Los cauces del ron en Cienfuegos

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El desabastecimiento en la red comercial de Cuba destinada a la alimentación y bebidas, y que no vende en moneda libremente convertible (MLC), produce una imagen recurrente por estos días: pomos de agua de diferentes formatos en casi todos sus estantes. Arriba y abajo, en las vidrieras y en las neveras, en las tablillas de anuncios y en las tarjetas de estiba.

“El ron se esfumó. No sé qué pasa con esas producciones; si hay zafra en el país no debía faltar el alcohol. ¿Sabes a cómo te venden una botella de ron Decano en los portales de las casas o en el Revolico de Facebook? A 300 o 600 CUP, depende de la cantidad de litros, hasta pueden pedirte más”, dice Roberto Ojeda Valdés, del barrio de Tulipán.

En la cultura del cubano está arraigado el consumo de bebidas alcohólicas, como mismo sucede con los cigarros y el dominó; se trata de costuras importantes en el traje nacional. No viene de ahora, sino desde la época de los ingenios y la colonización española a la Isla.

Los cauces de la producción y venta de ron en Cuba han tenido distorsiones en los últimos tiempos, y en ello han influido varios factores. Una realidad que aporta ganancias a quienes revenden estas mercancías en las redes sociales, donde el precio originario se puede hasta multiplicar por diez, nuevas formas de delinquir que debían atajarse antes de la avalancha sea demasiado grande.

Los por qués de un déficit

Hasta la fecha la Empresa de Bebidas y Refrescos de Cienfuegos ha comercializado unas 212 mil 189 cajas de ron Decano, pero ello no representa abundancia en relación al 2020, pues de un total de 15 mil cajas a entregar mensualmente al sistema del comercio, hubo tiempos en no llegaron ni a la mitad, y septiembre fue la punta del iceberg deficitario, prácticamente sin presencia en los establecimientos estatales.

“Este año empezó a regir la MLC y nos empezaron a vender en ese capital la preforma, materia prima de donde sale el envase comercial, porque tiene componentes en su estructura que son importados. A partir de ello tuvimos que montarnos en un sistema para captar MLC y luego invertir en las producciones tradicionales de la industria.

“No obstante, el déficit de alcohol en el país es la gran razón por la cual hay una ausencia en el mercado; hubo meses que la fábrica estuvo completamente parada. Todo lo que producimos se lo entregamos al comercio, ahora volveremos a potenciar las ventas en formato a granel porque como expliqué, el tema del envase resulta costoso”, dijo a la prensa Elier Caro Rodríguez, director de la unidad empresarial de base Complejo Cienfuegos, encargada de la comercialización de bebidas alcohólicas y refrescos en la provincia.

Un litro de ron a granel vale 40 pesos en el mercado minorista, mientras que uno envasado anda sobre los 65. Esas tarifas están normadas, sin embargo, hoy se cotizan a cifras inimaginables y pudiera ser peor ante la proximidad del fin de año.

“Por mí que lo pongan al precio que sea, menos borrachos hay en la calle”, aclara Juana Ortega, vecina del Centro Histórico Urbano.

“Yo lo consumo en casa, tranquilo; es parte de la cultura del cubano y sí califico de abuso los precios que ha alcanzado en el llamado mercado negro. Ni hablarte de los municipios o comunidades alejadas de la capital provincial, allí está carísimo (…) Somos un país productor de azúcar, de esa miel sale el alcohol, no entiendo porqué surge este desabastecimiento”, agrega Gregorio Martínez López, cienfueguero.

Un lector llama a nuestra Redacción y formula las siguientes interrogantes, que aventuran a pensar en otras variantes subyacentes detrás del fenómeno: “¿Por qué los particulares poseen, por ejemplo, el ron Decano de botella (750 ml) y de a litro y sin embargo, estos no se encuentran en los mercados donde supuestamente deben venderse? ¿Cómo llegan a su destino centenares de cajas de ron que son vendidas en las puertas de las casas, en las esquinas, en puestos privados…?

