Osvaldo Doimeadiós: humor y drama con la misma pasión

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Asombra verlo mudar de piel, moverse con igual donaire, seguridad, inteligencia y pasión entre dos universos aparentemente contrapuestos: humor y drama. Lo mismo Margot, Feliciano, Pipo Pérez que Mongo Castillo, por solo mencionar unos pocos, resultan personajes entrañables, de esos que quedan en la memoria del espectador durante mucho tiempo y todo gracias a la versatilidad y el carisma del gran actor que les da vida: Osvaldo Doimeadiós.

Nació en Holguín, el 6 de noviembre de 1964. En esa propia ciudad, con apenas cinco años, sorprendió a familiares y vecinos cuando manifestó su determinación a ser actor. Todavía muy niño, comenzó a encarrilar esa vocación al vincularse a la emisora de radio de dicha provincia.

En 1982 ingresó en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana en la especialidad de Actuación. Cinco años después, no solo egresó con Diploma de Oro con el título de Licenciado, sino que lo seleccionaron como el Mejor Graduado en la práctica pre-profesional. En febrero de 1987 fundó el grupo de Teatro Humorístico Salamanca, un colectivo de renombre dentro del denominado Movimiento de Jóvenes Humoristas Cubanos, del cual fue director hasta 1996.

Doimeadiós ha incursionado en significativos largometrajes y cortometrajes de la filmografía cubana, así como en una gran variedad de importantes programas televisivos. Igual resulta notoria su presencia en las tablas al participar en numerosas piezas como parte de diferentes grupos de teatro.

Este destacado artista, no se limita a la representación de personajes. Por ello lo hemos visto simultanear su quehacer como actor con el de director y/o guionista. Tan prolífero desempeño, tanto en  la actuación dramática como humorística, ha sido coronado con numerosos galardones y reconocimientos. Uno de ellos fue el Premio Nacional del Humor, merecido en 2012. También ha conquistado el respeto y la admiración de la crítica especializada y el público general.

“El humor me ha servido para oxigenar el trabajo en otras manifestaciones. Es un equipaje que uno carga a todas partes y de alguna manera los personajes que he interpretado en el teatro, la televisión y el cine llevan ese componente lúdico”, afirmó en 2012, durante la ceremonia de entrega de ese importante lauro.

Para quien en cierta oportunidad sostuvo que “la risa tiene un poder de sanación tremendo”, el humor es “celebración de la vida en todos sus ámbitos. Constituye una mano para pasar y sobrepasar lo álgido. Sin conformismos, el humor es una permanente invitación a decir: este es el mundo que nos tocó y hay que vivirlo así, conociendo y tomando partido de su depauperación, pero también de todo su esplendor”, según afirmó en entrevista con el colega Yoelvis Lázaro Moreno Fernández.

Tal como expresara en conversación con el cantautor Amaury Pérez en el programa Con dos que se quieran, Diomeadiós ve al humor político como “algo beneficioso, una válvula para la sociedad, porque por esa vía se moviliza el pensamiento, o sea, hace que el terreno se revitalice y que no quede todo así tranquilo, aburrido, chato”.

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Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

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