Nutrición y salud con sabor: almendra

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La almendra constituye una de las fuentes de alimentación más antiguas del mundo, ya mencionada en la Biblia 2 000 años antes de Cristo. Según la mitología, este fruto tenía por deidad protectora una diosa fenicia cuyo nombre en sirio significa “árbol hermoso”, calificativo muy apropiado dada la espectacular hermosura de los campos de almendros en flor.

La Marcona es la variedad más conocida, cuyo fruto es redondo y gordo, dulce y con poco porcentaje de amargor. Es una de la más demandada por la industria repostera y turronera.

El fruto, desprovisto de sus envueltas, se tuesta hasta que adquiere el tono deseado para la elaboración de turrones duros o blandos. Sirve de base para las denominaciones de origen Jijona y Alicante, así como para la designación de calidad Mazapán de Toledo y los tradicionales guirlaches aragoneses además de la Tarta de Santiago. Asimismo, al tener en su composición menos aceite, se suele destinar a la producción de almendras fritas.

Valioso alimento

Desde el punto de vista nutricional, cada 100 gramos de almendra común aportan un valor energético de 575 kcal, además de las respectivas dosis de vitaminas B1 o tiamina (0,211 mg), B2 o riboflavina (1,014 mg), B3 o niacina (3,385 mg), B5 o ácido pantoténico (0,469 mg), B6 (0,143 mg), B9 o folato (50 µg) y una importante cantidad de vitamina E (26,22 mg). También es valioso el aporte de minerales esenciales que proveen, como el zinc, hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio.

La semilla es la parte comestible

El aceite de este fruto es utilizado como emoliente, y la esencia de almendras amargas tiene su aplicación perfumería, por su aroma. Como dato curioso, para los adeptos del Veganismo, la leche de almendra resulta una gran opción en el aporte de proteínas, pues amén de ser ligera y tener un sabor agradable, resulta ideal para las etapas de crecimiento y adolescencia gracias a su aporte de potasio y calcio.

Estudios realizados por el Gene Spiller Health & Research Studies Center (Los Altos, California), demostró que el consumo de la leche de almendra reduce el colesterol sanguíneo (lipoproteínas); con un mayor efecto en comparación con el consumo de aceite de oliva.

Los beneficios de las almendras, Prunus dulcis por su nombre científico, para la salud de las personas son múltiples. Baste decir que estos frutos tienen un 52% de grasas, de ellas, dos terceras partes corresponden a ácido oleico.

Además del placer gustativo que reporta su ingestión, cuando lo hacemos es muy similar a si tomáramos aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular. Tanto es así, que se ha demostrado que en comunidades en que se consumen dosis altas de frutos secos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor.

No debemos soslayar tampoco que su contenido en ácido linoleico (omega-6), constituye un ácido graso esencial para el organismo que éste no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta.

Los estudios realizados en nutrición demuestran que el control de la dieta es esencial en los diabéticos que no dependen de insulina. La almendra puede formar parte de la alimentación de las personas que padecen la enfermedad.
La razón está bien fundamentada. Por una parte, se sabe que la asociación de la fibra con los azúcares provoca una disminución en la velocidad de absorción de la glucosa, lo que hace que el aumento de los niveles de este elemento y de la insulina sea moderado.

En otro orden, se ha demostrado que una dieta de ácidos monoinsaturados mejora la tolerancia a la glucosa, además de tener un efecto positivo sobre la regulación del contenido de colesterol presente en las HDL y LDL y sobre los niveles de triglicéridos.

Pero las ventajas para la salud de comer almendras no quedan ahí. Ellas poseen un elevado contenido de fibra, elemento que, entre otras ventajas, permite aumentar el volumen de los excrementos y diluir así el ácido biliar, lípidos y esteroles, haciendo que disminuya el riesgo cancerígeno de éstos en el colon.

Bálsamo natural vs envejecimiento

Se dice que la aspirina es famosa y popular en el mundo porque la considera “remedio de todos los males”. Pues sepa que el paliativo natural a este fármaco consiste en comer un puñado de almendras, aunque sus efectos sean más lentos.

La explicación está en que esos frutos contienen una buena proporción de salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos del producto. Además, por su alto valor calórico y proteínico ayudan a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal.

Desde tiempos inmemoriales el hombre se interesó por descubrir la fuente de la juventud eterna. Algunos fueron más allá en busca de la inmortalidad, otros se contentaban con mantener la misma apariencia lozana de la adolescencia y la pubertad hasta el día del Juicio Final.

Entre otras muchas historias fascinantes sobre el tema, se cuenta que el explorador español Juan Ponce de León escuchó sobre la fuente de la juventud de los nativos de Puerto Rico cuando conquistó la isla. Insatisfecho con su riqueza material, emprendió una expedición en 1513 para localizarla, descubriendo el actual estado de Florida. Aunque fue uno de los primeros europeos en llegar al continente americano, nunca halló la fuente.

Hoy día el movimiento antienvejecimiento se ha convertido en una industria multibillonaria que mueve y atrae a las personas al mostrador de cremas para la piel, el spa o el pasillo de las vitaminas. Sin embargo, los consejos de abuelos sostienen que la verdadera poción mágica está en una buena dieta, sobre todo a base de vegetales y frutas, y, desde luego, hacer ejercicios físicos todos los días.

