María Isabel es feliz: ya tiene casa

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Cada tarde María Isabel Hernández salía al poblado e imaginaba tener una casa, linda y cómoda, como varios de sus vecinos que pudieron construir en El Tejar, comunidad perteneciente al consejo popular Rodas 1. Pero, por más cuentas que sacara y sueños que tejiera, veía remota la posibilidad.

Ella era una mujer de más de 70 años, sola, sin recursos y con condiciones habitacionales precarias. Por añadidura, carente de la solvencia financiera como para comprar siquiera cuatro bloques, recuerda sin sonrojo.

La anciana —nos cuenta— planteó su situación y le manifestó sus anhelos al delegado de la circunscripción, quien a su vez lo transmitió a la Asamblea Municipal del Poder Popular de Rodas y a los entes encargados de favorecerla con un subsidio.

Mediaron solo cuatro meses antes de que la septuagenaria recibiera una respuesta. Esta era favorable a su reclamo. Se le beneficiaba con la suma de 75 mil pesos por concepto de subsidio, para garantizarle una célula básica (estipula un espacio físico de 25 metros cuadrados de construcción), en consonancia con las urgencias manifiestas de vivienda que ella poseía.

Cuando me lo dieron no sabía qué pensar; nunca me he tomado un trago de ron en mi vida, pero pensaba que estaba borracha. Cuando ya esperaba poco de todo, me regalan la sorpresa mayor: la posibilidad de adquirir los materiales para mi hogar, exclama.

Tenía tantas ganas la señora de contar con una “casa linda”, para utilizar sus mismas palabras, que ahorró al máximo todo cuanto pudo; de manera que con el dinero proporcionado hizo incluso más de lo que en teoría podía, pondera Jackie Chávez, al frente del programa de subsidios en el Gobierno municipal de Rodas.

Según explica la funcionaria, el monto de 75 mil pesos abonado a la subsidiada, comprende la edificación de al menos dormitorio, baño y cocina.

Pero en lugar de un cuarto María Isabel pudo terminar dos, porque la mano de obra no le costó un centavo, como tampoco la transportación de los materiales a sus predios: “Todo corrió por cuenta de los vecinos, para quienes soy una madre; pero ellos también son mis hijos: nos profesamos mutuo cariño y la semilla sembrada por mí dio sus frutos en tan especial momento”.

Esta mujer de 73 años, en la actualidad desborda felicidad y le dice a todos que ella es una prueba de que “la Revolución no olvida a nadie; ni aunque estuviera vieja, sola y sin recursos como yo. Por eso hay que defenderla hasta con las uñas y agradecerle siempre”.

Desde el 2012 hasta la actualidad cerca de 350 personas han sido beneficiadas en Rodas con respaldos de este tipo, por un monto cercano a los 18 millones de pesos.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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