Lázaro García, el último acorde

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Otra vez una melodía luctuosa envuelve a la trova cubana. Lázaro García Gil, fundador del Movimiento de la Nueva Trova e ícono de la ciudad de Cienfuegos, falleció este viernes, y con él, una de las voces más raigales de esta urbe que tanto lo inspiró y devino remanso de muchas de sus composiciones.

Nacido aquí el 31 de diciembre de 1947, Lázaro regaló, en 75 años de vida, una obra musical asentada en la poesía, sin divorcios entre el lirismo de ambas manifestaciones, pero, especialmente, un modelo de compromiso, espiritualidad y ética en cada creación.

Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), su nombre pertenece a esa constelación de seres únicos de la música cubana, junto a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola, Sara González y Vicente Feliú, con los cuales compartió escenarios y vivencias personales.

Acreedor de premios y distinciones a lo largo de su amplia carrera, entre ellas la Orden por la Cultura Nacional, Lázaro García Gil grabó más de cinco discos, y hoy el universo de sus canciones ilumina a una nueva hornada de juglares que seguirá cantando a esta ciudad, donde nunca habrá espacio para olvidarlo.

Desde su cuenta en Twitter, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez escribió: “Adiós sentido al gran trovador Lázaro García, cienfueguero cubanísimo, cuya obra, de marcada poesía amorosa, transparenta su alma noble y también comprometida con los más altos valores patrios”.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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