Oleohidráulica de Cienfuegos levanta presión tecnológica
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Los trabajadores de la actual Empresa Oleohidráulica Cienfuegos José Gregorio Martínez se precian de laborar en el que fuera primer centro fabril construido por la Revolución en este territorio, cuando allá por 1964, a instancias del Comandante Ernesto Che Guevara, a la sazón Ministro de Industrias, fue inaugurada aquí la entonces denominada Fábrica de Motores Diesel.
Verdad es que ya no queda en activo ninguno de los fundadores de la vieja planta productora de las potentes MotoCuba, como les denominaban a aquellos equipos empleados en su mayor parte para mover medios de bombeo para el riego; sin embargo, de generación a generación de obreros ha ido transmitiéndose el sentido de pertenencia y el orgullo de saberse partes de un centro concebido por el Guerrillero Heroico, quien un año antes de la apertura visitó la planta durante la fase de montaje.
De la etapa inaugural a hoy mucho ha llovido. Ni la composición laboral, ni el objeto social son los mismos. Eso sí, con sus altas, bajas y contratiempos de contracciones económicas y carencias de materia prima, el colectivo se ha sobrepuesto hasta emerger como una de las entidades insignias de la empresa estatal socialista.
Hace tiempo que el encargo de la industria cienfueguera consiste en la sustitución de importaciones en componentes de la oleohidráulica, cuyos productos líderes han sido las mangueras de media y alta presión y cilindros hidráulicos empleados fundamentalmente en equipos de la agricultura cañera y no cañera, la construcción, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) y la Unión Eléctrica.
Posteriormente fueron incorporando otras líneas, también en esta rama de la mecánica. Hoy de los talleres salen gatos hidráulicos de botella de 2,5, 7, 12 y 30 toneladas; transpaletas (carretillas para transportar manualmente las cargas) y prensas hidráulicas.
Otra importante vía de ingreso para la “José Gregorio Martínez” lo constituyen los servicios especializados de asistencia técnica a sistemas oleohidráulicos y neumáticos, contratados por organismos y entidades a todo lo largo y ancho del archipiélago.
Empero, el total despegue imponía retos más allá de la voluntad del colectivo obrero. Un equipamiento de máquinas herramientas obsoleto y con muchos años de explotación entorpecía el desarrollo de las fuerzas productivas, por lo cual se hizo imprescindible renovar el parque tecnológico.
TIEMPO DE CAMBIOS
“La primera etapa de la estrategia de desarrollo hasta el 2021, en la que nos encontramos en este momento, consiste en elevar la capacidad productiva de la planta, aumentar la competitividad de nuestros productos y humanizar la labor, a partir de la modernización del equipamiento y preparar al personal para asumir la nueva tecnología”, explica el ingeniero Jesús Peña Ríos, al frente de Dirección Integrada de Proyectos (DIP).
Por así decirlo, el 2015 marcó el definitorio arranque hacia metas superiores en el mejoramiento de la técnica. “Ese año, precisa Peña Ríos, reconvertimos tres tornos CNC (de control numérico computarizado), en equipos de última generación, y al siguiente, tres más, además de la recuperación de una fresadora en desuso con similares beneficios digitalizados.
A la par introdujeron novedosas máquinas herramientas de factura china, hoy en fase de prueba. Entre ellas se encuentra un torno de bancada plana de cuatro metros, cuya ventaja principal, además de humanizar el trabajo del operador, es la de permitir maquinar las piezas necesarias en la fabricación de cilindros de más de dos metros de longitud, utilizados en carretas autobasculantes y en el boom de las grúas, dispositivos que hasta la fecha deben comprarse en el exterior.
Precisa el director de la DIP que por el momento allí elaboran los racores rectos (cabezales o terminales de las mangueras). Pero la adquisición en China de un equipo para doblar estos componentes y hacerlos acodados, los convierte en la única entidad en Cuba en capacidad de manufacturarlos con tal formato, lo cual les abre el camino para satisfacer parte de la demanda de los conductos con esa nueva característica, tanto para uso hidráulico de alta presión —así lo emplean las combinadas cañeras brasileñas marca Case—, como para el neumático.