Sheah Rarback, directora de la división de nutrición de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, plantea que: “Envejecer es inevitable, lo que usted desea es disminuir el riesgo de tener otro tipo de problemas. Los ideal es que la piel luzca lo mejor que pueda, los ojos puedan ver por el mayor tiempo posible, mantener una presión sanguínea baja, que los huesos sean fuertes, mantener los músculos intactos y conservar el metabolismo en movimiento”.

Entre los diez alimentos antienvejecimiento que ayudan a disminuir los riesgos para la salud y a mantener el corazón, el cerebro y los huesos saludables, están, en primerísimo lugar, las almendras.

La bibliografía consultada al respecto señala que el fruto en cuestión, tanto como la nuez, cuenta con grasas buenas, proveen vitamina B, esencial para el corazón y el cerebro, ayuda a bajar el colesterol malo y contribuye a disminuir el riesgo de cáncer.
Al decir de los estudiosos del tema la ingestión de almendras pueden proporcionar a revertir el envejecimiento del cerebro y el déficit cognitivo. Estudios recientes han demostrado que esos alimentos son ricos en ácidos grasos no saturados, fibra y vitaminas, todos reconocidos por ayudar a la salud del corazón.

Por su lado, las propiedades del aceite de almendras pueden beneficiar notablemente tu salud porque este fruto está cargado con antioxidantes, vitamina E, grasas saludables y proteínas. Si lo usas diariamente estarás cuidando tu cuerpo a nivel estético y de funcionamiento.

Este líquido graso es un elemento que se usa normalmente en la aromaterapia y funciona en todos los tipos de piel. Es tan suave que puede usarse incluso en la piel de los bebés, gracias a que es muy rico en vitamina A.

La propia untura puede prevenir la aparición de los signos de la edad porque ayuda a renovar las células de la piel y a recuperar la apariencia tersa de tu rostro. Además, funciona como un excelente exfoliante debido a que remueve las impurezas y las células muertas de la cara.

El aceite de almendras tiene nutrientes esenciales para la piel y es mucho más natural y menos grasoso. La dermis logra absorberlo rápidamente y deja una fragancia muy agradable. Si lo usas en tus manos y tus pies, lograrás combatir la resequedad y lograr una piel muy suave e hidratada.

En tanto, el magnesio presente en el compuesto óleo, detiene la caída del cabello. Por eso es conveniente hacer un suave masaje en el cuero cabelludo una o dos veces en la semana para lucir una cabellera más bonita y saludable.

Son famosos los dulces de almendra, en especial los turrones Jijona y Alicante

Si lo mezcla con aceite de oliva harás que le quites las abiertas del pelo.
Gracias a su gran concentración de potasio y a su escasa cantidad de sodio, el aceite logra mantener equilibrados los niveles de colesterol y la presión de la sangre, lo que ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares y daños en los tejidos.

El mismo producto también nos fortalece a nivel neurológico. Para lograrlo, solamente necesitas poner algunas gotas de aceite en un vaso de leche y tomarlo de forma regular. Por su contenido de ácidos grasos omega 3 y grasas saludables para el organismo, nutre nuestro cerebro y hace que funcione mucho mejor.
Si tienes problemas de circulación, es recomendable que todos los días hagas un masaje en tu cuerpo usando aceite de almendras. Esto ayuda a normalizar el flujo sanguíneo por todo tu cuerpo. Si tienes hijos pequeños, también puedes hacerles masajes suaves para lograr que sus huesos se desarrollen normalmente.

Por último, la farmacopea popular habla de los beneficios contra las afecciones que se presentan en los músculos, pues contiene propiedades analgésicas que ayudan a contrarrestar el dolor y la tensión de la musculatura deteriorada. Solamente necesitas una o dos cucharadas de este aceite tibio y luego usarlo para hacer masajes en el área afectada.

La almendra cubana

En los campos de Cuba, pero también en jardines y parques, es muy común encontrar un árbol de gran porte, muy bondadoso por la sombra que proporciona. Se trata del almendro malabar o almendro de la India, cuyo fruto es similar a la conocida almendra.

Se trata de una planta de la familia de las combretáceas, nativa de la región de Malaya y posteriormente distribuida en el Caribe, América del Norte y Oceanía.
Además de sus fines ornamentales, tanto en la Mayor de las Antillas como en el resto de las regiones donde se cultiva, se aprovecha la corteza y frutos con fines medicinales.

La Terminalia catappa L, por su nombre científico, puede alcanzar una talla hasta de 24 m de altura, con un diámetro en el tronco de 1.5 m, por lo común mucho más pequeño, las ramas extendidas, dispuestas en verticilos, las ramillas robustas, lampiñas y la corteza superficialmente rajada.

Los frutos son comestibles y poseen un 20 % de tanino; en tanto,
la semilla hasta contiene el 51.2 % de aceite graso (aceite de catappa), el 54 % de oléina y el 46 % de palmitina.

La planta se usa en México por sus propiedades astringentes y tónicas. En Cuba se utilizan las hojas machacadas, en baños contra la picazón de la piel, y la corteza contra las erupciones, el cocimiento de las hojas y el fruto se usa contra la hemoptisis.

Arbol de almendra malabar se encuentra en cualquier parte de Cuba

En Colombia, por su lado, se emplean los frutos y la corteza como febrífugos, contra la diarrea y el asma bronquial. Las semillas son muy oleaginosas y pueden servir para preparar una emulsión utilizada como bebida diaria, en las enfermedades de las vísceras pulmonares y abdominales.

La forma de empleo puede variar, cuando se aprovecha las propiedades medicinales, ya de ungüento, ya en cocimientos. Hay quienes consumen el mesocarpio del fruto maduro.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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