Ni olvidados ni muertos. Son los paradigmas del presente

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Renato Guitart, Carmelo Noa Gil, Pedro Marrero Aizpurúa y Flores Betancourt Rodríguez fueron los primeros asaltantes del Moncada en escalar al parnaso de los héroes aquel 26 de julio de 1953. Sobre su muerte y la de los restantes jóvenes caídos durante las acciones en la mañana de la Santa Ana, diría luego Fidel Castro: “Mis compañeros, además, no están ni olvidados ni muertos; viven hoy más que nunca y sus matadores han de ver aterrorizados cómo surge de sus cadáveres el espectro victorioso de sus ideas”.

Entre los 61 combatientes que perdieron la vida, había catorce muchachos artemiseños. Desde la localidad que en otros tiempos fuera parte de la antigua provincia de La Habana, 28 jóvenes ─entre ellos el actual Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez─, salieron hacia los sucesos del Moncada: “Éramos un puñado, pero llevábamos el espíritu del pueblo, inspirados en la prédica martiana de no mirar de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber”, afirmó Ramiro en el año 2014, cuando en esa provincia joven provincia conmemoraron el aniversario 61 del hecho histórico.

Muchos continuaron el camino y estuvieron también en el desembarco del yate Granma y en la lucha en la Sierra Maestra. A todos ellos se les recuerda hoy en el Mausoleo de los Mártires de Artemisa.

Mausoleo a los Mártires de Artemisa, la localidad cubana que más hijos dio a la causa aquel 26 de julio de 1953. /Foto: Ecured
Mausoleo a los Mártires de Artemisa, la localidad cubana que más hijos dio a la causa aquel 26 de julio de 1953. /Foto: Ecured

Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró José Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad”, fueron las palabras del atento Fidel Castro a todos sus acompañantes.

Rigoberto Corcho López, Giraldo Córdova Cardín, José Francisco Costa Velázquez, Fernando Chenard Piña, Juan Domínguez Díaz, Víctor Escalona Benítez, Rafael Freyre Torres, Jacinto García Espinosa, Raúl Gómez García, Manuel Gómez Reyes, Virginio Gómez Reyes, Rolando San Román de las Llanas, Abel Santamaría Cuadrado, Osvaldo Socarrás Martínez, Elpidio Sosa González, José Luis Tassende de las Muñecas, José Testa Zaragoza, Julio Trigo López, Andrés Valdés Fuentes, Armando Valle López, Gilberto Varón Martínez, Pedro Véliz Hernández, son y serán algunos de los nombres que la historia nacional tiene a bien colocar en un lugar cimero. Como dijo Fidel, no están ni olvidados ni muertos, viven hoy en cada obra que nace, en cada victoria nueva.

Al frente ayer en el combate por los objetivos realizados del presente. Hoy, con los sueños cumplidos, con los sueños renovados; en la obra erguida y respaldada con su sangre y con su ejemplo. El grito de ofensiva se escucha en nuestros días como en aquella mañana gloriosa. Solo que ahora va acompañado por un coro jubiloso de orgullo popular. Ni olvidados ni muertos. Ni ayer ni nunca, porque este es un pueblo agradecido que tiene memoria.

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Delvis Toledo De la Cruz

Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en 2016.

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