Maceo y Che, figuras monumentales para la historia de Cuba

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Las coincidencias en fecha de acontecimientos históricos con frecuencia son pábulo para disquisiciones filosóficas y hasta motivo de aproximaciones poéticas para aquellas personas entre quienes la casualidad se convierte en un motivo legítimo de inspiración. Y, por supuesto, que no veo nada malo en eso de asombrarnos y conmovernos con esos caprichos del azar.

Un buen ejemplo es la efeméride que recordamos hoy en toda Cuba, al cumplirse los aniversarios de los natalicios del general independentista cubano Antonio Maceo y del internacionalista argentino Ernesto Che Guevara.

Ambos fueron figuras monumentales para la historia de Cuba en sus respectivas épocas que trascendieron a su tiempo y pasaron a formar parte de las tradiciones patrióticas y la memoria de la nación, cuyo paralelismo sin dudas va mucho más allá de esa fortuita circunstancia que los enlazó en una misma fecha de nacimiento.

Entre esas confluencias de principios podríamos abordar el antiimperialismo tanto de Maceo como del Che, aspecto notable en esas dos vidas marcadas por dos siglos diferentes, pero integradas al proceso revolucionario cubano, comenta para Haciendo Radio, el periodista Francisco Rodríguez Cruz.

“De España jamás esperé nada; siempre nos ha despreciado, y sería indigno que pensara en otra cosa —expresó en cierta ocasión nuestro Titán de Bronce en carta a otro cubano insigne—. La libertad se conquista con el filo del machete, no se pide; mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos. Tampoco —enfatizó Maceo— espero nada de los americanos; todos debemos fiarlo a nuestros esfuerzos; mejor es subir o caer sin ayuda que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso”.

Esta intuición política de aquel guerrero que cultivó su pensamiento junto con el fragor de los combates y del trabajo, en aquel momento del siglo XIX en que no eran todos los que podían llegar a entender esa naturaleza agresiva del naciente imperio norteamericano, se hizo convicción en la vida y obra del guerrillero argentino, quien consagró su existencia a combatir un sistema hegemónico al cual pudo conocer en una de las facetas más crueles de su desarrollo durante el siglo XX.  “…en el imperialismo no se puede confiar pero ni un tantico así”, nos dejó dicho por su parte el Che como premonitoria advertencia.

Este hilo conductor del pensamiento más progresista y revolucionario en nuestro continente no puede ser obviado ni subvalorado en momentos en que la esencia injusta del régimen socioeconómico capitalista es cada vez más demostrable y nociva, no solo para Cuba sino incluso para toda la especie humana, pero también quizás es más fácil de enmascarar o disimular por múltiples razones ideológicas y políticas.

Las cubanas y los cubanos defendemos el socialismo como una alternativa de convivencia basada en nuevos valores, la cual a su vez tiene que ir creando una base económica y social sostenible dentro de un mundo organizado para tratar a toda costa y a todo costo de impedírnoslo. Por ello no podemos perder de vista las lecciones aprendidas de la historia.

Y desde sus páginas precisamente nos llegan estas continuidades en el pensamiento antimperialista de dos hombres cuyas acciones legendarias quedaron para siempre en el imaginario popular que conforma nuestra nacionalidad, y a los cuales podemos unir todos los años, con este u otro enfoque paralelo de sus ideas, gracias a esa feliz coincidencia que nos permite reflexionar, de haber nacido ambos, Maceo y el Che, un día como hoy.

Tomado de Radio Rebelde

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