Melocotón, la fruta de la inmortalidad

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No pocas leyendas se han tejido alrededor del melocotón, o durazno, como también es conocida la fruta en numerosas regiones del plantea. En China, uno de los países de donde se cree oriundo, decían que era consumido por los inmortales debido a sus místicas virtudes de conferir longevidad a todos los que lo comieran.

Según la tradición popular en el gigante asiático, Yu Huang o el Emperador de Jade tenía una esposa llamada Xi Wangmu, conocida por algunos como la Reina madre del oeste, quien aseguraba la vida eterna de la especie humana alimentándoles con los duraznos de la inmortalidad.

De ahí la trascendencia entre los residentes en el palacio de Xi Wangmu, donde celebraban un excéntrico banquete llamado Pantao Hui o “El festival de los duraznos”. La celebración la llevaban a cabo cada seis mil años, ya que el duraznero echaba hojas una vez cada tres mil años y su cosecha tardaba otros tres mil en madurar. Nota curiosa es el hecho de que las estatuas de marfil, las cuales representan a los siervos de Xi Wangmu, sostienen a menudo tres duraznos.

En Japón la fruta también está ligada a la leyenda nipona de que Momotarô, uno de los más nobles y semi-históricos héroes de ese país nació del interior de un enorme melocotón que iba flotando corriente abajo en un río. Momotarô o “el niño melocotón” luchó con el diablo oni y afrontó muchas aventuras.

De lo mágico a la realidad

Más, misticismo aparte, estamos hablando de una deliciosa fruta que proporciona numerosos beneficios a la salud por sus numerosas propiedades alimenticias y medicinales.

Los melocotoneros, Prunus pérsica por su nombre científico, son árboles de la familia de las rosáceas que crecen en las regiones cálidas de todo el mundo. Se cree proceden de la China donde eran muy apreciados por sus cualidades rejuvenecedoras, aunque también los botánicos coinciden en atribuirle su patrimonio a Afganistán e Irán.

En Cuba es más conocido por durazno

De su lugar de origen fue trasladado a occidente por los romanos que lo tomaron como oriundo de Persia y así lo denominaron, “pérsica”. En definitiva Prunus persica, originalmente Amygdalus pérsica, proviene del Latín malus cotonus, “manzana algodonosa”, en alusión a la piel del fruto.

En tanto, en parte de Hispanoamérica (Bolivia, Chile, Ecuador, Uruguay y Honduras) le suelen llamar duraznero, término aportado por el Latín durus acinus, “que tiene la piel dura”, referido a la cáscara.

La fruta en cuestión es rica en carótenos, que además se recomienda en dietas de adelgazamiento por su especial contenido en agua (86%) y fibra; ah, y no tiene casi calorías y es muy rico en hidratos de carbono. Por otro lado, está considerado uno de los 20 alimentos esenciales para una vida sana.

El melocotón contiene vitaminas A, C, B1, B2 y B6. Entre los minerales se encuentran el Potasio, Fósforo, Magnesio, Calcio, Azufre, Cloro, Manganeso, Cobre, Hierro. También se destaca la presencia de Beta-caroteno; anti oxidante, Acido nicotínico, A. Pantoténico, A. málico y A. cítrico.

Los dietistas recomiendan su ingestión para el crecimiento óseo, tejidos y sistema nervioso en los niños, y el tratamiento de la Gota. Otros le atribuyen excelentes cualidades para contrarrestar problemas de transito intestinal, estreñimiento, debido a su gran poder laxante.

Pero hay más. No faltan criterios autorizados que lo aconsejan para combatir el estrés, la anemia, mejorar la visión, el pelo, las uñas y las mucosas; así como también fortalecer dientes y huesos.

Y por si fuera poco, investigadores y científicos han demostrado la efectividad del melocotón en beneficio del sistema nervioso, prevenir problemas cardiovasculares y degenerativos. Ayuda a controlar el sistema de azúcar en sangre y es bueno para el colesterol. En fin, refuerza el sistema inmunológico de manera general.

Mientras, su ingestión protege el estómago, impidiendo la formación de úlceras, ayuda a mantenernos más jóvenes durante más tiempo, al eliminar la acción destructora de los radicales libres. Por lo tanto, el melocotón, por su riqueza en carotenos, vitamina C y selenio, se puede considerar un buen antioxidante.

