Ofrece resultados preliminares estudio genético relacionado a la COVID-19
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El estudio Factores de riesgo genético asociados a la severidad clínica de la COVID-19 en pacientes cubanos, desarrollado por el Centro Nacional de Genética Médica, arroja entre sus resultados preliminares de su aplicación en la capital cubana que el grupo sanguíneo O resultó un factor de protección para desarrollar formas sintomáticas o graves de la enfermedad.
La doctora Hilda Roblejo Balbuena, especialista de I y II grado en Genética Clínica, profesora e investigadora auxiliar y jefa de Docencia e Investigaciones del Centro Nacional de Genética Médica, declaró en entrevista a Cubadebate que entre los contagiados del nuevo coronavirus no se aprecian diferencias de género y la distribución según color de la piel no muestra diferencias a las frecuencias reportadas por el Censo de Población y Viviendas de 2012.
Además, en coincidencia con investigaciones internacionales se probó que la edad promedio de los pacientes está directamente relacionada con la severidad del cuadro clínico, lo cual lo legitima como factor de riesgo en la población habanera.
Fueron incluidos en el estudio 431 pacientes recuperados y 156 familiares de primer grado, de los 1 182 casos confirmados hasta el 11 de junio de 2020 en la ciudad, y la primera etapa de la investigación se desarrolló del 25 de junio al 25 de julio.
Los preparativos para la investigación incluyeron la capacitación de equipos integrados por profesionales de la Red Nacional de Genética Médica y dirigidos por investigadores de la entidad rectora de la especialidad en coordinación con las direcciones de Salud en los 15 municipios de la provincia; personal de laboratorio clínico, médicos y enfermeras de la Atención Primaria de Salud también se sumaron al estudio.
Su condición de capital, la densidad poblacional, la heterogeneidad de sus habitantes, la pérdida de límites entre sus municipios y el flujo de personas confieren particularidades a La Habana, lo cual hizo que su muestra fuera una “parte importante del total de individuos incluidos en la investigación nacional”, señaló Roblejo Balbuena.
Esta investigación perseguía conocer mejor los factores de riesgo genéticos e inmunológicos de los sujetos expuestos al virus, lo cual posibilita desarrollar estrategias para intervenirlos y así evitar que se agraven las condiciones de los pacientes, explicó la Doctora en Ciencias Beatriz Marcheco Terruel, directora del Centro Nacional de Genética Médica en reunión del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez con científicos cubanos el pasado 1ro de octubre.
Para ello se pretendía incluir a todos los pacientes cubanos residentes en el país, confirmados con SARS-CoV-2 entre el 11 de marzo y el 11 de junio de 2020 (la cifra entonces ascendía a 2 207 personas), de alta epidemiológica y familiares de convivientes con ellos al momento del diagnóstico, pues se ha comprobado que los contagios se manifiestan en un porcentaje elevado intradomiciliario.
Atender a factores clínico-epidemiológicos que incluyen variables sociales como la ocupación, el color de la piel, los grupos de edades, los hábitos tóxicos, el historial de enfermedades, los niveles de estrés, y otras variables clínicas de naturaleza inmunológica y genética, tanto del individuo como de quienes conviven con él y están emparentados.
El estudio abarcó a 2 182 personas, entre niños y adultos, a los cuales se les realizaron análisis de sangre que incluyeron hemograma completo, grupo y factor, ensayos Elisa para anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 en el Centro de Inmunoensayo y en los casos graves se analizaron subpoblaciones de linfocitos que participan en la respuesta inmune, utilizando la citometría de flujo y estudios del ADN.
En cada caso se obtuvo el consentimiento de los sujetos involucrados en la investigación, a quienes se les realizó una entrevista clínica, que permitió conocer sus hábitos y estilos de vida, sus antecedentes de salud tanto personales como familiares, así como información propia de la COVID-19, para la confección de un árbol genealógico desde el punto de vista de la epidemiología.
Como principales ventajas de este estudio se perfilan la caracterización del estado inmunológico de los pacientes recuperados, la identificación de variantes alélicas que incrementan el riesgo de complicaciones clínicas severas y de los individuos más vulnerables a padecer formas clínicas sintomáticas o graves de la enfermedad, que permita prevenirlas con intervenciones terapéuticas más tempranas y establecimiento de estrategias poblacionales a partir de la identificación de grupos de riesgo.
(Tomado de ACN)
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