Los pioneros y la juventud, organizaciones de vanguardia

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Recordamos hoy a la vanguardia. Así definió Ernesto Che Guevara a la juventud al decir enfáticamente: “La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia”.

El cuatro de abril nacieron la Organización de Pioneros José Martí, en 1961, y la Unión de Jóvenes Comunistas, en 1962.

Al triunfar la Revolución en Cuba existían varias organizaciones juveniles y se unen en esas dos, las cuales conforman la unidad de los revolucionarios. Los miembros de ellas han participado en las nuevas batallas: estudio, trabajo, defensa, el fortalecimiento de la conciencia, el patriotismo, la personalidad. Integran las organizaciones que realizan la formación integral de las más nuevas generaciones.

Nacieron bajo el símbolo de la unidad ese bien imprescindible para alcanzar victorias colectivas y conservar la propia esencia. Tuvieron como inspiradores a Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, a Celia y a Vilma. Y a todos nuestros dirigentes históricos.

Si a nuestros abuelos les tocó el Moncada, el Granma, la Sierra; y a nuestros padres, Girón, la Crisis de Octubre, la Alfabetización, la Limpia de Bandidos en las montañas, y tantas odiseas más…, a las nuevas generaciones les correspondían otras metas no menos complejas y heroicas: mantener viva esa Revolución en medio de las agresiones más fuertes del imperialismo norteamericano. Son generaciones nuevas que han nacido bajo la presión y calamidades de un bloqueo férreo, que dura más de medio siglo y que aún no acaba. En medio de todo ello, hay que garantizar la continuidad y mejorar las complejas relaciones internacionales. Cabe la expresión: ¡no es fácil! Y también: ¡Pero es posible! Lo estamos haciendo posible. Y ustedes, los jóvenes, lo continuarán. Lo continúan ya.

El historiador francés Marc Bloch hizo una versión sobre un proverbio árabe, que dice: “Los jóvenes se parecen más a su tiempo que a sus padres”. Si nos atenemos a ello, no puede haber clichés, ni manuales. Hemos de sabernos parte de un proceso complejo y dialéctico, con diálogos y críticas enriquecedoras, con impaciencia pero sin desesperación.

Así ha sido en todos los tiempos de nuestra historia. En 1868 y en 1895 la gran masa de jóvenes cubanos se aglutinó en torno a la idea redentora, libertaria, de Céspedes, antes, y de Martí luego, en el siglo XIX. Y en la continuación de esa misma y única Revolución, en torno al Movimiento 26 de Julio, alrededor del núcleo rebelde de Fidel Castro y sus compañeros en el siglo XX. Seguidamente, para continuar en el desarrollo de la nueva sociedad, en los inicios de los años 60, en 1961 y 1962 en que se constituyeron, en las tareas masivas e imprescindibles de entonces, que precisaban rápida movilización.

Por eso, un año después de la derrota de la invasión mercenaria del imperialismo por Playa Girón, esa juventud ansiosa de Patria y Libertad, por la cual tantos antes dieron sus preciosas vidas, se integraron en ambas organizaciones nacidas este 4 de abril.

Así contribuyen en la niñez y en la juventud, fortalecen la personalidad y el patriotismo e impulsan la creación individual y colectiva, para hacernos más capaces de continuar con una formación integral, inspirados en el Che, en Camilo, en Mella, en nuestro Comandante en Jefe, en Almeida, en Celia, Haydée, Melba, Vilma…, hombres y mujeres ejemplares que actuaron y vivieron ejemplarmente.

Ustedes, los jóvenes cubanos de hoy, constituyen la vanguardia infanto-juvenil. Che decía que “una juventud que no crea es una anomalía”, y están ahí, para guiar, no para imponer, sino para impulsar, sin autoritarismo, pero sin paternalismo. La lucha será siempre, en estos tiempos, mejorar nuestro Socialismo. Menos que eso, no valdría la pena sacrificarnos.

HENRY REEVES: EL INGLESITO

En este día tampoco podemos olvidar a un joven de otros confines, el norteamericano Henry Reeve, llamado “El Inglesito”, que nació otro 4 de abril en 1850, en Brooklyn, Estados Unidos, y vino a entregar su juventud y su vida a nuestro pueblo.

En la expedición del buque “Perrit”, traída a Cuba por el General estadounidense Thomas Jordan, vino como ordenanza de este, otro norteamericano, el joven Reeve con tan solo 18 años apenas cumplidos. Apenas llegaron a nuestras costas fueron sorprendidos por los españoles y después de un fusilamiento a un grupo numeroso, a los quienes dieron por muertos, el inglesito, mal herido y sin conocer el idioma, se arrastró durante varios días hasta encontrar a una patrulla mambisa y se incorpora a las filas de nuestro Ejército Libertador. Allí ganó los grados de General de Brigada y murió en combate en la sabana de Yaguaramas, el mismo día que cumpliría sus 26 años de edad, el 4 de abril de 1876.

Henry Reeve nos entregó a los cubanos los siete mejores años de su juventud, y nos dio su vida por los ideales de independencia y libertad que inspiraron su sacrificio por nosotros. Su vida está llena de hazañas que parecen fruto de la imaginación, pero que fue llena de sacrificios patrióticos e internacionalistas. Por eso, la Brigada Médica Internacional que ha cumplido numerosas misiones por el mundo, en función de la salud y la vida, igualmente plena de heroicidades, incluso en lucha contra el mortal ébola, lleva orgullosamente el nombre del querido joven norteamericano.

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

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