La vida, lo más valioso

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 22 segundos

No por reiterado hasta el cansancio hay total comprensión de lo imprescindible que resulta—a la luz de los días de hoy— el cumplimiento estricto de las medidas higiénico sanitarias dispuestas por el gobierno cubano para seguir haciendo frente a la Covid-19.

Y cada día son varios los ejemplos que nos demuestran que todavía toda la información aportada por especialistas como el Doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, no tienen oídos receptivos. Lo mismo se molestan cuando un chofer —cumpliendo su deber— le vierte hipoclorito en las manos “porque se pueden manchar las ropas” o mal usan el nasobuco poniéndose en riesgo y arriesgando a los demás.

“Nadie escarmienta por cabeza ajena” hubiera dicho mi madre ante situaciones como la anteriormente descrita. Y es que al parecer, cuanto sucede en nuestra cercanía geográfica y afectiva no parece tener la menor importancia para algunos cienfuegueros que todavía se agolpan en las colas, obviando las repetidas advertencias de que debemos distanciarnos al menos un metro y medio unos de otros.

Es como deshacer en poco tiempo cuanto se ha hecho desde que en marzo último se detectaran los tres primeros casos de la Covid-19 en el país. Cientos de médicos, enfermeros, técnicos, paramédicos y muchísimo personal voluntario, se han sumado a este combate frontal por la vida, bajo la guía de la dirección del país y el Ministerio de Salud Pública, rector de un protocolo que nos ha permitido llegar a este momento con tan solo 88 fallecidos, en tanto suman más de 260 mil quienes se han recuperado en instituciones sanitarias.

Cuba no ceja en el empeño de buscar todas las variantes de tratamientos posibles para frenar en seco al nuevo coronavirus; incluso hemos conocido del quehacer en función de concretar vacunas, ciento por ciento cubanas, lo que nos pondrá en una situación inmejorable para continuar adelante.

Cuánto desvelo, cuánta entrega y dedicación.  Ese enorme sacrificio por el bien colectivo merece, como mínimo, que seamos consecuentes con algo tan sencillo como el uso de la mascarilla y del hipoclorito de sodio, entre lasotras medidas adoptadas.

No podemos permitirnos deslices; bien sabemos lo que puede provocar la indisciplina y la indiferencia.

Tomo prestada una frase del poeta-cantor Silvio Rodríguez en su Cita con ángeles: “Seamos un tilín mejores y mucho menos egoístas”. Cuba y todos nosotros lo requerimos.

Lea además || Soberana, broche de oro de una reunión alentadora (+ Fotos)

Visitas: 2

Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

2 Comentarios en “La vida, lo más valioso

  • el 27 agosto, 2020 a las 10:24 am
    Permalink

    Ayer el Boulevard tenía en toda su extensión más de 1500 personas aglomeradas en las tiendas por la venta de productos sin los que hoy, a riesgo de la vida de muchos coterráneos, no imaginamos cómo vivir. Los llamados al orden, la disciplina y la cooperación rebotan en oídos sordos y poco receptivos
    Mucho se ha hablado de tomar medidas como la venta por localidades y por la ya añeja libreta de abastecimiento que cobra hoy más vida y protagonismo. No acabamos de implementar un sistema de distribución acorde al momento que se vive. Los peligros están a la vista. El monstruo invisible acecha para dar el zarpazo. Muchos piensa que se enfermará el que está al lado. Es hora ya de poner ORDEN CIUDADANO. Las autoridades deben asumir su rol y actuar con PRISA Y SIN PAUSAS.

    Respuesta
  • el 23 agosto, 2020 a las 3:11 pm
    Permalink

    Al año de recobrados un por ciento desarrollará secuelas por las cuales quedarán deshabilitados o con dolencias crónicas y otro por ciento tendrá solo tres años de vida aunque se haya recobrado, depende de la respuesta inmunológica porque no hay ni medicinas, ni vacunas aún.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *