Para no contar historias de fuego en Cienfuegos

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Un conjunto de más de 700 personas en Cienfuegos (hombres y mujeres, unos jóvenes y otros con experiencia) pierden, con todo desinterés, muchas horas de sueño para alejar de sus semejantes las pesadillas que suele provocar un incendio. Componen la filial provincial de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Cuba (ABVC), organización que este 24 de agosto pasó revista a su quehacer en los dos últimos años.

Elevar la preparación de todos los ciudadanos en lo concerniente a la protección contra tales siniestros, con especial atención a las zonas rurales y bateyes donde se dificulta el acceso de las fuerzas profesionales permanece como su objetivo principal. Por eso, los asociados del territorio insistieron en la necesidad de incrementar su quehacer en los hogares – a donde acuden para orientar al sector residencial sobre los posibles riesgos de incendios en sus viviendas- y centros laborales, a cuyo panorama ahora se suman los pertenecientes al sector no estatal.

Según se conoció en la cita, desde 2015 hasta la fecha los afiliados del territorio participaron en más de 190 incendios, mientras acumularon 25 mil doscientas 39 horas de guardia. Además estuvieron presentes en 32 simulacros y 31 servicios de protección a eventos.

Maylenis García Rodríguez, presidenta nacional de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Cuba, insistió en la importancia de elevar la cultura de protección contra incendio en la población./Foto: Juan Carlos Dorado

Entre los asuntos debatidos en la reunión figuró la importancia de fomentar la formación vocacional desde edades tempranas. En concordancia con ello, los asociados cienfuegueros reaniman sus círculos de interés con la finalidad de preparar a los estudiantes para realizar tareas de prevención en sus escuelas y áreas de residencia.

De acuerdo con Kevin Calzadilla Sánchez, quien con solo 17 años se cuenta ya entre los bomberos voluntarios gracias a los círculos de interés, uno de los logros en el tiempo analizado radica, precisamente, en que ahora la ABVC cuenta con mayor número de muchachos entre sus integrantes.

Aunque de manera general los delegados coincidieron en el buen funcionamiento de la organización, en los avances en la atención a los asociados y en su capacitación, también concordaron en la necesidad de que los bomberos voluntarios cuenten con medios técnicos y de protección personal propios, lo cual propiciará también aumentar las horas de guardia y su apoyo a los cuerpos profesionales.

Además, hicieron énfasis en la urgencia de mejorar las condiciones de trabajo, de extender la creación de los órganos de base a todos los municipios y de establecer convenios de colaboración con asociaciones de bomberos voluntarios de otras partes del mundo.

Tal como expresó el mayor Edoy Perdomo Fonseca, vicepresidente de la Asociación en el territorio, “la pelea de los bomberos se gana en la prevención”, por tanto, toca a los cienfuegueros redoblar la vigilancia en el sector residencial ahora que la provincia expande el uso del gas licuado como combustible para la cocción de alimentos.

Maylenis García Rodríguez, presidenta nacional de la ABVC, insistió en la pertinencia de elevar la cultura de protección contra incendio en la población y en la necesidad de aumentar la capacitación de los asociados para su enfrentamiento.

En el contexto de la reunión, que ratificó a Reinier Gómez Hernández como presidente de la Asociación en Cienfuegos, resultaron estimulados Guillermo Pérez Ordóñez y Amaury Martínez Ponce por ser los de mayor número de guardias voluntarias acumuladas. También reconocieron el apoyo recibido de la Asamblea Provincial del Poder Popular.

La Asociación de Bomberos Voluntarios de Cienfuegos fue creada el 1ero de noviembre de 1985. Desde entonces, los hombres y mujeres que la componen velan día y noche para que sumen menos las historias de fuego que desde aquí se cuenten.

La asamblea reconoció la labor de dos bomberos voluntarios con largas horas de servicio. /Foto: Juan Carlos Dorado

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Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

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