Los derechos desde testimonios humanos

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La tarde a finales de semana, en la sede del Instituto de Amistad con los Pueblos (ICAP), en Cienfuegos, se llenó de banderas multinacionales, representadas por estudiantes universitarios, que, venidos desde África, el mundo Árabe y América del Sur, colmaron el local para conversar sobre derechos, paz y solidaridad. Eugenio Mayón, su presidente en el territorio, abrió las puertas de la institución, trayendo a colación el 7 de diciembre como fecha patria, la caída en combate de uno de los más grandes cubanos, Antonio Maceo y Grajales; jornada escogida, precisamente por su significación, para traer a Cuba los restos mortales de los cubanos caídos en África en su defensa del coloniaje extranjero.

A continuación vino hasta los micrófonos Mario José Landa, angolano: “Hoy miramos la vida, el racismo, y los derechos humanos desde otra perspectiva, ya acabó la guerra, Angola está creciendo en lo económico, pero también en lo social; y la mujer tiene otra vida. Y de alguna manera Cuba continúa ayudando a mi país, a formar a los hombres que hoy construyen una nación distinta, acabamos de tener elecciones allá y los sueños se están haciendo realidad, y todo gracias a que pudimos librarnos del colonialismo”.

Ibrahim Soly, de la República de Guinea estudió en Cuba, y ahora regresa para hacer su maestría en la Universidad de Cienfuegos: “Tenemos el derecho a las riquezas de mi país y no es la realidad, cada ciudadano de guinea debería tener más acceso a la educación, a la salud, a dar importancia, primero a los seres humanos, y no siempre sucede así en África. Por eso agradecemos la solidaridad de cuba, desinteresada, y porque acá se pone al ser humano en primer lugar es que estamos hoy aquí, para luego ayudar al desarrollo de nuestras naciones”.

Sailani Azmán, de la República Árabe Saharauí Democrática, leyó una declaración a nombre de los estudiantes de su país, reclamando la inmediata independencia, sometidos por Marruecos, quienes mantienen cercados los territorios ocupados impidiéndole a sus pobladores la libertad de movimiento. En nombre del Frente Polisario,SailaniAzmán pide se le otorguen a su país el derecho a la vida y a la independencia.

Como colofón, c y la paz, representados allí por doctorantes en Pedagogía, quienes precisamente por la solidaridad, están en Cienfuegos, para contribuir luego al desarrollo de ese bello país, sumido en la guerra civil y la violencia. Clemencia Gálvez es maestra y nunca soñó con tener una formación doctoral, se siente acogida con cariño en Cienfuegos: “Quiero tener la oportunidad de ver un país seguro, de paz, donde se tengan oportunidades. Ser maestro en Colombia es tener una doble responsabilidad por el hombre a la instrucción, a la vida, a los derechos”.

Y en verdad fue una tarde distinta, de solidaridad y amistad, donde se habló de derechos humanos, de los más elementales; pero donde se condenó la guerra, el colonialismo moderno, las acciones que hoy impiden llevar a cabo la paz en Colombia, testimonios de primera mano de estudiantes universitarios, maestrantes y doctorantes que se forman acá, para poner su granito de arena en sus respectivos países.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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