Legados perdurables: masonería en Cienfuegos, 1878-1902

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Un hecho editorial singular tanto por la profundidad indagatoria del volumen como por su foco de atención —incidente sobre un blanco temático de escasa presencia en nuestras casas libreras—, resultó la publicación de Legados perdurables: masonería en Cienfuegos, 1878-1902 (Mecenas, 2010), escrito por el licenciado en Filosofía y Doctor en Ciencias Históricas, Samuel Sánchez Gálvez.

El material de Mecenas reveló como se estableció la institución aquí y, a partir del examen de la labor de la logia Fernandina de Jagua, analiza y evalúa las implicaciones que tuvo su presencia en el período 1878-1902 para la cultura, la educación y la ciencia, entre otros ámbitos no menos fundamentales de la sociedad cienfueguera, cual reza en su edición.

El insuficiente estudio académico de la masonería en Cuba, la previa investigación de la  actividad en Cienfuegos en el período 1878-1902 y la necesidad de analizar cómo desarrolló sus prácticas en la ciudad, tanto como su vinculación e influencia en la historia local, resultaron poleas de activación para la entrega del flamante material.

A lo anterior súmase, al decir de Samuel en su texto premilitar del título, el volumen y significativo valor de las fuentes primarias localizadas en los archivos de las logias Fernandina de Jagua, Asilo de la Virtud y Convención, amén de la ausencia en el país de estudios históricos dirigidos al análisis de la faena integral de una logia masónica a través de un lapso histórico específico.

“Que sepa —plantea el escritor— no existe un estudio dirigido específicamente a revelar la labor de esa institución en la esfera de la difusión de la cultura y la ciencia, ni a nivel de país ni de las historias regionales o locales”.

El primero de los ensayos del libro, Institucionalización de la masonería en Cienfuegos, analiza cómo ello transcurrió entre los años 1878 y 1902.

En el segundo, Ciencia y cultura en la Logia masónica Fernandina de Jagua, revela la labor de dicha institución en aras de difundir la ciencia y la cultura entre su membrecía; así como su esfuerzo por hacer llegar a los coterráneos algunos de los adelantos alcanzados por el hombre en ambas esferas, durante la época analizada.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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