Muestra visual en galería Santa Isabel, de Cienfuegos

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El peso de la Covid-19 impidió que en febrero de 2021 los públicos sureños pudieran disfrutar de una de las muestras más ambiciosas de los últimos 20 años, intitulada Convergencia, toda vez que agrupa en la galería Santa Isabel a 30 artistas locales y cerca de 45 obras de manifestaciones disímiles, como la pintura, el dibujo, la escultura, fotografía (digital y tradicional), del instalacionismo, el grabado (linóleos y litografías), entre otras expresiones que signan la pluralidad en esta selección, donde figuran casi todos los artistas en activo y los principales cultores cienfuegueros. De modo que, aprovechando este impasse que parece arrastrarnos a una nueva etapa de nuestras vidas, los rectores de las artes visuales en la ciudad atinaron a reinaugurar la exposición, que se anuncia como una de las más completas por la nómina de artistas, como hemos manifestado, y un distintivo que abre otra etapa de proyectos.

Los creadores tuvieron plena libertad para seleccionar los temas y obras concebidas entre 2013 y 2021, por lo que estamos ante un muestrario evocativo, muy a tono con la filosofía de estos dos años, durante los cuales hemos revisitado el tiempo que fue, para erguirnos ante el futuro y tomar radicales decisiones en la era pos Covid. Esta mirada curatorial define la multiplicidad de fabulados y poéticas, la posibilidad de elegir y disponer de obras maduras o poco vistas por esos públicos, de reponer aquellos credos e imaginarios de otras etapas, en las que no podíamos sospechar lo que se avecinaba. En el conjunto figuran catorce textos visuales inéditos y producidos este año; empero, el grueso tiene el espíritu de una etapa anterior a la pandemia. Igual, predominan la mirada crítica sobre el entorno socio-cultural, particularmente en los más jóvenes (se infiere que no se trata únicamente de generaciones o edades), que revelan un mayor riesgo en la experimentación discursiva, mientras que los consagrados (una condición mutante, depende del nivel que se preserve) prefieren afinar su erario y demostrar lo que conocemos de sobra.

Entre los más persistentes y probados nos reencontramos con Adrián Rumbaut, Rafael Cáceres, Mario Cruz, Néstor Vega, Vladimir Rodríguez, José Basulto, Camilo Díaz de Villalvilla, Pável Jiménez, Juan Carlos Echeverría, Elías Acosta, Raúl Cué, Alain Moreira, Miguel Ángel Albuerne y Luis A. P. Copperi; los benjamines y futuros escudos: Alexander Cárdenas, Alejandro Munilla, Héctor Onel Guevara, Luis Miguel Rivero y Daniel Antón; los crecientes: Alfredo Elías Sánchez, Irving Torres, Osmany Caro, Edgar González, Alberto Veloz, Yoel de la Paz, Alain Martínez y Yunier Hurtado, e incluso una participación de profesores laboriosos de la Academia de Artes de Cienfuegos (Escuela de Arte Benny Moré), como Lizette Pérez, Abel José González y José Ernesto Saborido. Puede decirse que todos han ofrecido lo mejor sí y que en su conjunto es una convergencia favorable que merece nuestra atención, al tiempo que constata un poco de la historia que somos y revela el futuro halagüeño que nos aguarda.

Convergencia es, a todas luces, un signo potencial de las transiciones urgidas para dar paso a nuevas generaciones de artistas visuales en Cienfuegos.

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Jorge Luis Urra Maqueira

Crítico de arte. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

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