Los 55 del Coro Cantores de Cienfuegos en vibrante concierto

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Energía, gracia, correcta distribución del repertorio, brillantez interpretativa, limpieza técnica, claridad en el lenguaje, armonía, afinación, redondez del sonido, objetividad en los matices, don vocal en fin… De la actuación del Coro Cantores de Cienfuegos por su aniversario 55 en el teatro Tomás Terry han de extraerse calificativos de valor como los antes consignados u otros varios, manifiestos a través de un concierto que hizo justicia a la calidad y a la historia de la institución musical cienfueguera fundada en 1962 bajo la dirección de Norma Faxas.

A cargo en la ocasión de la directora asistente Lilian Teresita Pérez Fernández (su directora general desde 2010, Honey Moreira Abreus, se encuentra de licencia de maternidad, aunque estuvo en el teatro y recibió uno de los varios homenajes de los cuales resultó merecedor el “Cantores de Cienfuegos”), nuestro Coro de Cámara Profesional refulgió en diversos momentos de la velada.

De especial calibre resultaron diversas interpretaciones dentro de un repertorio donde, a juicio del cronista, sobresaldrían sus asunciones de Down in the River to Pray, Java Jive, El guararey de Pastorita (estos dos entre los mejores empastes y en el segundo caso acompañado además de encomiable proyección escénica) Bonito y sabroso y Llueve cada domingo, difícil tema de Beatriz Corona donde destacó la soprano Ained Niddelay Barrios Puerto.

El Coro de Cámara Profesional Cantores de Cienfuegos no solo representa un ejemplo de consagración a su labor, sino también de sensibilidad y ductilidad en la articulación de una propuesta en la cual son capaces de emerger airosos e incluso lucir por arriba de otros colectivos similares debido al riguroso trabajo vocal colectivo, a la precisión del aparato directivo y a la calidad de los integrantes, muchos de ellos con larga historial en este cuadro artístico.

Debe concitar nuestra agrupación coral todo el respaldo debido, fundamentalmente en virtud de sus logros sobre la escena; pero de igual por modo por su capacidad de rearme y empuje, tras no retroceder ni siquiera un momento luego de la reciente deserción en Estados Unidos de once de los integrantes.

Luego del intermezzo, el concierto poseyó un segundo segmento, en el cual los Cantores de Cienfuegos se unieron al maestro Frank Fernández, a la Orquesta de Cámara Concierto Sur  y a sus similares estructuras corales de Matanzas y del Instituto Superior de Arte (adjunta al Lyceum Mozarteum de La Habana), la primera de ellas también con cinco décadas y medio de existencia y bajo la batuta hace 21 calendarios del prestigioso Dr. José Antonio Méndez  Valencia.

Esta zona epilogar del concierto fue realmente espléndida. Beethoviano de corazón, el célebre pianista cubano retomó la Fantasía Coral Opus 80 para Piano, Coro y Orquesta, elucubrada por Ludwig Van hacia 1808. Se trata de un viejo amor del Premio Nacional de Música y padre de la escuela pianística cubana, cuyo primer acercamiento se produjo en 1963, en La Habana, acompañado entonces por la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro del Conservatorio Amadeo Roldán. Hace dos años también le rindió homenaje junto a la Orquesta Sinfónica de Minnesota, el Coro Nacional de Cuba y Vocal Leo, en tanto parte del Cubadisco 2015.

Los versos que el coro entona en esta Fantasía heptagonal son un himno a la armonía y la belleza, una oda a lo maravilloso de la vida y sus innumerables regalos espirituales. Ese texto del coro, signado por el escritor austriaco Christoph Kuffner con arreglo a las indicaciones de Beethoven, deviene arrebato de lirismo y de exaltación al hecho mágico de vivir, sentir, crear y ser testigos de la magnificencia de nuestro universo. Tras el introito o preludio pianístico de 26 compases,  dicho instrumento introduce la referida inserción coral, expresa esta con el acompañamiento orquestal y un desenlace conjunto de apoteosis sonora contaminador de las vibras más favorables de un receptor anuente.

El empaste entre los diferentes colectivos corales, Concierto Sur y Frank Fernández; así como la riqueza en la ejecución de las variaciones instrumentales, resultó excepcional. El público -conocedor-, de la noche le rindió los obligados honores mediante ininterrumpidos aplausos y vítores.

Resultó, de tal, el concierto por el aniversario 55 del Coro de Cámara Profesional Cantores de Cienfuegos, espectáculo de fuste, cuya dirección artística y general a cargo de Rolando Martínez Varens y Lilian Teresita Pérez, respectivamente, se correspondieron con la trascendencia de lo expresado sobre el escenario del teatro Tomás Terry, en cuanto significó el primer gran momento de la agenda 2017 en nuestra principal institución escénica.

Segundo segmento de la noche. El maestro Frank Fernández junto a Concierto Sur y varias agrupaciones corales./ Foto: Juan Carlos Dorado
Segundo segmento de la noche. El maestro Frank Fernández junto a Concierto Sur y varias agrupaciones corales./ Foto: Juan Carlos Dorado

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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