De materias primas ausentes y otros demonios

La ausencia de otras producciones alcohólicas como la cerveza también acelera la velocidad de la especulación. “No solo nosotros hemos tenido problemas con la materia prima y los envases, hay otras mercancías ausentes totalmente y ello acentúa nuestro déficit (…)

“La fábrica de ron de Cienfuegos tiene bodegas muy pequeñas, que es donde se pone a añejar el alcohol y no da para cubrir la demanda de la población. Aquí se producen casi todos los litros que luego se comercializan en la provincia, pero a partir del caldo que viene de Santa Clara”, explica Caro Rodríguez.

La escasez de combustible de la empresa comercializadora, solamente 500 litros para el mes, no le permite distribuir sus mercancías en los municipios. Algunos directores de establecimientos estatales vienen y lo buscan a la capital provincial, pero otros no, y por ello, es el desbalance entre unos y otros territorios.

En 2019 la fábrica de Ron Cienfuegos sobresalía entre las mejores de su tipo en Cuba, al constituir la Unidad Empresarial de Base (UEB) más eficiente de las catorce que administra la Empresa de Bebidas y Refrescos de Villa Clara. En ese entonces la producción de rones era superior a las 26 mil cajas al mes; hoy esa cifra no es posible por la falta de materia prima.

Al decir de administradores de restaurantes de la ciudad de Cienfuegos ellos usan diversas estrategias para minimizar la ausencia del ron, entre estas la oferta de cócteles a los clientes, aunque manifiestan que siempre han tenido, lo que en menos cantidad.

En fecha reciente se ha visto un cierto mayor volumen del a granel, el cual se expende en las bodegas, pues ante la falta de envase esa modalidad debe aumentar mucho más allá de 2021.

“El déficit de ron es nacional y se debe a las afectaciones que ha tenido la zafra azucarera en Cuba. La entrega de mieles a la corporación Cuba Ron ha disminuido muchísimo en los últimos tiempos, esta entidad a través de su destilería nos propicia el alcohol para hacer el caldo.

“Estamos en un proceso de recuperación que debe mejorar para fin de año, incluso se normó a través de la libreta de abastecimiento una o dos botellas por núcleo (según los volúmenes de los envases) para esas celebraciones. Sabemos que todo el esfuerzo que se hace por producir un poco más se concentra en personas que lo están acaparando y revendiendo. Entonces el pueblo tiene que pagar el ron a 300, a 500”, reconoció Luis Enrique Castellanos, director de operaciones de la Empresa de Bebidas y Refresco de Villa Clara, casa matriz a la cual se subordina la de Cienfuegos.

Durante las últimas semanas se han visto transitar por la Perla del Sur varios carros cargados de ron, y en los primeros quince días de noviembre se habían vendido más de 14 mil litros del a granel; al menos así lo confirmaron bodegueros del Centro Histórico Urbano, quienes coincidieron en la buena calidad del producto.

“Existe un sector que lo compra por cantidad y luego lo reenvasa en los pomos originales; hay negocio por dondequiera”, reclamó Joaquín Sánchez García.

Para 2022 la zafra no debe dar un salto cualitativo, entonces la “estrategia será la producción de bebidas a bajo grado de alcohol, o sea, cócteles, daiquiri…, que ya están probados en el mercado y aumentar las ventas en MLC; para ello existen contratos en la zona de Mariel y también con la red de tiendas en todo el país (…) Tal y como están las cosas vamos a tener mayor presencia del a granel”, puntualizó Luis Enrique Castellanos, director de operaciones del Ember de Villa Clara, entidad que hoy compra del 80 por ciento de sus materias primas en MLC.

Sobre los raíles de la zafra azucarera anda la locomotora del abastecimiento de rones en la Isla; mientras tanto, su precio crece como la espuma en el mercado informal de las redes sociales o los portales de las casas coloniales.

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