Desde el punto de vista de la digestión resulta un alimento poco pesado, con lo cual ayuda al hígado a realizar los procesos digestivos, pues incrementa la producción de la bilis y favorece la absorción de las grasas. Se dice que es un fruto colerético y, al igual que la achicoria o el diente de león, por ejemplo, resulta muy útil para ayudar en los procesos de insuficiencia biliar.

Igualmente su zumo, dadas sus propiedades diuréticas y ácidas, es ideal para evitar los cálculos renales o de vesícula o ayudar a su disolución, especialmente si mezclamos su zumo con miel. Además, posee cualidades ligeramente laxantes por lo que puede resultar muy eficaz para prevenir el estreñimiento.

La naturaleza te ofrece

Existen muchas variedades de melocotones, entre ellas es internacionalmente conocido el melocotón de Calanda, una localidad de Teruel (España), de color amarillo, muy jugoso. Los hay de diferentes colores que van del amarillo al rojo.

Según la bibliografía consultada la infusión de las hojas secas de la planta resulta eficaz en el tratamiento de la tos, especialmente de carácter irritativo, por lo que es un antitusivo por excelencia. En tal caso prepare un brebaje de una cucharadita de esa parte del vegetal por vaso de agua, e ingiera esa cantidad dos veces al día.

Mascarilla facial a base de pulpa de melocotón

También se le consideran las propiedades laxantes, adecuadas para prevenir el estreñimiento, especialmente en los niños. Si así lo requiere confeccione un cocimiento a base de una cucharada pequeña de flores secas por vaso de agua. Filtrar y beber un par de tazas al día.

Si en vez de utilizar las flores, utilizamos las hojas, las cualidades laxantes se hacen más enérgicas y se convierten en purgantes. Para ese uso, haga una infusión durante 10 minutos de una cucharadita de hojas secas por taza de agua y beba 2 tazas al día, repartidas en cuatro tomas.

De igual forma beneficia el aparato digestivo funcionando como protector de las mucosas gástricas: Posee propiedades emolientes adecuadas para proteger las mucosas y evitar la irritación. Su efecto es muy beneficioso para el tratamiento de las úlceras de duodeno.

De optarse como remedio para la molestia anterior, solo tiene que poner a hervir en ¾ de litro de agua 20 gramos de flores de melocotón secas y 30 gr de las flores de ortiga igualmente seca. Luego tomar 4 tacitas al día después de cada comida.

Si el propósito es para trastornos del intestino, el menjunje confeccionarlo con una cucharada de flores secas de melocotonero y otra de hojas secas de avellano en 750 mililitros de agua. Tomar tres tazas al día antes de las comidas principales.

Otra de las propiedades apreciadas de esta planta es la antivomitiva, especialmente adecuadas para tratar los vómitos que se producen durante el embarazo al levantarse. En ese caso, preparar una infusión de una cucharadita de flores secas por taza de agua y tomar una unidad después de desayunar.

En cuanto a su uso contra las malas digestiones se puede hacer una tisana con una cucharadita de hojas de melocotón y salvia, y beberla después de las comidas fundamentales del día.

Por su lado, en uso externo el melocotón es una planta que utilizada así tiene propiedades beneficiosas para la piel, especialmente en el apartado de la cosmética. Se pueden realizar mascarillas con la pulpa de este fruto que aplicadas sobre la cara serán de mucha utilidad para dar vida a las pieles apagadas y secas.

Las hojas tiernas, en tanto, puede emplearse asimismo en el cuidado externo de la piel, eliminando manchas, granos y otras impurezas de la misma. Para ello es recomendable exprimir unas cuantas hojas y aplicar el jugo sobre la zona afectada.

Y si del cultivo se trata

Si quiere dedicarse al cultivo del melocotón pues sepa que el duraznero prospera en áreas geográficas acotadas, ya que requiere condiciones de frío invernal. Esos requerimientos varían entre cultivares y en general no son satisfechos en condiciones de clima subtropical.

