Luz desde el recuerdo

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 24 segundos

Félix Eusebio Molina Marín (Cienfuegos 1920- 2007) es uno de esos seres que transitó las calles de la Perla del Sur dejando una estela de luz tras sus pasos. Por todos sus aciertos, sus oportunos consejos, la guía de tantos jóvenes y una obra que destaca por su excelente factura en el pentagrama musical cubano, se puede afirmar que es una de las figuras más importantes dentro de la música cienfueguera. Hoy, 15 de diciembre, en su centenario, nada más justo que iluminar su recuerdo a través de su obra de vida.

Comenzó en el camino de la música de forma autodidacta tocando el tres, luego el bajo y la guitarra. Uno de los giros que definirá su quehacer creativo ocurre estando en La Habana en la década del 40,junto con sus hermanos Eloy y Miguel Ángel. En ese momento el destino los une a un grupo de jóvenes que se reunían en el Callejón de Hamlet y experimentaban con nuevas sonoridades. Después se le conocería como el movimiento del filin.

Lea además || Cienfuegos y el Filin

Felito, como le llamaron todos, tuvo una manera muy peculiar de abordar el filin en sus boleros desde su arista de compositor y la de guitarrista acompañante de varios intérpretes muy relacionados al movimiento. Logra un estilo propio, sin dejar silencios intermedios y utilizando en la guitarra la armonía necesaria para adornar con la nota justa en el momento preciso. Su virtuosismo no radica en su rapidez o exceso, sino en su buen gusto, talento, sensibilidad y conocimientos musicales. En sus boleros se aprecian con mayor fuerza las huellas del filin, aunque no será el único género en el que destaca.

Durante su trayectoria se vincula a varias agrupaciones de música popular bailable, entre ellas: La Orquesta Loyola, Los Naranjos y Revelación(de la que fue director, y posteriormente devino en la Orquesta Cubana de Julio Valdés). Felito, como director y compositor de la “Revelación” tuvo una labor meritoria. Era la época de esplendor de las charangas y hacían actividades en muchas localidades, como Rodas, Limones, Ariza y Cumanayagua. Llegó a ser, junto a la Orquesta Loyola y a la legendaria Aragón, una de las más populares de su tiempo en Cienfuegos.

Siendo muy joven, conformó un dúo junto a Ñico Membiela. Fue compañero y compadre de Rafael Lay, y muchas de sus canciones se grabaron por la Orquesta Aragón, como: Cariño, ven, Mambo sensacional, Salsita y cariño, Allá va eso, Cuando tú bajas la mirada y Eso no lo aguanto yo. Se jubiló en 1984 siendo bajista de la agrupación de Barbarito Diez, a quien también acompañó con la guitarra en canciones propias de la trova cubana. Tras la desaparición física de Barbarito, continuó colaborando como asesor de la legendaria agrupación cuando su hijo Pablo Diez decide reorganizarla.

De la autora || Los Tríos en Cienfuegos (I): ¿Pasaron de moda las serenatas?

Además de ser el compositor de excelentes guarachas, chachachás y boleros, se destaca también por los danzones que legó al patrimonio sureño. Entre estos se encuentran: Natalia, Teodoro Gómez y Enrique Cantero; así como la música de Aguas de Ciego Montero. Fue un reconocido arreglista y un mentor dentro del movimiento danzonero en la provincia de Cienfuegos. Se vinculó como intérprete, arreglista, repertorista y asesor de la Orquesta Revelación, Charanga Festival, Charanga Cienfueguera y Los Aragoncitos, por solo citar las más conocidas en la provincia. Felito fue un verdadero Maestro de Juventudes. Sus aportes son de mucha valía. Sus enseñanzas, su música y arreglos continúan vigentes dentro de la obra de sus principales discípulos, quienes le recuerdan como un mentor y un guía imprescindible.

Entre sus temas más conocidos encontramos: Luna sureña, Como gota de rocío, Amor en chachachá, Tú puedes, Nuestra oportunidad, Qué difícil eres, Costa sur, La gaviota, Rumbo al sur y Canción a una flor.

La obra de Felito Molina forma parte del patrimonio sonoro de Cienfuegos, de la tradición e identidad cultural de esta tierra. Su música no debe quedar en el olvido. Hay que mostrarla para que sea apreciada su valía. Cualquiera de sus temas puede volver a interpretarse en el presente y ser un éxito, por tener una factura que cuida todos los detalles y los hace imperecederos.

Hoy vuelve como luz su recuerdo a Cienfuegos, la ciudad del mar.

Visitas: 5

Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.