¡Llegó la visita! o llover sobre mojado

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Repasando la base de datos del semanario 5 de Septiembre, en ese afán de dar continuidad a los temas, tropecé de bruces con un comentario que me publicaran en esta misma página allá por 2006: ¡Llegó la visita! Y en verdad el asunto resultaba interesante, ¡muy interesante!, porque el fenómeno va en aumento, y a la altura de los once años trascurridos de la crítica, “el cuartico sigue igualito”. Se trata de las visitas, esas comitivas que vienen a los centros de trabajo desde los diferentes niveles: medio, intermedio y de “arriba”, anunciadas, y que encuentran escasas deficiencias porque “bajo la alfombra” se ha colocado lo que no debe ser visto ni apreciado.

El texto de entonces rozaba el humorismo, pero para nada hilarante, sino a modo de grito, porque si algo puede ser dañino en una sociedad, es no andar por el a veces escabroso, pero recto, camino de la verdad, con el propósito de facilitar la cotidianidad, ya bien difícil por las “sequías y aguaceros”, el alto costo del plato que llevamos a la mesa y otras limitaciones. Las visitas, auditorías, controles, fiscalizaciones e inspecciones siempre causan pavor, ¿por qué?

La respuesta a la interrogante la conocen hasta los niños del grado preescolar. Con el fin de demostrar el buen trabajo, casi nunca hay nada que señalar y así no se daña la imagen de quienes deben velar y controlar porque todo funcione como mecanismo de relojería suizo. ¿Será que en la aspiración de crear la sociedad humanista, nos pasamos un poco y queremos llegar a la perfección? Vaya usted a saber por qué se ha convertido en un vicio esconder lo malo.

“Por ahí anda ‘la ministerial’ y todo tiene que estar al hilo; no puede faltar nada; todos deben estar bien vestidos…”, y es de noche avanzada cuando a muchos todavía les tiemblan las rodillas. ¿Pero acaso esas personas no vienen a inspeccionar desde el nivel central qué falta para suministrarlo, dónde reforzar la atención, incluso, hasta aumentar la frecuencia de entrega de los uniformes porque ya están gastados?

“Mamá, mañana tenemos visita de la nacional; los niños temprano en la escuela; los libros forrados, las libretas revisadas; que no quede una tarea por hacer…”. ¿Y no debería ser siempre así? Quizá si la visita supiera: la maestra tiene más de 40 alumnos de primer grado, la auxiliar falta por problemas familiares y la deja sola en el aula, sin tiempo para desarrollar la clase, revisar cuadernos, atender las particularidades de la etapa cuando se enseña a leer y escribir y los niños moldean la letra, los padres en extremo “sensibles” no aceptan una queja, entre otras situaciones puntuales; entonces, ellos, la visita, pensaría en buscar alternativas, y no regresar a sus buróes pensando “todo anda al quilo”.

Quizás en el orden productivo sea más difícil pasar por listos, cuando hay que hablar en unidades, metros, toneladas, sacos, arrobas y hasta envases de helado con ajíes —una nueva medida ¿legitimada?—, mire usted, y no salgo de mi asombro. Pero de igual manera actúan muchos colectivos con deshonestidad, y hasta pintan una pared minutos antes de que la inspección arribe al lugar.

Es verdad, en casa esperamos a los invitados con todo limpio y hasta el único cárnico que nos quedaba en el congelador, pero es bien distinto el tema familiar del socio-económico, distan de su enfoque e incidencia. Se ha puesto de moda usarlo como estandarte y no tiene nada que ver una cosa con la otra, a no dudar. A las visitas, en el orden laboral, se les debería esperar como en un día cualquiera, jornada de intercambio fructífero en busca de soluciones, alternativas y hasta retroalimentación. Este clima nuestro no precisa de alfombras, sino de transparencia para no perder brújula y compromiso.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