Ahora bien, si del último grito de la técnica se trata, el directivo habla con mucho entusiasmo del flamante Centro Mecanizado. Al referirse a sus cualidades destaca el funcionamiento de cinco ejes interpolados para elaborar piezas de contornos muy complejos y sofisticados.
“Esta maquinaria —detalla el ingeniero— además de aumentar la capacidad en la producción de gatos hidráulicos, nos abre una posibilidad tecnológica muy prometedora para en un futuro desarrollo, ya en la segunda fase de la estrategia, asumir la producción de otros renglones como los componentes empleados en las bombas de pistón y válvulas de presión”.
Para el próximo mes de mayo esperan el arribo de un torno de doble cabezal (primario y secundario). “Este tipo de máquina herramienta posibilita realizar trabajos en el metal sin necesidad de hacer el desmontaje de las piezas. Los cambios se harían de manera automática, factor determinante en el logro de una terminación de extrema calidad”, apunta Peña Ríos.
Por supuesto, para velar que se cumplan los parámetros establecidos por el proyecto y las exigencias del cliente, existe un Sistema Integrado de Gestión de la Calidad, a tenor con las normas ISO, medioambientales y de seguridad y salud del trabajo.
La especialista principal encargada de este frente, Anamary Díaz Ramírez, detalla pormenores del control diario junto a un grupo de trabajo muy profesional. ”Contamos con los medios e instrumentos de medición precisos, a fin de evaluar constantemente el cumplimiento de esos requerimientos en cada una de las áreas de producción”, argumenta la experta.
A tono con los nuevos tiempos, desde finales del pasado año comenzaron con sendos bancos de pruebas modernizados, muy eficientes en la comprobación de los requisitos a observar en la elaboración de mangueras y cilindros. “En el caso de estos últimos, comenta Anamary, además de hermeticidad ahora podemos examinar posibles fugas internas, así como presión y ciclo útil del producto”.
Precisamente, en uno de esos equipos encontramos al joven Roberto José Isidrón Martínez, técnico medio en Mecánica industrial. “En comparación con el viejo banco son mucho más marcadas las ventajas, pues de manera automática conocemos con mayor precisión los datos a la hora de conocer el funcionamiento del cilindro”, explica.
Sobre los beneficios económicos individuales y la atención al hombre, Roberto José concuerda con otros muchos operarios, técnicos y especialistas con los que este reportero conversó. El salario medio mensual supera los mil 150 pesos, por supuesto, con arreglo a los resultados productivos de cada cual, y a ello se suma el pago en divisas. Además, reciben anualmente sus respectivos módulos de ropa y calzado de trabajo.
CON LUZ LARGA
Y si de perspectivas se trata, en la carpeta de negocios barajan proyectos de inversiones de gran alcance. Los más cercanos tienen que ver con la fabricación de equipos de izaje, dígase las llamadas grúas torres o sobre camiones.
Aunque también ya acarician planes de mayor envergadura. Al decir del director de la DIP, está en fase de estudio de mercado para determinar su viabilidad y potencial, el montaje de una nueva línea de amortiguadores de autos, camiones, ómnibus y coches ferroviarios.
También en el campo de la investigación científica buscan retomar el trabajo conjunto con la Universidad de Cienfuegos. De hecho, en aras de la preparación de la fuerza calificada, cuentan con aulas anexas del tecnológico 5 de Septiembre para formar técnicos medio en la especialidad de Mecánica.
Ninguno de esos sueños resulta inalcanzable. El colectivo obrero de la Empresa Oleohidráulica José Gregorio Martínez, en su gran mayoría compuesto por jóvenes, ha demostrado sus condiciones técnicas y laborales. Si antes, con viejas máquinas, lograron salir del bache y resurgir como el Ave Fénix, para luego año tras años crecer en producciones y resultados económicos, ahora, cuando levantan ‘presión tecnológica’, ¿de qué no serían capaces?
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