Masones de Cienfuegos rinden tributo a Martí

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Los acordes de los himnos Nacional e Invasor, y el panegírico a la bandera de Cuba anunciaban el ritual de costumbre del taller. Empero, esta vez la ocasión tenía una connotación muy especial: reverenciar al más ilustre y universal de los cubanos con motivo de los 165 años de su natalicio.

“La sesión profana, conocida por Tenida blanca, convocó a masones, familiares y al pueblo general de Cienfuegos para rendir tributo a nuestro venerable hermano José Julián Martí Pérez”, precisó Luis Antonio Batista Calzada, Venerable Maestro de la logia Asilo de la Virtud, anfitriona de la ceremonia.

La esencia de la institución fraternal, sus principios y conceptos fueron recogidos en el trabajo Martí y la masonería, de la autoría de los estudiantes Rafael Antonio Suárez Estepa y Gabriela Santana Achón, ambos pertenecientes al club martiano Carlos Roloff, del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias del mismo nombre.

En su exposición, Suárez Estepa resume el papel de la masonería en la Mayor de las Antillas, en el seno de la cual se fraguó el ideario independentista de los principales próceres de la gesta libertaria de Cuba, imbuidos, además, por los principios cardinales de la institución: libertad, igualdad y fraternidad.

Resulta incuestionable el vínculo de Martí como masón. Tanto los jóvenes del IPVCE como el material audiovisual Del templo al temple recogen testimonios de personalidades históricas que dan fe de ello. El propio investigador cienfueguero Samuel Sánchez Gálvez, en su tesis de doctorado, expone evidencias irrefutables de esa afiliación halladas en documentos.

El propio historiador DrC. Eduardo Torres Cuevas y otras autoridades de la historiografía cubana concuerdan en que “estudiando a Martí, su vida y obra, así como la constante superación que predicó con el ejemplo, se puede tener clara percepción de lo que es un masón”.

Otros oradores de la noche resaltaron el altruismo, la entrega y el sacrifico personal, incluso a costa de la salud, del Apóstol de la independencia de Cuba. A la palestra salieron los pesares físicos y del alma que le ocasionaron al casi adolescente Martí haber sufrido las penalidades del presidio y las secuelas que le dejaron para siempre.

Se habló de su inmensa obra política y humana, de su magisterio y labor literaria, a la vez que se exaltaban los valores patrióticos expuestos en el verbo y la acción.

Entre los apuntes recogidos en la Tenida blanca no faltaron las referencias a discursos o trabajos periodísticos, como el artículo “Sobre los oficios de la alabanza”, publicado el 3 de abril de 1892 en el periódico Patria, que él mismo fundó. Aquí el Martí pensador, entre otros muchos conceptos, sentencia “la generosidad congrega a los hombres, y las asperezas los aparta. El elogio oportuno fomenta el mérito; y la falta del elogio oportuno lo desanima (…)”.

Desde luego, no podía faltar en esta memorable velada la entrega artística. Y nada más oportuno que La Bayamesa, de Céspedes (Carlos Manuel), Fornaris (José) y Castillo (Francisco), interpretada a violín y danza por alumnos de la Escueta de Arte Beny Moré de Cienfuegos, o las décimas improvisadas e inspiradas por el corazón del joven poeta Marcos David Fernández Brunet, el Kíkiri de Cisneros.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Un Comentario en “Masones de Cienfuegos rinden tributo a Martí

  • el 3 febrero, 2018 a las 9:47 am
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    Vale destacar que el club martiano Carlos Roloff fue totalmente ideado y creado por los alumnos sin intervención alguna de profesores. Reciban mi más sincera felicitación. No,… no toda la juventud está perdida.

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