Leonardo, Miguel Alejandro y Fernando, en Trinidad, por la vida y por Cuba

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El 16 de septiembre arribaba a Trinidad una brigada de trabajadores de la Salud para fortalecer allí la asistencia a pacientes positivos de la Covid-19. La tercera Villa fundada en Cuba devino epicentro de la epidemia en la provincia de Sancti Spíritus. Aquí el testimonio de tres jóvenes pediatras cienfuegueros

Hasta Trinidad, término municipal de la hermana provincia de Sancti Spíritus, se trasladaron, desde mediados de septiembre, tres jóvenes médicos cienfuegueros, como parte de una avanzada de trabajadores de la Salud en colaboración, toda vez que este territorio muestra una complicada situación epidemiológica.

La misión de los cienfuegueros consiste en ayudar a organizar la red pediátrica de atención a sospechosos y positivos en un territorio que por jurisdicción es espirituano, pero desde el afecto, también cienfueguero. El Dr. Leonardo Cuéllar Cuevas, especialista de I Grado en Pediatría, comenta desde la tercera Villa cubana, sus experiencias:

“Es la primera vez que trabajo fuera de la provincia de Cienfuegos; partimos a petición de los funcionarios del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), y apenas tuvimos tiempo de prepararnos. Son muchas las historias para contar, pero la mayoría de profundo humanismo y agradecimiento de los padres, que incluso quieren que demos seguimiento a los niños cuando se recuperen.

Colectivo para el análisis de los casos. /Fotos: del perfil de Facebook de Fernando de la Mora Martín.

“Se asombran de que lo mismo auscultamos que le tomamos la muestra para un test de antígenos; no hemos hecho más de lo que nos toca. Aquí estaremos hasta que se controle la situación epidemiológica. Compartimos con los colegas espirituanos y aprendemos, porque esta epidemia es una gran enseñanza”.

Dr. Miguel Alejandro Pulido Gutiérrez.

El Dr. Miguel Alejandro Pulido Gutiérrez tiene 29 años y es también especialista de I Grado en Pediatría, hijo de ese gran profesor de Historia de la Universidad de Cienfuegos que tanto queremos y admiramos, el profe Pulido. Desde allá cuenta:

“A diferencia de lo que nos comentaron al arribar, los trinitarios nos han acogido como hijos, y hasta nos piden regresemos cuando la ciudad retorne a la alegría.

“El trabajo es intenso, pero la vida y la salud de los niños están en primer orden, más allá del cansancio; podemos encontrarnos con insatisfacciones, pero ver llorar a los padres de alegría ante la evolución y el alta clínica de un pequeño, y que hasta te pidan tomarnos una foto, eso nos supera”.

Mi cuasi corresponsal de prensa en Trinidad, el Dr. Fernando de la Mora Martín, residente de tercer año en la especialidad de Pediatría, cuenta que llegaron un domingo: “Ese mismo día logramos unificar a toda la población infantil que permanecía ingresada en salas del hospital, un círculo infantil habilitado, y centros en la playa La Boca.

“Los colegas nos recibieron con alegría, doble, cuando dijimos que éramos de Cienfuegos, porque de Trinidad somos hermanos por la cercanía geográfica y por el cariño que nos une. Un comentario en Facebook de mi profesor, el Dr. Ortelio Chaviano, recordó que hace 39 años él, junto a otros pediatras, también estuvieron por acá en colaboración; esta es la continuidad.

“Aquí estamos y estaremos hasta que se controle la transmisión, para hacer lo que nos corresponde y más, por los niños, por la vida, por Cuba”.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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