Mónica González, una mirada a la nueva generación de nuestros músicos

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Cuando se transita por la historia musical de Cienfuegos y se llega al presente, es altamente reconfortante ver historias de vida como la de Mónica González Rodríguez, joven violinista de esta ciudad. Ella es, junto a otros músicos de su generación, un ejemplo de cuanto se puede lograr, al unir disciplina, oportunidades, talento y una buena guía.

Comenzó en la música acercándose al movimiento para niños y jóvenes de Cienfuegos. Así, muy pequeña, fue de los niños que se iniciaron con la tía Rosa. Pasa luego al coro de Belkidia López, donde permanece por más tiempo. Guarda muy gratos recuerdos de estos primeros momentos y siente que le aportaron mucho a su temprana formación. Le brillan sus ojos cuando habla de los festivales en La Habana a los que asistió con el coro infantil, donde tuvo la oportunidad de compartir con niños de toda la isla, que como ella, tenían ya ese amor por la música.

A los ocho años comienza a estudiar su instrumento, el violín, en la Escuela Provincial de Arte Benny Moré. Otro capítulo se abría en su vida cuando coincide con un proyecto que fue muy importante y que dirigía Iván García: Los Aragoncitos. Con esta agrupación complementa su formación en cuanto a las especificidades de la música popular cubana. Tenían como propósito la salvaguarda del movimiento danzonero y tuvo muy buenos aciertos en todos estos jóvenes, que formó y preparó para la vida cultural. Hoy lamentamos su disolución.

Con esta agrupación realiza su primera gira internacional, esta vez a Halitown, Nueva Escocia, Canadá, como parte de un intercambio cultural entre jóvenes intérpretes. Allí, la charanga cubana tocó nuestra música,junto a una jazz band canadiense, integrada también por adolescentes y aprendieron e incluyeron temas del repertorio habitual de ellos. Mónica tuvo la oportunidad de acercase al mundo del Jazz, conociendo otra manera, otro concepto musical, el cual le impactó desde entonces, e incorporó a sus preferencias sonoras.

Al terminar su noveno grado, continúa sus estudios en la Escuela Nacional de Arte, en La Habana. Allí se une a la Orquesta Sinfónica y a la Orquesta de Cámarade esta institución. Tuvo la posibilidad de tocar bajo la batuta de Enrique Pérez Mesa, entre otros grandes directores.Su profesor de música de cámara fue Iván Valiente, el director de la Orquesta Solistas de la Habana.

A su regreso a Cienfuegos, comienza a trabajar como profesora y se une, además, a la Orquesta de Cámara Concierto Sur, dirigida por Enme Rifat y asesorada por Emilia Bondarenko, otro momento importante en su carrera. Con ellos tiene la posibilidad de realizar su segunda gira internacional, esta vez ya como profesional. Según sus vivencias personales Mónica relata:

«Tuvimos una experiencia muy bonita. En el 2012 nos visitó en Cienfuegos el maestro Christopher Chagnard. Él vino con una pequeña representación de su orquestala Northwest Sinfonietta,de Seatle, Estados Unidos. Hicimos aquí un concierto, juntos. Luego nos invitaron a Los Estados Unidos para hacer una gira con ellos. Estuvimos en Washington, Arizona y Miami. Fue una experiencia extraordinaria».

Actualmente, Mónica continúa con la Orquesta de Cámara Concierto Sur y forma parte también del Mariachi Los Reyes, de Cienfuegos. La que cataloga como otra experiencia completamente diferente. Es un nuevo concepto que ha logrado dominar muy bien y que forma parte de su vida profesional. De esta experiencia me cuenta que:

«Para una persona que no es mexicana, es complicado llegar a entender ese ritmo y entrar en el estilo. La música mexicana cualquiera la escucha y piensa que es fácil y para nada. En cuanto al trabajo del Mariachi, hay que tener presente también del empaste entre los violines, la afinación y la manera de tocar».

Todo lo logrado por la joven intérprete se basa en su dedicación, empeño y muchas horas dedicadas a su superación profesional y a su instrumento. Cienfuegos cuenta hoy con una cantera de valiosos y polifacéticos músicos, que pueden satisfacer las necesidades espirituales de públicos diversos. Las nuevas generaciones tienen asegurado el relevo de una ciudad con historia y tradición.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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