Primero de Mayo en Cienfuegos: desfile desde el barrio

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El desfile por el primero de mayo en Cienfuegos, como en toda Cuba, comienza en el barrio. Es el único día del año donde nadie se dispersa: desde la salida del edificio, la espera del transporte, subir a la guagua… No hay demoras ni paradas intermedias, como no sea para sumar a otros tantos en busca de la misma meta.

Luego el Paseo del Prado se incluye en el recorrido: cientos, miles de personas lo cubren para llegar al punto de encuentro, un sitio casi formal después de haber transitado más de media ciudad para alcanzarlo. Colegas y amigos de trabajo aguardan, adornando con más carteles y consignas la mañana.

La espera es una continuidad: se habla de la vida, la familia, del barrio, del quehacer cotidiano, de la planificación del día siguiente, y el otro… Se proyecta el futuro junto a las compañías de siempre; hasta que se radia la voz de avanzar.

Desfilar es el momento cúspide, un momento repetido cada año que no pierde colorido en cada edición. Son apenas unas cuadras (a lo sumo desde Campomanes hasta la Plaza de Actos) de un empuje arrollador. Levantar la bandera, saludar a la presidencia, saltar incluso cuando te reconozcan, como grupo, desde allí… Somos nosotros, somos todos justo allí.

Unos pocos pasos más y termina el proceso: un pequeño momento que comenzó meses antes, con los preparativos, y continuará en las horas siguientes en la consecución del trabajo. Así concluye un desfile que tuvo su instante más certero en el madrugador instante del de pie, en la voluntad de asistir, desde la salida del edificio, la espera del transporte, subir a la guagua…

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Darilys Reyes Sánchez

Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en 2009

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