Lázaro García: Tejiendo un rostro en la canción

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Por Samantha de Zayas Muñoz*

La canción es una de las formas musicales más sencillas que a lo largo de su desarrollo, ha estado en la mira investigativa y las clasificaciones dicotómicas entre lo culto y lo popular. Al mismo tiempo, ha demostrado que presenta una clara tendencia hacia la asimilación de diversas tipologías de prácticas culturales, constituyendo patrimonio universal dentro de las expresiones humanas. En este sentido, el estilo trovadoresco, ha devenido génesis de una forma de expresión.

Cuando hablamos del Movimiento de la Nueva Trova (MNT) y su repercusión sociocultural en Cuba, se hace recurrente el nombre de Lázaro García Gil, quien, junto a figuras como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú y Noel Nicola, entre otros, fundaron este movimiento y sedimentaron una tipología de canción cubana que, desde la mirada musicológica, se imbrica con las problemáticas más generales del pensamiento teórico actual.

La trayectoria artística de Lázaro ha sido abordada en distintas fuentes y numerosos trabajos periodísticos y audiovisuales —más bien con carácter descriptivo—, sin embargo, su estilo composicional es susceptible y merecedor de un análisis especializado. Si bien su obra en un inicio tuvo posiciones ideoestéticas comunes y evidentes convergencias con otros compositores de este movimiento, se comprueba en su música una estética muy personal.

Es un compositor que ha obtenido disímiles reconocimientos y sabido desdoblarse y cumplir labores directivas, donde figuró como vicepresidente nacional del Movimiento de la Nueva Trova y fue asesor musical de la Egrem. Además, fundó y dirigió el estudio de grabaciones cienfueguero Eusebio Delfín, y entre 2004 y 2008 dirigió los estudios Abdala. Su obra cuenta también con música incidental para teatro (Teatro Guiñol Nacional) y para el cine (Ecifar). Cuenta con varias producciones discográficas, entre las cuales, por solo citar algunas, están Al Sur de mi mochila (Egrem,1986); Si de tanto soñarte (Producciones Abdala, 2002); En pos del mar (Bis Music, 2004); Pescando una canción (Producciones Colibrí, 2006), Como si fuese ayer (2019), acompañado por el guitarrista Jesús “Chuchi” Saura, así como innumerables homenajes a través de grabaciones de discos con canciones del autor desde las voces y estilos de artistas como Ingrid Rodríguez Díaz de Villegas con el disco Tejiendo un rostro en la canción, producido por Eduardo Rodríguez Saura, en 2019.

Canciones como Carretón, Al Sur de mi Mochila, Dardos de Miel y Pequeñín, son algunos de los títulos que ocupan un lugar relevante para el propio autor. Han sido retomados en proyectos discográficos posteriores, como es el caso Carta de amor, con un evidente impacto social, e interpretada por artistas como Liuba María Hevia, Amaury Pérez, Silvio Rodríguez, Nelson Valdés, entre otros.

Para analizar la obra musical de Lázaro García desde el punto de vista musicológico, se hace necesario comprender los entramados creativos desde dos planos fundamentales: el Plano Temático (referente al argumento), con el objetivo de ver la función del texto; los distintos puntos de vista en que el autor aborda las temáticas; y las características poéticas en el empleo de la palabra como medio de comunicación de ideas, y el Plano Composicional (donde se coordina el proceso de creación) a partir de la relación estructural de todos estos elementos, y la determinación de factores tipificadores del proceso de creación musical del compositor.

Desde el plano temático, la mayoría de las canciones de Lázaro se agrupan en la línea amorosa y filosófica. Obras como El Mundo de tu mano y Siempre será el amor, nos muestran un tratamiento por parte del autor de tonos serios, reflexivos e íntimos. Tiene preferencia por las estructuras textuales clásicas, así como un lenguaje poético con la utilización de figuras retóricas (metáforas, símil y sinestesia) e imágenes poéticas en canciones como Asonancia del tiempo e Inclina el cetro a la flor. Además, ha dedicado canciones a Cienfuegos realzando sus cualidades en obras como Trovada a la Perla y Hotel Jagua. Los tonos generales de sus letras están marcados por el empleo de la primera persona, y encarna al trovador atemporal que le canta a la persona o recuerdo amado, con un lirismo en el lenguaje que denota la cercanía del argumento a la subjetividad del autor.

Cuando analizamos los rasgos comunes en la creación de Lázaro García desde el plano composicional, se hace necesario el estudio morfológico de su obra y los aspectos de la dramaturgia con respecto a las funciones de las partes en las estructuras. Se observa una preferencia por formas musicales simples binarias (con mayor grado de complejidad dadas por combinaciones de formas textuales y procesos de síntesis temática y musical en secciones con función de desarrollo) y ternarias (con esquemas tripartitos ABC con utilización de la forma continua sin estribillo). Las funciones predominantes son las expositivas y de desarrollo. Tiene preferencia por los dibujos melódicos cromáticos, así como fragmentos con diseños circulares y descendentes. El cantautor vislumbra una preferencia por tonalidades menores con presencia de inestabilidad armónica a partir del uso de frecuentes contactos y modulaciones a partir de la utilización de acordes alterados (acordes aumentados de dobles dominantes y disminuidos, de 7ma, 9na, 13na, etc…). La dinámica se mantiene sobre las sonoridades mezzo, y los impulsos metrorrítmicos tienen tendencia a la desaceleración.

La figura de Lázaro se ha convertido en paradigma para la cultura cienfueguera. Sus canciones nos muestran aspectos contextuales como resultado de su pertenencia al Movimiento de la Nueva Trova (el cual tanto defiende y mantiene vigente) y otras que lo distinguen por su propio estilo creativo. Las relaciones entre las esferas temática y composicional, hacen posible considerar a nuestro querido y carismático Lázaro García Gil como uno de los artistas cubanos con más alto nivel de elaboración en su obra e indiscutibles valores artísticos que engalanan el catálogo musical cienfueguero, y con la certeza de que sus canciones serán eternas mientras teje un rostro en la canción.

*La autora es musicóloga y MSc.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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