Operación Carlota: El principio de un fin

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Recuerdos y declaraciones de tres combatientes cienfuegueros que intervinieron directamente en las operaciones militares contra las  fuerzas armadas del Apartheid

Carlota. La Negra Carlota. Esclava Lucumí. Lideró la sublevación de esclavos del ingenio azucarero Triunvirato, en la provincia de Matanzas, el 5 de noviembre de 1843.​

Es el nombre con el cual se conoce e inmortaliza la ayuda militar internacionalista prestada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR) a la República Popular de Angola, con el objetivo de preservar su independencia e integridad territorial, e impedir una invasión de Sudáfrica por su frontera sur, país que junto a los Estados Unidos y el gobierno de Mobutu Sese Seko, en Zaire, armó a las fuerzas antigubernamentales de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), encabezada por Jonas Savimbi, en la invasión por diferentes puntos del país para evitar la consumación de la independencia.

La Operación comenzó oficialmente el 4 de noviembre de 1975, cuando, al enterarse el Comandante en Jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz de la muerte de asesores militares cubanos en Caporolo, tras un enfrentamiento con fuerzas mercenarias, ordenó el traslado de las primeras unidades de combate, por vía aérea y naval, iniciándose así una de las más singulares hazañas militares de la historia moderna.

Entre ese año inicial y 1991, alrededor de 300 mil cubanos participaron en la epopeya y dos mil perdieron la vida, cuyos restos fueron repatriados a Cuba durante la Operación Tributo. Otros 50 mil colaboradores civiles también brindaron su aporte solidario.

Considerada la hazaña militar más justa de la historia contemporánea de Cuba, la Operación Carlota inició en noviembre de 1975 y finalizó el 27 de mayo de 1991.

Entre los más de 300 mil cubanos que atravesaron el Atlántico para participar de aquella epopeya, estuvieron numerosos combatientes cienfuegueros.

Este es el testimonio de tres de ellos.

Dos misiones en Angola

Teniente Coronel (R) Rigoberto Bolaños Díaz: “Tuve la oportunidad de ser del primer grupo que movilizaron, como oficial permanente. En la conferencia del Partido del Ejército Central, en el teatro Victoria, presidida por Raúl y Vilma se da la información del inicio y la decisión adoptada por el Comandante en Jefe. Nos correspondió preparar de inmediato el muelle de Cárdenas. A mí me tocó cargar el primer barco. Desembarcamos en un puerto antes de llegar a Lobito. En cada navío montamos no menos de 22 tanques. Después me pasaron a Cualeque, el lugar de donde salió la gran ofensiva. En las dos misiones estuve en Angola 42 meses y medio. La Operación Carlota, como siempre aseguró Fidel, sería y fue una victoria.

Teniente Coronel (R) Rigoberto Bolaños. / Foto. Efraín Cedeño.
El bombardeo a Tchipa

Teniente Coronel (R) Raúl Menéndez Ceballos: Estuve en Angola varios años en la Brigada de Defensa Antiaérea, que se encontraba en Lubango, al sur de ese país. Hay muchas cosas que quedan siempre en la mente, pero recuerdo sobre todo el bombardeo a Tchipa. El domingo 26 de junio de 1988 se produjo un ataque de la artillería enemiga contra la tropa que estaba allí. Lo primero fue pasar a la posición 1. Se derribaron los cuatro helicópteros en el aire. Angola fue una escuela para todos. En ningún texto o audiovisual está recogido el traslado de la planta de asfalto en Cayama, de fabricación Yugoslava, para construir una pista de aviación. Eso fue una proeza laboral-militar, pues se ejecutó en mucho menos del tiempo previsto.

Teniente Coronel (R) Raúl Menéndez./ Foto. Efraín Cedeño.
Etiopía fue una escuela de la guerra real

Mayor (R) Humberto Lorenzo Pérez Murillo: Fui militar. En el año1977 me movilizaron para ir a Etiopía. Hicimos una preparación previa. Y en la Escuela de Contrainteligencia, en La Habana, antes de ir  para el aeropuerto, Fidel nos recibió y explicó cómo debíamos mantener los tanques. Fuimos a Moscú, a una Escuela de Aviación, donde permanecimos hasta que volamos para Adís Abeba. Nos dieron el armamento y todo lo necesario para el combate. Estaba en un batallón de tanques, de explorador, como otros combatientes. Después nos pasaron a varios a tanquistas. Regresé en mayo de 1979, por decisión de Raúl. Etiopía fue una escuela de la guerra real.

Mayor (R) Humberto Pérez./ Foto. Efraín Cedeño.

El 27 de mayo de 1991 concluyó la cooperación militar Carlota. El General de Ejército Raúl Castro, entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), expresó que había llegado el momento del tributo y del recuento.

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Ramón Barreras Ferrán

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos.

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