Los 500 y la historia de la Construcción en Cienfuegos
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 8 segundos
El campamento Los 500, que se ubica camino a la Zona Industrial de Cienfuegos, se hizo célebre allá por los años 80 del pasado siglo, cuando la ciudad tenía aspiraciones de convertirse en el polo industrial de Cuba. 500 albergados podían comer o desayunar al unísono en un enorme comedor que dio nombre al emplazamiento. Constructores de todas partes pernoctaban allí.
Se edificaban la Refinería de Petróleo y la Central Electronuclear de Juraguá, por entonces, obras de choque que “movían” un enorme universo de hombres de cascos blancos.
Y el tiempo pasó, y tras la crisis del período especial, le nació al sector de la Construcción otra villa, ahora situada a la vera de aquellos “500”, que simbolizaron una época de auge, pero que mantiene su nombre, desde los afectos.
Marisol Ramos Del Pino, es la jefa de la Villa, campamento que se ha mantenido activo durante toda la etapa de la covid-19, tiempo en el que han debido adoptarse medidas especiales higiénico-sanitarias, pues su personal procede de varias regiones y provincias del país. Esta mujer, que es toda energía, nos narra sus experiencias:
“La Villa forma parte de la Empresa de Servicios a Trabajadores de la Construcción, entidad líder en la batalla cubana contra el SARS-CoV-2. Tenemos una capacidad para 120 huéspedes, pero teniendo en cuenta el distanciamiento social, acogimos unos 80, distribuidos en cinco módulos. Hemos funcionado casi como un centro de aislamiento, y asumimos las funciones del Hotelito, que sí pasó a ser parte del sistema.
“Diariamente emitimos un parte a la Organización Superior de Dirección de la Construcción sobre el movimiento de los hospedados, su desplazamiento a otras provincias y el itinerario; hemos tenido sospechosos, contactos, trabajadores que cumplen una cuarentena. Les servimos los alimentos en los módulos, y casi la totalidad de nuestros trabajadores permanecieron en su puesto de labor. En una ocasión estuvimos 14 días de aislamiento por un sospechoso; al final no fue nada, pero resultó un buen entrenamiento que nos obligó a repasar cada medida.
“Debemos destacar la disciplina de los constructores; ellos acataron todas las orientaciones, algunos, incluso, rebajados del servicio por enfermedades de base u otras que no se relacionan con la covid-19, pasaron su convalecencia acá en la Villa, y se les atendió en los módulos, llevándoles los alimentos. Hemos mantenido, y mantenemos, un control estricto y la observancia de todas las normas de higiene, porque sabemos resultamos un centro vulnerable, pero necesario en el desarrollo económico de Cienfuegos”.
Sobre la vinculación con la comunidad y el trabajo conversamos con Grisel Fernández López, directora técnica de la ESTC:
“La Villa está ubicada en el Área VII de Salud, conocida como Policlínico Laboral, institución de la Atención Primaria con la que mantenemos estrechas relaciones de trabajo, en el asesoramiento sobre las medidas higiénicas y el control de la situación epidemiológica. Durante la etapa, se incrementaron los servicios para llevar la contribución al trabajo del policlínico, y en especial a la comunidad; se les dio mantenimiento a diferentes áreas y pusieron a punto las instalaciones de la Villa”.
El centro está certificado por la norma ISO 9001, referida a la calidad; mejoraron las condiciones de vida de los huéspedes, ahora sin literas, sino con camitas para proporcionar el descanso de los constructores. También cumplen los estándares de inocuidad de los alimentos. Se reincorporan para entrar en las diferentes etapas de la recuperación pos covid-19 con nuevos diseños de menú y ofertas, porque “Los 500”, continúan escribiendo la historia del desarrollo constructivo en Cienfuegos, dejando huellas en su tránsito.
Visitas: 202