6 Comentarios en “¡Llegó la visita! o llover sobre mojado

  • el 14 noviembre, 2017 a las 5:04 pm
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    Estamos lejos de saber por qué pasan estas cosas, porque todos nos lo imaginamos pero no sabemos porque todos los visitadores que conocí cuando fui obrero, venían acompañado por algún super dirigente de la rama, lo que leí aquí es la realidad: pinturas, adornos, calles, etc, etc, para que el visitante se creyera lo que él creía que estaba bien. Raúl siempre ha planteado que lo mal hecho se denuncie. Otras cuestiones también pasan en las entidades, cosas sin importancia, porque no hay ni mal gastos de materiales, y se denuncian, y ello genera problemas entre las administraciones y los trabajadores. Debo mencionar que el único ministro que venía solo y no buscaba a nadie, solo a los trabajadores era el ex ministro MARCO PORTAL. No por cuentos, sino que lo conocimos personalmente.

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    • el 17 noviembre, 2017 a las 10:16 am
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      La industria Eléctrica es un buen ejemplo de cómo puede funcionar bien una entidad, donde disciplina, social y tecnológica, es lo primero; técnicos preparados, economía transparente y líderes comprometidos… son ejemplo; todo ello me da la razón, de que las cosas pueden funcionar bien, y quienes queremos a Cuba y a su sistema social, debemos hacer lo posible porque así sea, esta es mi trinchera, mi periódico o sitio web, lo siento por quienes quieren tapar el Sol con un dedo. Gracias por leernos y comentar, desde el respeto, la autora

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  • el 13 noviembre, 2017 a las 7:44 am
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    Cierto! magnífico trabajo.

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    • el 13 noviembre, 2017 a las 6:48 pm
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      Gracias por leernos y comentar

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  • el 11 noviembre, 2017 a las 11:20 am
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    Este artículo me recuerda cuando era profesor universitario, allá por los años 2000, cuando el jefe de Dpto en aquel entonces sin previo aviso, ya estaba dentro del aula cuando yo a penas entraba para iniciar mi turno matutino, aquello significaba que estaba bajo un control metodológico y técnico a mi asignatura que les impartiría en ese momento al grupo de 4to año de la carrera….Moraleja, en aquellos tiempos de academia, recuerdo que yo día a día me preparaba exhaustivamente para enfrentar un checking a mi clase por quien fuera, de ahí que siempre las evaluaciones eran positivas, con algunos señalamientos claro….a lo que quiero llegar, de nada sirve a los organismos centrales del estado Cubano, anunciar como bombo y platillo, en los diferentes plataformas informativas de la nación, que A PARTIR DEL 1RO DE NOVIEMBRE 2017, SE AUDITARAN MÁS DE 300 EMPRESAS A LO LARGO Y ANCHO DEL PAIS, sin tener en cuenta el costo de tan anunciada auditoria, no es sano se lo digo por experiencia…porque comoversa un viejo refrán…Guerra Avisada, NO MATA A SOLDADOS…..Me imagino a estas alturas como los diferentes directivos de empresas, que ya saben que los van a auditar, no duerman¨Cuadrando la Caja¨ para que no le detectan el desmadre que tienen al interior de sus empresas…eso implica, falsificación de firmas, inflar producciones, etc, etc…en otras palabras, CORRUPCIÓN….Me parece que la máxima dirección del país debe tomar cartas en el asunto y por ningún motivo anunciar, como lo están haciendo, estas inspecciones gubernamentales, es decir mantener bajo SECRETO DE ESTADO, estas evaluaciones a las diferentes empresas que conforman el aparato económico de la nación. Si lo hacen de esta forma, creo que nuestros directivos de empresas e instituciones la van a pensar 2 veces antes de cometer un ilícito…..

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    • el 13 noviembre, 2017 a las 6:47 pm
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      Gracias por leernos y comentar, la sociedad precisa de todos, porque en el camino, toda obra es perfectible

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