A los 62 años de la Lucha contra Bandidos, la Revolución recibe el apoyo del pueblo cubano

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Miles de combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior y las Milicias Nacionales, libraron esa otra guerra conocida como la Lucha Contra Bandidos (LCB).

En documentos desclasificados en Estados Unidos, consta que desde el propio año 1959, cuando el Ejército Rebelde derrotó a las fuerzas de la dictadura de Fulgencio Batista, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) solicitó apoyo para organizar alzamientos de grupos armados en las montañas cubanas, que sirvieran de quinta columna armada en las espaldas de los revolucionarios cuando se realizara un ataque frontal, y dicha petición recibió luz verde del gobierno del presidente Dwight Eisenhower.

Organizar, armar y financiar bandas de alzados en las montañas, principalmente en la cordillera del centro del país, las conocidas lomas del Escambray, fue una de las primeras formas de agresión a la naciente Revolución cubana.

Cuando en 1960-61 la CIA planificó en sus oficinas la invasión a Cuba y finalmente se decidió a lanzar el zarpazo en abril del ’61 desembarcando una brigada mercenaria por  Playa Girón, ya había creado un numeroso grupo de bandas armadas en el macizo de Guamuhaya, utilizando para ello a la organización contrarrevolucionaria La Rosa Blanca y otras que operaban en la Isla. En junio y julio de 1960 había cientos de alzados que la Agencia de inteligencia yanqui iba a utilizar como quinta columna para actuar cuando se produjera la invasión.

Algunos historiadores señalan que el surgimiento de las bandas en el Escambray se ubica en dos etapas fundamentales; la primera: desde julio de 1960 hasta abril de 1961, caracterizada porque sus miembros eran delincuentes, prófugos de la justicia, antiguos miembros de los cuerpos represivos de la tiranía, y carentes de un objetivo político definido, se internaron en la zona del Escambray.

Mientras que segunda, se extiende desde abril de 1961 hasta julio de 1965, y sus principales cabecillas eran resentidos y afectados en sus intereses personales, estimulados por un programa de lucha elaborado por los agentes de la CIA para tratar de destruir el ejemplo de la Revolución cubana.

Pero desde el 1ro. de Enero de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro, previendo la lucha que se avecinaba, preparó al pueblo para el combate y la confianza en la victoria, que estaría llena de sacrificios, pero inspirada en la tradición de lucha iniciada el 10 de Octubre de 1868 hasta el momento actual, y derrotaría toda forma de agresiones, escribiendo nuevos capítulos de patriotismo en defensa de la liberación alcanzada a costa del sacrificio de miles de valiosos hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas en la lucha por la verdadera liberación de la nación cubana, asegurando el presente y el futuro de las nuevas generaciones.

José Francisco Arce, integrante de la secretaría patriótica de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) en la provincia, afirmó que la Lucha Contra Bandidos fue uno de los bautismos de fuego de las nacientes Milicias Nacionales Revolucionarias.

Recuerda que el primer grupo de milicianos que partió de misión a la zona montañosa de Cienfuegos, salió hacia Guajimico; en aquella operación participó Fidel Castro, se estableció un cerco colindante con La Sierrita y, posteriormente, a finales de 1960 se forman los batallones con destino al Escambray.

Precisa Arce, que en Hatillo se preparó el “307”, que fue el primero, luego el “319” y posteriormente el “303”; esos tres regimientos permanecían en el macizo, más un grupo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y la legión especial para el área de Ciego Ponciano, con el objetivo de liquidar  a los bandidos que operaban en esa zona.

“La LCB fue una escuela que bajo la certera dirección del Comandante en Jefe Fidel Castro, nos preparó para futuros combates, como el enfrentamiento a los mercenarios en Girón y las misiones internacionalistas”, afirmó Rigoberto Bolaños Díaz, teniente coronel jubilado de las FAR, licenciado en Historia y un acucioso investigador.

Además, es uno de los protagonistas de la heroica lucha iniciada hace 62 años para erradicar de nuestro país las bandas contrarrevolucionarias que operaban en distintas provincias cubanas organizadas por el imperialismo, en su afán de derrotar al movimiento revolucionario y transformador que se había iniciado en el país.

Bolaños, que estuvo alrededor de seis años y siete meses integrado a la Lucha Contra Bandidos, considera que desde el mismo 1ro. de enero del ’59, el Comandante en Jefe Fidel Castro, preparó al pueblo para el combate y la confianza en la victoria, advirtiendo que el camino estaría lleno de sacrificios.

Resaltó que Fidel continuó la lucha de los mambises iniciada el 10 de octubre de 1868, conduciendo al pueblo cubano a la verdadera liberación de la Patria con el triunfo de la Revolución, el 1ro de enero de 1959.

Enfatizó que desde los primeros momentos comenzaron las agresiones del imperialismo, que organizó y financió agresiones de todo tipo, la invasión mercenaria por Playa Girón, las bandas de bandidos, e impuso el criminal bloqueo; pero nada fue fortuito, sino que todo formaba parte de los planes para eliminar a la Revolución cubana y su ejemplo.

Una de sus modalidades fue organizar las bandas que operaron en las montañas y el llano, donde asesinaron a maestros, alfabetizadores, obreros y humildes campesinos; quemaron escuelas y viviendas, pero las fuerzas revolucionarias dirigidas por Fidel, fueron capaces de eliminarlas de toda la geografía cubana.

Bolaños rememora las vivencias de su participación en la Lucha Contra Bandidos , y de modo especial, las acciones en las montañas y llanos de Cienfuegos, donde actuaron varias bandas, las cuales fueron finalmente aniquiladas por los combatientes de la LCB, hecho del que siempre hay que hablar en presente como homenaje a los héroes y mártires de esa épica gesta.

Estima que esta lucha agudizó las contradicciones de clases, pero consolidó la alianza entre obreros y campesinos; fue una escuela que preparó al pueblo para la victoria de Playa Girón, las misiones internacionalistas en África y de ayuda a otros países del mundo, y que han continuado de forma ejemplar las brigadas médicas cubanas y de obreros de otros sectores.

Recuerda emocionado a los 549 mártires de la LCB, de ellos 75 cienfuegueros, cuyo sacrificio no fue en vano, pues la Revolución está hoy más fortalecida, y las nuevas generaciones mantienen la continuidad de la Revolución cubana.

Y concluyó afirmando que a pesar del criminal bloqueo, las agresiones y presiones, el gobierno de Estados Unidos no ha podido, ni podrá jamás, doblegar a una Revolución que se mantiene firme y socialista  con el apoyo de su pueblo y de millones de hombres y mujeres de todo el mundo.

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