Piropos con disfraces de acoso

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En la antigüedad, los piropos se usaban para designar a los rubíes, era una manera de enamorar a sus prometidas. Los hombres sin dinero optaban por conquistar a las mujeres con frases bonitas e ingeniosas. De ahí debe derivar su uso actual, como cumplido o comentario halagador.

Según la Real Academia Española, el piropo es sinónimo de “galantería”. Pero lamentablemente, hoy no es entendido como tal por quienes ante la belleza femenina lo convierten en acoso sexual callejero. Ejemplos hay miles, y se han convertido en todo lo contrario a lo que expresaron nuestros abuelos o bisabuelos; en palabras o frases ofensivas con contenido vulgar que materializan la dominación simbólica masculina. Hay tantos, que asustan, y de tan vulgares no merecen la pena mencionarlos, sino reflexionar hacia qué punto tales posturas laceran el pudor de una dama.

Por desgracia, tal tendencia en moda constituye una forma más de violencia hacia la mujer; está y todos lo ven, y parece cotidiano. Para muchos resulta parte inherente de nuestra cultura, incluso un “derecho” de  cada cual para opinar sobre la imagen de alguien que pasa, conduce una bicicleta, pide el último en la cola…

Nadie duda que los cubanos suelan ser amables, espontáneos, y con formas singulares de expresarse, pero esto no justifica que algunas frases vayan casi al acto sexual explícitamente y califiquen, además, tu supuesta acción.

“En estos últimos tiempos ha existido como corriente el uso de palabras obscenas acompañadas a los piropos; por lo general redundan en cierto malestar hacia las mujeres. Siempre se ha piropeado como parte de la cultura, pero hay que tener mucho cuidado en la forma de elogiar la belleza femenina. También influyen como condicionante las prendas que usan algunas féminas”, expresó la psicóloga Beatriz Estupiñán Pérez.

A través de estos “halagos”, la autoestima de una mujer puede ser afectada de forma considerable, sentirse presa del deseo masculino. ¿Qué efecto piensan producir los hombres al expresar su opinión sobre el tamaño de alguna parte del cuerpo de una fémina? ¿Por qué confundir el acoso con el piropo? ¿Qué sociedad estamos construyendo? ¿Una en la que la mujer debe tolerar lo que se imagine sobre ella?

“Siempre he estado en contra de interrumpir a una persona en la calle para algún tipo de cometario sexual. Últimamente en el ciberespacio esto también funciona y es muy difícil de soportar; tantas cosas bellas que se les pueden decir a una mujer”, afirmó Luna Gil, joven universitaria.

“El piropo es algo normal, halagador y refrescante, lo que en algunas ocasiones nos pasamos de castaño oscuro…, y debemos ponernos en el lugar de las mujeres”, acotó Omar Cárdenas, un cienfueguero.

Así como hay detractores del piropo hay quienes lo defienden en su versión más poética y no agresiva. Cotidianamente, las mujeres sufren en espacios públicos, miradas lujuriosas, silbidos, comentarios eróticos, besos, bocinazos, todo lo cual las sitúa en franca desventaja ante el acoso sostenido, como si se tratara de una muñeca que puede ser vendida o atrapada.

La solución pudiera estar ligada a campañas sociales o trabajar el tema en los medios de comunicación masiva, pues en muchísimas ocasiones se habla de la violencia hacia la mujer y no se incluye el acoso sexual callejero. Cuba debería repensar el hecho de aprobar definitivamente una ley jurídica que proteja mucho más a la mujer y sancione el acoso sexual, verbal o físico. También la educación en sentido amplio influye y determina; y aquí entra en juego aquello de que hijo de gato, caza…

Si eres hombre, deberías imaginar tu vida diaria atravesada por estas prácticas abusivas. Si eres mujer, no tengo mucho que explicarte…

*Estudiante de Periodismo

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Taylin Jiménez Sevilla

Estudiante de Periodismo de la UCLV

2 Comentarios en “Piropos con disfraces de acoso

  • el 16 febrero, 2018 a las 11:25 am
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    Muy de acuerdo!!! Me gusta mantener un “perfil bajo” y no soy de ponerme ropas atrevidas, entre otras cosas, para no dar pie a que me coman con la vista o me digan frases obscenas. Lamentablemente, esto es lo que más abunda últimamente y hay días en los que me siento “violada” en la calle… No sé como sería en el tiempo de nuestros abuelos y padres, pero los (hoy mal llamados) piropos a veces cuentan con la aprobación y hasta el aplauso de algunos… En mi caso, los mejores piropos que he recibido, han sido prodigado por personas muy mayores, lo que diríamos abuelitos. Uno de ellos me preguntó que de qué casa de muñecas me había escapado… Otro me cedió el paso en la acera y cuando le dí las gracias me dijo “son las que te adornan…” En fin, ¿acaso los hombres no se dan cuenta de que lograrían mucho más diciendo cosas lindas merecedoras de un sincero gracias, que de una frase hiriente? Por supuesto, algunas de esas frases fueron antecedidas por un piropo lindo y algunas mujeres ni se dignaron a dar las gracias por los elogios, cual princesas orgullosas en su vanidad (que también las hay) Pero eso sería un tema para otro artículo, digo yo. De momento, gracias Taylin por haber tocado esta temática.

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