vuelo que lo conduciría del Aeropuerto de Narita a Estados Unidos.

“Confío en él”, dijo el manager de Japón, Hiroki Kokubo.

Japón disputó el domingo un juego de exhibición ante los Dodgers de Los Ángeles en Arizona, donde las condiciones son cálidas.

En Los Ángeles, la temperatura será más baja. Se pronostica también lluvia y el termómetro se ubicaría en unos 18 grados centígrados.

“Finalmente ha llegado esto”, destacó Sugano. “Mañana seguro ganamos y avanzamos a la final. Eso es lo que creo”. (Con información de agencias)

Visitas: 49