En verano, esta planta requiere temperaturas que faciliten el crecimiento de los brotes como así también el desarrollo y la maduración de los frutos, ambos con rango óptimo de 20-25 °C).

Por supuesto, las regiones productoras de duraznos más importantes son: en el hemisferio Norte: Estados Unidos (California, Carolina del Sur, Colorado, Georgia) y regiones limítrofes de Canadá; Venezuela, Puerto Rico, los países de la cuenca mediterránea, como por ejemplo España, donde destacan por su calidad los originarios de Murcia y Teruel.

También existen plantaciones en algunas zonas de China; y en el hemisferio sur: Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Perú, Sudáfrica y Nueva Zelanda. La mayoría de los melocotoneros que se venden son variedades injertadas sobre un portainjerto.

La exposición de esta especie debe ser a pleno sol y con buena ventilación. Esto permite que el aire frío circule durante las noches frías y mantenga la zona fresca en verano. La mejor época para plantarlos es a comienzos de invierno; de esta forma las raíces tienen tiempo de asentarse para poder alimentar la brotación primaveral.

En cuanto al riego, se les debe proporcionar un aporte constante de agua, que se incrementará un poco antes del momento de la cosecha. Las frutas con el mejor sabor se consiguen cuando los árboles son irrigados durante toda la estación. El sistema por goteo es la forma ideal.

Si hablamos de fertilización es oportuno señalar que el duraznero tiene grandes necesidades de nutrientes, y requiere más nitrógeno que la mayoría de los frutales. Se puede aplicar un abono alto en nitrógeno, fósforo y potasio con regularidad y un aporte extra de estiércol de corral en otoño, tras la cosecha.

Y hablando de la recolección, no debe perder de vista que si se dejan todos los frutos en el árbol, éstos serán de poco tamaño y carentes de dulzor y sabor. Para evitarlo, se realiza una labor que en muchos sitios denominan “aclareo” o “raleo”, consistente en quitar un gran porcentaje de los frutos cuajados cuando han alcanzado 3 cm de diámetro aproximadamente.

Hay agricultores que realizan el aclareo en plena floración, eliminando flores en vez de frutos cuajados. Cuantos más frutos o flores se eliminen, mayor será el tamaño que adquirirán los frutos que queden. Es importante también aportar riegos extras en condiciones secas.

En torno a plagas y enfermedades más comunes que afectan a los melocotoneros se identifican las fúngicas tal como Taphrina deformans, denominada vulgarmente como enrollamiento, lepra, abolladura o de otros modos. Normalmente no afecta directamente a la fruta, aunque reduce la cosecha, ya que provoca una defoliación parcial del árbol.Asimismo es susceptible a la enfermedad fúngica causada por Monilinia fructicola.

Dentro de los insectos una de las principales plagas de este cultivo en España es la mosca de la fruta Ceratitis capitata, cuyas larvas producen grandes daños a los frutos próximos a madurar.

La fruta de la inmortalidad, como también se le denomina al melocotón, no tiene fundamento científico alguno en función de la vida eterna. Eso si, está bien comprobado que constituye un delicioso manjar. La práctica más común es degustarlo en almíbar, compota para niños, flanes y gelatina, aunque no faltan quienes lo prefieren en su estado natural en tajadas o jugos.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

2 Comentarios en “Melocotón, la fruta de la inmortalidad

  • el 1 agosto, 2017 a las 11:47 am
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    Muchas gracias por los elogios. Hemos tratado, precisamente, de aportar conocimientos y sobre todo sensibilidad por una dieta sana. Repito mi agradecimiento por esos comentarios que en lo particular, me alientan a seguir a vuestro servicio

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  • el 1 agosto, 2017 a las 9:32 am
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    Moyapilongo:
    Excelente articulo, que como todos los que publica el amigo Armando, posee el indiscutible sello de la investigación periodistica y del culto a la justa valorización del consumo de frutas y vegetales, como eficientes fuentes de nutrientes, de vitaminas y de salud global y ello se inscribe en la naturaleza alcalinizante de todas las frutas y los vegetales, incluyendo los citricos, como el limón, de manera que la existencia, en ese órgano de prensa, de una tribuna de prestigio que difunda tales conocimientos, necesarios para la vida, merece el elogio y respeto de los lectores.

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