Menos marabú, más alimentos en Cienfuegos

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“Toitica esta parte de ‘La Sabana’ estaba cundía de aroma”, asegura Marcial Martínez mientras con sus ojos gastados y arrugados de tanto ver recorre, hasta donde llegaba su mirada, los paños ahora reverdecidos por diversos cultivos.

Esta es solo una muestra de las tantas transformaciones agrarias operadas en zonas periféricas de Cienfuegos y otras localidades sureñas, luego que el Decreto Ley No. 259 regulara la entrega de tierras ociosas en usufructo a quienes estuvieran dispuestos a hacerlas producir.

“Ojalá y tal medida la hubieran aplicado mucho antes”, comenta Yuniesky Martínez, uno de los beneficiados con una caballería, y de la cual ya pudo recoger más de 70 quintales de tomate y 200 de col, mientras asegura los preparativos para una inminente cosecha del frijol que a pesar de ser la primera “pinta” muy bien por el estado en que se observa el sembradío. Y por si fuera poco un tiempito más adelante lo hará con la de yuca y calabaza intercalada, en tanto fomenta la siembra de boniato.

Si bien Yuniesky, estuvo vinculado a las labores agrícolas, ahora es cuando confiesa que se siente realizado a plenitud porque es dueño de su producción. Por supuesto que cuenta con el respaldo de su padre Marcial y el primo Juan José Quintana, quienes lo secundan en esta empresa a la que algunos agoreros le vaticinaron una vida efímera.

Ahora el joven de 29 años es de los doce nuevos socios de las Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) fortalecida Manuel Ascunce Domenech, del municipio de Cienfuegos. “Con la reciente repartición llegamos a 60 caballerías dedicadas a los cultivos varios y a la ganadería”, explicó Diosdado Rodríguez de la Fuente, presidente de esa asociación campesina de base.

ECOS DEL ALBA

También los acuerdos derivados de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) se harán sentir muy pronto en los campos aledaños a la capital provincial de Cienfuegos. En tal sentido ha sido muy bien acogido por los cooperativistas el proyecto binacional Cuba-Venezuela para el desarrollo endógeno de la producción agropecuaria.

Según reza en la documentación, el alcance de estos empeños tiene por objetivo contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria del municipio de Cienfuegos en escenarios claves para el desarrollo de un ambiente innovador, a la vez que armoniza y compensa el equilibrio entre sostenibilidad ecológica, económica y social.

“Nuestra CCS -precisa Diosdado- forma parte del grupo beneficiado. Según nos han informado dispondremos de sistemas de riego para 100 hectáreas y de un tractor con todos sus implementos, además de aseguramientos básicos para la rama ganadera, como alambre de púa para el acuartonamiento y techos para vaquerías”.

Por supuesto que a esta entrega de tierras ociosas de la periferia se integra muy bien el Proyecto, pues si bien los usufructuarios cuentan ahora con los recursos laborales para explotarlas, carecen de capacidad inversionista inicial. De modo tal que los beneficios derivados del esfuerzo cubano-venezolano hacen prever un auge productivo en el entorno agropecuario, con la aplicación de sistemas de cultivo y cría de animales como solución de máxima prioridad para la agricultura cubana en las circunstancias actuales.

EL VAQUERO Y SUS SUEÑOS

De pequeño Pedro Bermúdez Pérez hizo sus primeros intentos de montería sobre un caballito de palo que le confeccionó su abuelo. No había noche en que en los turbulentos sueños infantiles no se viera terciando un brioso corcel, que se le antojaba trotando o haciendo cabriolas en las sabanas. Por eso cuando alcanzó su instrucción elemental no quiso seguir metiéndole “el seso a los libros”, como dice, y buscó la forma de enrumbar sus pasos por el manejo de los animales. La oportunidad él mismo se la procuró cuando compró aquel “penco” para ayudar al arreo del rebaño de un pariente suyo.

Más no conforme y con mucho sacrificio se fue haciendo de algunas reses, pero con el hándicap de que no tenía tierras fijas adonde llevar a pastar sus animales. Así las cosas pasaron los años hasta que las nuevas medidas le dieron la oportunidad esperada por mucho tiempo.

“Soy un hombre extremadamente feliz -confiesa- dispongo de una caballería para pastorear mi masa vacuna, 23 entre vacas, añojos y terneros. Debo decirle que al principio me asusté un poco por el nivel de infestación de maleza y marabú. Pero nada, con la ayuda de familiares y amigos ya usted puede ver cómo han quedado de limpios los potreros”.

Ahora en el período de seca Pedro entrega a diario unos 40 litros de leche directamente en la bodega Segundo Frente, de la barriada de Caunao. Pero está seguro que con la primavera puede muy bien superar el centenar de litros por jornada y cerrar el año con no menos de 10 000 que podrían destinarse tanto para el consumo de niños, embarazadas y dietas médicas, como para el acopio de la industria láctea.

Por lo pronto su principal preocupación son los pelos de alambres para poder cercar sus predios, a fin de poder acuartonar el ganado, así como también evitar que el ganado incursione por los sembradíos cercanos.

La CCS Manuel Ascunce es Vanguardia Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), condición que en lo individual ostentan cuatro de sus asociados. Si hasta la fecha sus producciones han ido creciendo, Diosdado no tiene la menor dudas de que con las nuevas incorporaciones no se sabe cuánto más puede hacerse, porque “el campesinado es un sector de vergüenza y muy trabajador. Siempre ha respondido al reclamo de la Revolución de manera desinteresada y con mucha entrega”, sentenció el dirigente anapista.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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