Plantas medicinales, reliquia de la humanidad

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Desde que el hombre aprendió a convivir con la naturaleza supo que ella no solo le proporcionaría el sustento para alimentarse, sino también, que en su entorno estaba obligado a buscar los medios para protegerse del frío y otras adversidades climatológicas, e incluso, los recursos para preservar la salud.

Ya en sus albores, la humanidad se valió de las propiedades de muchas plantas que crecían a su alrededor para aliviar el malestar, dolor o cualquier síntoma de enfermedad o trastorno del cuerpo. Ese caudal de conocimientos y prácticas fue transmitiéndose de genereración en generación hasta nuestros días.

Tesoro ancestral

Las diferentes plantas medicinales se siguen utilizando desde entonces, incluso en la actualidad. Sin embargo, es necesario tener en cuenta qué efectos tienen sobre el organismo y cómo utilizarlas, así como el hecho de que su potencial curativo es limitado.

Priorizan el cultivo de plantas medicinales en Cienfuegos

Otros muchos partidarios defienden esas prácticas bajo el supuesto de que un enorme número de fármacos están elaborados con ellas como su compuesto principal. Sin embargo, una de las formas más populares de consumirlas, dicen, es mediante infusiones, ya que estas llegan de forma más rápida a nuestro cuerpo, aliviando el malestar de manera efectiva.

Lo cierto es que elegimos para ese calificativo de planta medicinal a todo aquel vegetal que tienen un impacto positivo sobre las funciones orgánicas de los diferentes sistemas, ya mejorando su actividad, ya con un efecto remedial en el combate contra enfermedades o cualquier otra manifestación anómala del cuerpo.

El uso de estas sustancias, como se ha dicho, se conoce ya desde la antigüedad; incluso, en el papiro de Ebers (Egipto, alrededor del 1550 a.C) se menciona más de medio millar de plantas medicinales. Y con el paso del tiempo y la observación de nuevas especies y variedades se supera con creces esa cifra.

“De hecho, aunque el uso de esa reliquia de la humanidad parece algo del pasado, lo cierto es que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el porcentaje de población que utiliza algún tipo de hierba medicinal es bastante elevado. En muchos casos no nos damos ni cuenta, como por ejemplo, cuando tomamos manzanilla cuando nos duele la barriga o nos bebemos una tila para relajarnos”, comenta un artículo publicado en el sitio Psicología y mente.

 

 

Precauciones

Si bien por norma general el uso de la herbolaria puede ser beneficiosa, aclara la publicación, lo cierto es que es preciso recordar que tiene sus limitaciones: a menudo la concentración de principios activos es muy baja y sus efectos son más restrictivos que otras alternativas. Asimismo, debe tenerse precaución con posibles interacciones cuando se consumen con fármacos (por ejemplo, hay que consultar al médico si empleamos hipérico y antidepresivos).

Otra advertencia a tener en cuenta es que sería erróneo asumir que por el simple hecho de ser remedios naturales no pueden dañar tu salud o tienen un efecto muy poco potente.

“Por ejemplo, cita psicologiaymente.com, en las selvas amazónicas hace cientos de años que se usan las hojas de ciertas plantas a modo de anestesia, hasta el punto de que se utilizaban en operaciones muy delicadas (el caso más sorprendente: trepanaciones del cráneo en las que se usaba una lámina de oro para ‘soldar’ el agujero dejado en el hueso). Así pues, no infravalores los efectos de estas plantas, pues muchas de ellas deben ser consideradas ‘contenedores’ de moléculas que son, a todos los efectos, medicamentos”.

Como dato curioso agregar que la fitoterapia consiste en el tratamiento médico de algunas enfermedades basada en el empleo de plantas y sustancias vegetales, y se practica desde hace más de 7 mil años. Para curar una gripe, para aliviar el estrés, para adelgazar o descansar mejor por la noche, “a veces solo tenemos que dejarnos cuidar por la naturaleza”, así lo subraya la Dra. Fabienne Millet, doctora en Farmacia y diplomada en aromaterapia y fitoterapia.

La también consultora y docente de varias universidades puntualiza que “la expresión ‘droga vegetal’ hace referencia a la planta, o a la parte de ella que posee las propiedades terapéuticas que se buscan”. Sobre cómo se preparan, indica que las maneras de utilizar una planta medicinal son muy diversas y dependen, a su vez, del uso que se le vaya a dar (interno o externo) y del modo de extracción de los principios.

Plantar con medios propios

Muchas personas optan por cultivar en sus huertos y jardines las especies medicinales más versátiles y que se prestan más para usarse habitualmente en forma de remedios naturales. De hecho, existen comunidades de personas interesadas en la sostenibilidad y crean una zona dedicada a plantarlas y mantenerlas.

En el caso de que no tengas experiencia, recuerda que no todo puede crecer en cualquier lugar. Entonces, considera los criterios de la zona climática en la que vives, el grado de drenaje de la tierra (cuanto más arenosa menos retiene el agua, cuanto más arcillosa más la retiene) y la exposición a la luz solar.

No olvides que las plantas medicinales no forman un grupo monofilético, es decir, no todas son de la misma familia: cada especie tiene sus propios requerimientos. En tanto, si eres un aprendiz en la materia, te aconsejamos la identificación, mediante un cartel o cualquier otra señal, para que puedas reconocerla con facilidad.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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